“No es necesario que me agradezcas. Soy el tío de Lindsay. Solo se te ordenó protegerla. Hablando de gratitud, debería ser yo quien te lo agradezca. Te agradezco por estar tan atento. Incluso después de que terminó tu misión, todavía estás muy preocupado por la seguridad de Lindsay”.

Lucian agarró las manos de Aiden. Hacía tiempo que él no veía a un joven tan sentimental. Aunque conocía a algunas personas destacadas en esta industria, esos eran hombres que solo les interesaban sus intereses y que solo eran buenos para halagar a las personas.

“Tío Grubb, será mejor que se comunique con ellos rápido. Sinceramente, siento que esto fue hecho por el departamento de guerra”, continuó Aiden.

“Está bien, llamaré a esos amigos y les pediré que averigüen qué está pasando en el departamento de guerra. Te avisaré si consigo algo”.

“Sin embargo, debes quedarte en la mansión. No te apresures a salir por capricho. Tú solo con tu fuerza, incluso si Lindsay realmente estuviera encerrada allí, ante