Valerie Ghill.Le permití el acceso a su beso, correspondí a la caricia de su pene, frotando mi pelvis, el sonido de su jadeo, me recordó al que escuché en su consultorio, mi pecho se estrujó mucho más con ese pensamiento, las palabras que deseaban salir me ahogaron.─ ¿Cómo puede estar tan tranquilo, después de engañarme de esa forma? ─ Me pregunté ahogando mi dolor. Samuel, se hundió en mi interior, moviéndose de una manera lenta y tortuosa. Mis caderas correspondieron siguiéndole el ritmo, sus labios recorrieron mi cuello, entre besos húmedos, hasta llegar a mi oído.─ Te amo, mi amor. ─ Repitió y allí fue cuando no aguanté más, mi corazón lastimado se resistió a seguir con la falsa, mis lágrimas se desprendieron, ocultando mi rostro en su cuello.Samuel, me abrazó con fuerza intentando buscar mis labios, pero yo, estaba hundida desbordando mi dolor, no podía parar mis lágrimas. La chica fuerte, que un día cacheteó a Maximiliano y a Gianna, cuando los descubrió, ya no existía
Ashley Freetman─ ¿Ashley? ─ La voz de mi tía Ivanna, nos sorprendió a ambos separándonos. Los dos giramos observando a mi tía Ivanna, con su rostro demasiado sorprendido. Su mirada se paseó de mi rostro al rostro de Noah, mirándonos fijamente. El rostro de mi tía, cambió de la sorpresa a la seriedad y luego a la ¿Furia?─ Tía, ─ sonreí sabía que lo de Noah, sería una sorpresa para todos, pero tampoco era para esa cara de tragedia, que tenía mi tía Ivanna, en ese momento.Noah, llevó su mano a mi cintura en señal de apoyo.─ Buenos días, Ivanna. ─ Musitó Noah, sin dejar de observar a mi tía.─ Sé que debo darles una explicación y pienso hacerlo esta noche ─ mencionó Noah .─ Te das cuenta de lo que esto significa, ─ mencionó mi tía preocupada, sin desprender la mirada de Noah.─ Se perfectamente lo que significa, Ivanna. ─ Mencionó Noah.─ Creo que no, Noah. No entiendo como pudiste hacernos esto, ─ mencionó mi tía, ahora disgustada.─ Tía, yo estoy aquí, por favor, no sigas at
Ashley FreetmanEl almuerzo culminó, levantamos la mesa y nos dispusimos a lavar los platos que habíamos ensuciado, a los diez minutos, llegó Jaime y hasta allí duro la ayuda de Samantha.Mis dos hermanos y el vecino, se dispusieron a salir al jardín, cada uno con su Tablet.El timbre de la puerta sonó y a los tres minutos mi tía Valerie, hizo acto de presencia. Venía con su teléfono al oído hablando, dando indicaciones para que todo quedase listo. La observé con una sonrisa, guiñándole un ojo, sonrisa que se desapareció al verla.Había perdido peso, tenía ojeras, aunque esto sería por el trasnocho de anoche, con el evento. Pero sus ojos, estaban apagados y tristes y eso no era por el evento. Solo estaba confirmando lo que había pensado durante todo mi viaje. Algo le estaba sucediendo a mi tía Valerie, porque hasta la efusividad que siempre la mantiene activa, parecía estar en stop. Es decir, receso.─ Hola pequeña, saludó mi tía Valerie, acercándose hasta mi lado y besando mi mej
Ashley Freetman─ Samuel, tiene una amante, ─ soltó de pronto tía Valerie.Se me cayó el cuchillo con el que estaba cortando las verduras. Tía Ivanna, giró su cabeza mirando a mi tía Valerie sorprendida, pero a mi tía Abigail, no le tomó por sorpresa.─ ¿Estás segura? ─ Preguntó tía Ivanna.─ Ya lo comprobé, es su asistente, ─ soltó la otra bomba tía Valerie y esta vez a mi tía Abigail, se le cayeron las flores de las manos.─ ¿Su asistente? ─ Preguntó ahora la pelinegra.─ Sí, su asistente, ─ respondió narrando a continuación, como lo había descubierto, contándonos también los meses que lleva sospechándolo.Recordé que yo, había notado que se la mantenía con su teléfono y una sonrisa tonta en su rostro. Esto me parecía algo insólito, no me imaginaba a los hombres de mi familia siendo infieles, mucho menos mi tío Samuel. Observé a mi tía Valerie, varias veces nos habían dicho que teníamos algún parecido, claro está, ella era mi tía, hermana de mi padre, era muy linda, su cabello rojo
