(Renata Pellegrini)- Buenas tardes - una pareja se acerca - Tenemos una reunión con el Sr. Valentini.- Ah, sí, ¿cómo se llama, por favor?- Somos los Galanis.Compruebo el horario y confirmo sus nombres, en el ordenador envío un correo electrónico a mi jefe avisando de la llegada de los clientes.- Un momento, por favor. El Sr. Filippo está reunido, pero acabará pronto. - intento ser lo más amable posible.Aunque sonrío, por dentro estoy en agonía, ¡es la segunda vez que me siento así hoy y no me gusta nada! Filippo ha estado detenido durante dos horas con una mujer de la alta sociedad, que, como él, es una CEO, debo admitir que es muy guapa, y ni siquiera se esforzó en ocultar su interés por él.Realmente espero que sólo estén hablando de negocios.Respiro hondo, no puedo engañarme con sus palabras. Filippo es un sueño, y escuchar de su boca que soy su novia, estoy en las nubes, pero sé que es mucha arena para mi camioncito, y que aunque se lo tomara en serio, no creo que duráramos
(Renata Pellegrini)Humm, qué bien huele, siento que se me saliva la boca y que el estómago se me revuelve en busca de comida. Abro los ojos, me siento en la cama y mi estómago se retuerce, haciéndome sentir un malestar y un estruendo resuena en mi vientre. - Buongiorno - Filippo entra en mi habitación sosteniendo una bandeja con el desayuno. - Te has despertado a tiempo - habla con una sonrisa casi invisible en los labios, que sólo tiene una pequeña línea marcada.Sigo observándole y lleva la misma ropa que ayer, pero sin traje, su blusa social azul bebé está doblada hasta los codos, y sobre la blusa lleva mi delantal rosa de barbie. Me contengo la risa. - ¿Dormiste aquí? - pregunto, volviendo en mí. Siento que mis mejillas se ruborizan.- Sì, ragazza - responde como si fuera lo más normal del mundo.- ¿Dónde? - pregunto mirando al suelo, me muerdo el labio y en mi mente surge una pequeña esperanza de que me responda que durmió en la misma cama que yo."¡Pícaro!", me dice mi mente,
(Renata Pellegrini)- Señor Valentini - Caio habla sorprendido y gira el cuello para mirar a Filippo - ¿Qué hace usted aquí?Filippo levanta una ceja, se mete las manos en los bolsillos y, como la primera vez que estuve aquí, su semblante lleva la cara de un hombre malvado, capaz de hacer cualquier maldad, ¿es malo que me parezca tan sexy en esta pose? Apoya el hombro en el marco de la puerta y la mirada que dirige a Caio me pone los pelos de punta. Con cuidado, quito la pierna herida del regazo de Caio y él se levanta completamente de cara a Filippo, que no me mira en ningún momento, su atención está totalmente puesta en Caio.- ¿Cuestiona a su jefe sobre hacia dónde se dirige dentro de la propia empresa?- No, señor - se apresura a responder Caio con voz temerosa - Es sólo que... usted nunca ha estado aquí antes, así que pensé que podría necesitar algo de...- A usted no le pagan para pensar, sino para sentarse en el mostrador y recibir a la gente - Filippo le corta bruscamente, me
(Renata Pellegrini)> Una semana después: Siempre creí en la frase: "Lo que nadie sabe, nadie lo estropea", leí esta frase en un post en instagram cuando tenía dieciséis años, no recuerdo quien lo publicó, pero esta frase quedó marcada en mi memoria y desde entonces traigo esto a mi vida, aunque nunca tengo mucha gente a mi alrededor. Siento que Filippo piensa de forma diferente a mí y, en cierto modo, hasta me alegro de que quiera aceptarme, pero sé que al hacerlo nos enfrentaríamos a muchos problemas... correcto, yo me enfrentaría a muchos problemas. Soy pobre, huérfana y extranjera - él también es extranjero, pero lleva viviendo aquí mucho más tiempo que yo y su nombre es reconocido en todo el mundo - yo sólo soy una recién licenciada que tuvo la suerte de tener un profesor con buenos contactos. No quiero ni imaginarme el grado de ofensa al que me expondría si supieran que alguien como él sale con alguien como yo. Filippo estaba molesto conmigo con mi petición, aunque no le dije
