“Búscalo tú mismo. Ya estoy muy viejo. Mi fuerza física se ha agotado hace mucho tiempo”. El anciano sacudió la cabeza y encendió un cigarrillo.

“¿Quién creería eso?”, dijo Gerald con desdén.

“No puedo ayudarte a buscarlo, pero si estás interesado, puedo enseñarte cómo hacer que tu qi esencial resuene con la energía natural que te rodea”. El anciano sacudió la cabeza.

“¿De verdad?”. En el momento en que escuchó eso, los ojos de Gerald brillaron de inmediato. Sin embargo, después de un rato, él sacudió la cabeza y lo rechazó. “Olvídalo. Continuaré buscando lo que necesito”.

“¿Oh? ¿No estás interesado?”. El anciano no esperaba que Gerald dijera eso.

“Estoy muy interesado en ello”. Gerald volvió a sacudir la cabeza.

“Conviértete en mi aprendiz, y puedo enseñarte”, dijo el anciano con seriedad mientras tiraba el cigarrillo.

“Si fuera en cualquier otro momento, definitivamente lo aceptaría de inmediato. Pero ahora, todavía tengo muchas cosas que resolver. Además, controlar la energía