Doy un suspiro y respeto la libertad, cuanto la extrañaba, por dios ya estoy igual de dramática que Yesica, no puedo ser tan dramática, no puedo simplemente actuar de esa manera, no puedo seguir, así, esto es algo cansino y yo vivo metida en un drama en el que tengo que sufrir hasta la mitad de la historia, mientras que el protagonista se da cuenta que me ama, mi vida no es una historia absurda creada por una adolescente, mi vida es algo serio
Una vida en la que tengo preocupación y tengo obligación, entre ella es mi madre y mis estudios, tengo que concentrarme en ellos y con estas personas en mi vida nada ha vuelto a ser lo mismo, solo hay problemas y peleas, algo que solo pasaba cuando estaba en la mansión Lup por cortos momentos, ahora se ha vuelto el pan de cada día, y para ser sincera ya me estoy hartando de ello, observo mi teléfono el cual no ha parado de sonar desde esta mañana y noto que se trata d
—Mamá… Mamá… No… No… Por favor no… No mamá… —no podía simplemente aceptarlo, esto parecía una broma de muy mal gusto, algo que estaba devorándome por completo, tanto era si, que me había metido en medio de los doctores e intentaba ser yo quien le diera los primeros auxilios para resucitarla, mientras los doctores parecían desesperados por sacarme de allí—Sáquenla de aquí… No puedes estar aquí Jenica, si sigues aquí no permitiré que nunca te gradúes… Así que fuera…—no podía, no podía, no me importaba en lo más mínimo ese maldito título, quería a mi madre de vuelta, quería que ella estuviese conmigo de nuevo, que no me abandonaraPero entonces logró sentir unos brazos rodeándome y sacándome del
Camino de un lado a otro llena de dudas y de mucho, pero mucho desespero, Por dios, No debí encomendarle eso a cualquiera, no podría hacerlo tan sencillamente, debí solo tener un poco de paciencia para lograr que se viera más creíble, pero estaba tan enojada, tan enojada, esa maldita perra está acabando con todos mis planes, ella está acabado con todo lo que había planeado desde hace mucho tiempo, yo llevo años haciendo este maldito juego de ser una maldita niña y frágil, yo he logrado convencer a Ferka de que soy alguien noble y pura, ahora no puedo ca
—¿La encontraste? ¿Dime dónde está? —observó a Costel, quien da un pequeño brinco al notar que he golpeado con la mano el escritorio, y parece sorprendido por mi extraño comportamiento, pero es que este no puede simplemente decirme qu
La besé una y otra vez lleno de cariño y delicadeza, pues temía en hacerle daño, pero principalmente temía hacerle daño sus heridas, ya que tenía varios raspones en su cuerpo y parecía un poco golpeada, algo que me hizo tener un poco más de temor a perderla, un temor que jamás me imagine, pues ella se supone que es la mujer con la que me quiero divorciar, pero ahora es la mujer de la que no me quiero separar ni muerto.—Eso… Eso… ¿Por qué fue? —la observe con sus hermosos ojos de cervatillo y no pude evitar sentir ternura, parecía como si me hubiese transportado años atrás cuando mi pequeña niña solía hacer a
—¿Entonces él es tu esposo? No lo puedo creer, de verdad no lo puedo creer— observé como mi amiga negaba con la cabeza mientras seguía sentada a mi lado y parecía estar contraída completamente, algo que no sabía cómo indicarle que lo lamentaba, pues la verdad es que me sentía completamente apenada y que ella me tachara como aquella que arruinaba la felicidad de
Observe la mirada colérica de parte de mi amiga Anza quien parecía estar completamente furibunda, incluso parecía que en cualquier momento se lanzaría sobre el relajado Ferka que parecía no haber hecho nada, como si no me hubiese dicho que volvería y que me había dejado esperándolo toda la noche, aunque claro mis amigos no saben que me quede toda la noche sin lograr dormir mientras lo esperaba, incluso al día siguiente, en el momento en que llego Elios con comida a escondida para que lograra probar algo que no fuera del hospital, ya que decía que era horrible, yo me encontraba en ascuas esperando por su regresoNo olvido mi rostro lleno de decepción al ver que se trataba de él, algo que según Elios le había hecho un gran daño, aunque lo decía sonriendo, pues decía que yo era muy predecible y por esa razón él había madrugado en busca de co
pensarlo y mirar a mi alrededor salto de la cama como si fuese un resorte, pero no cuento con que me tropezaría con las sabanas y caería al suelo haciendo un gemido de dolor, carajo, debo tener más cuidado, no imagine que caería de esa manera y más escuchar una risita de parte de aquel hombre que imaginé que se encontraba ya en otro lugar de la mansión o tal vez en su dichosa empresa--Debes tener más cuidado, apuesto a que ese golpe te debió doler mucho…--Note como tenía una pequeña sonrisa en sus labios, mientras yo esperaba que no me hubiera visto en este momento, pues me encontraba completamente desnuda y en el suelo como una tonta que se tropezó con la sabana que la cubría, no puedo ser más lamentable, algo que al parecer más lo divirtió, pies soltó una gran carcajada al ver mi rostro y simplemente se levantó mostrándome su cuerpo, a
—Dime que me amas a mí… júrame que no la tocaste… júralo… júralo…—Grito esto llena de enojo y con la intención de lograr hacer que él me asegure que no toco esa maldita mujer, que mientras yo estaba planeando algo nuevo para ella, Último capítulo