(Renata Pellegrini)- ¿Por qué lloras? - ¿Por qué yo lloros? - repito su pregunta con desenfreno, me doy la vuelta y cierro los ojos con fuerza sintiendo que vienen más lágrimas, me duele el corazón, esto no me gusta - Vete de aquí - mando y me doy la vuelta, no quiero que me vea llorar aún más - ¡Vuelve a esa cena de mierda, con esa gente de mierda y sigue haciendo como si yo no existiera! - Hablo sintiendo como me sangra el corazón, las lágrimas resbalan libremente por mi cara. Me pilla completamente desprevenida, Felippo me sujeta de la cintura y me hace girar, pegando mi cuerpo contra la superficie de mármol del lavabo con el suyo, se inclina sobre mí y toca con su frente la mía, mi mirada se posa en su boca y la muerde de forma sensual burlándose de mí. Me agarro a sus brazos mientras siento sus dos grandes manos apretando mi culo bajo el vestido, presionando con sus dedos mi carne desnuda, ya que las bragas eran tangas, me levanta como si fuera una hoja de papel, sentándome so
(Renata Pellegrini)- ¿Qué te parece? - pregunta Filippo con los brazos cruzados apoyado en la pared junto al interruptor.- ¿Son diamantes de verdad? - pregunto observando el vestido en el maniquí.En cuanto salimos del baño, pensé que nos iríamos, pero me sorprendió cuando abrió la puerta y encendió la luz.- Sí, la marca Blanco es mundialmente conocida por sus vestidos con incrustaciones de joyas, y como mi empresa es la mejor en el negocio de la tecnología y la seguridad, renovamos contratos constantemente y siempre me hace algún regalo, esta vez he elegido este vestido -me explica, pero no aparto la vista del vestido, cada centímetro de tela está cubierto de diamantes, nunca había visto tantos diamantes juntos, ni siquiera había visto uno solo. - Es un vestido muy bonito, ¿a quién se lo regalas?- Para ti.- ¿Por qué? - Me giro sorprendida en su dirección y él viene hacia mí.- ¿Necesita un novio alguna razón especial para hacer un regalo a su novia?- Este vestido no es un rega
(Filippo Valentini)Siento que el aire se escapa de mis pulmones, por unos instantes pienso que estoy intentando una ilusión y mi cuerpo se congela ante la escena, pero el olor a sangre me hace morderme la boca con fuerza, hasta el punto de sentir mi propia sangre. Nunca desde que llegué a este país me había descuidado, y por un momento de distracción, la mujer que temporalmente está siendo mi novia recibe un disparo justo delante de mí. Sujeto a Renata con mi brazo derecho antes de que su cuerpo caiga al suelo, miro hacia delante y veo al camarero desencajando su pistola preparándose para disparar una vez más, rápidamente me agacho y saco mi pistola, usando una sola mano, la desencajo, el sonido de las botellas de vino estrellándose con el disparo resuena por toda la sala haciendo gritar histéricas a las mujeres de la sala.Paso el ojo rápidamente por el origen de la salida de sangre, el disparo le ha atravesado la clavícula, me siento un poco más aliviado y espero mentalmente que l
(Filippo Valentini) Arrastro una silla y me siento frente a Ruan, el camarero que atentó contra mi vida y la de Renata en la fiesta. Está colgado de tres cadenas, dos en las manos y una en el cuello. Sólo puede tocar el suelo con la punta de los pies para no morir ahorcado. - Buenas noches, ¿está cómodo? - pregunto, observando la sangre que gotea por las aberturas de las balas que le he aceptado. - ¡Hijo de puta! - escupe, derritiendo mis zapatos importados. Le hago una señal con la mano y Lucca le golpea en las piernas con un garrote de hierro candente. La base del garrote es de madera, lo que no lastima las manos de mi brazo derecho aquí abajo. - ¡Ah! - Ruan grita de dolor, sus rodillas se doblan y la cadena alrededor de su cuello comienza a ahorcarlo, luchando, logra equilibrarse de nuevo. - Veinte años, hijo de un traficante de drogas, madre asesinada a golpes por traicionar a su padre, hermano mayor, soldado de la mafia Onore -empiezo a contar las cosas que sé de él, saco