Aún así, no estaba garantizado que iban a obtener información de la Isla Anhelo, ni iban a saber sobre la próxima idea que se le ocurriría a Daryl para tratar con él.

Si dejaban la isla y se iban a Japón, no era seguro que pudieran encontrar a la Tribu Seadom. Incluso si los encontraran, podría ser como había dicho el maestro Fantasma. Es posible que los descendientes de la tribu ya se hayan olvidado de la Isla Anhelo, y sus esfuerzos serían en vano, una pérdida de tiempo.

Por un momento, Gerald se encontró en un dilema.

El maestro Fantasma se sentó a su lado, sin apresurarlo ni decir nada.

Después de casi media hora, Gerald se aclaró la garganta y se puso de pie. Después de caminar de un lado a otro en la sala de estar, se detuvo frente al maestro Fantasma.

El maestro Fantasma levantó la cabeza y miró a Gerald.

“Vamos a Japón”. Gerald reflexionó por un momento y dijo con calma.

“¿Qué hay de la situación aquí?”, preguntó el maestro Fantasma.

“No nos preocupemos por eso. Mientra