Ashley FreetmanNoah, saludó besando mi mejilla, al igual que su padre, quien se notaba preocupado, al igual que mi tía Ivanna. Bill, respiró profundo, culminando de ingresar a la casa. Jaime, no estaba con ellos, pues había llegado más temprano y se había reunido con los chicos, nuevamente en el jardín, que al parecer, habían dejado sus juegos en pause para arreglarse.─ Recuerda tú promesa, ─ mencionó Noah, en mi oído.─ Después que hables con tú padre e Ivanna, hablamos los dos, ─ siseó y ambos nos observamos. Yo, asentí besando ligeramente sus labios, él sonrió y de allí culminamos de ingresar y pasamos a la sala, luego caminamos hasta el mueble dónde estaban tía Valerie y Samuel. Mis abuelas, bajaron junto a tía Abigail y sus dos pequeños. El tío Jordan, se levantó ayudarla acomodar los niños en las carriolas de cada uno. La pequeña Jordana, ya estaba aprendiendo a comportarse, la tomé entre mis brazos antes que la llevaran a su carriola. Noah, acarició su cabello, mientra
Ashley FreetmanLa cena continuó entre conversaciones médicas.─ Felicito al Chefs, ─ mencionó Bill, alagando la cena.─ No hubo Chefs, todo es obra nuestra, ─ musitó tía Ivanna.Bill, sonrió complacido. Luego su sonrisa se borró de su rostro y volvió la de preocupación. Tía Ivanna, lo observó frunciendo su entrecejo y allí se dio cuenta que Bill, tenía conocimiento de nuestra relación.─ Espero que no tengamos problemas con la propuesta de Lumbardi, ─ mencionó tía Abigaíl, un poco preocupada, dirigiendo su visión hacia tía Valerie.─ ¿Qué propuesta? ─ Preguntó tío Samuel, observando a su hermana.─ Un contrato exclusivo para todos los eventos de su cadena hotelera, ─ mencionó tía Abigaíl, con una sonrisa de oreja a oreja. El tío Samuel, observó a tía Valerie y ella, le devolvió la mirada con fastidio a tía Abigail y luego a su esposo. Definitivamente tía Valerie, no tenía el mismo entusiasmo que tía Abigail, por ese contrato y yo, me estaba preguntando el ¿Porque? Culminamos de c
Abigail McCarthyLa beba seguía dormida, suspiré profundo escondiendo las gotas anticólicos antes de que Jordan, llegara. No deseaba más discusiones con mi esposo, aunque sabía que este aún era el inicio. ,Nunca había conocido un hombre, más complicado en temperamento que él. Salí de la habitación de la beba, ingresando a la del pequeño Jean Carlos. Mi suegra me hizo una señal llevando su dedo índice a su nariz, simulando hacer silencio, sonreí acercándome a la camacuna observando al pequeño profundamente dormido. Aún recuerdo la sorpresa que nos llevamos, cuando salí embarazada del pequeño y el horror que vivimos, cuando a las pocas semanas de haber nacido mi pequeño hijo Jean Carlos, descubrimos que estaba nuevamente embarazada de la beba. Casi muero de la impresión y del miedo y si algo aprendí, es que el estar amamantando no funciona como método anticonceptivo, o por lo menos, para mí no funcionó. En silencio Hailey y yo, salimos de la habitación del pequeño, sin hacer el men
Abigail McCarthy─ Iré hacer el café, ─ mencionó mi suegra levantándose y alejándose del comedor.Jordan, observó a su madre, él sabía que Manuelita, ya tenía el café preparado, a mi esposo le fascinaba tomarse un café después del almuerzo, en realidad él, era adicto a esa bebida. Me apresuré a recoger los platos, pidiéndole ayuda a mis hijos mayores. El timbre sonó y Manuelita, limpió sus manos en una toalla, para dirigirse abrir la puerta principal. Cesar y Leonardo, salieron de la cocina mientras Hailey y yo, servíamos el café.─ Es la señora Ivanna, está en la sala junto al señor Jordan y los chicos, ─ mencionó Manuelita, con una sonrisa. Hailey, colocó una taza más y nos dirigimos a la sala.Ivanna, tenía a la pequeña entre sus brazos, al vernos se levantó del mueble para saludarnos. Ella, se veía radiante, al parecer su embarazo no le estaba afectando con síntomas prenatales. Nos acomodamos y servimos el café.─ Te veo mucho mejor y más tranquila, ─ mencionó Ivanna, obs