“Parece que Gerald no es tan débil. Él pudo hacer que hicieras un gran sacrificio. Pero ya no debería ser una gran amenaza para mí, ya que está incapacitado aunque no lo hayan matado”.

“Hermano Will, no logramos lastimar a Gerald Crawford. Es demasiado fuerte, y no éramos rivales para él”. Arnold interrumpió a Will. “Si no hubiéramos usado todas nuestras fuerzas para escapar de la Isla Gong, él nos habría matado allí”.

“¡¿No fueron rivales para Gerald?!”. Esas palabras hicieron que la sonrisa en el rostro de Will desapareciera, y su rabia se podía ver mientras ejercía una fuerza tremenda sobre la taza que sostenía.

¡Bum!

Después de un momento, el vaso de vidrio estalló en pedazos por todo el piso.

“No teníamos idea de que Gerald sería tan poderoso. Hay una gran diferencia entre nuestras fuerzas y las suyas”. Arnold tembló de miedo, pero siguió explicando.

“Lárguense”. Will respiró hondo y habló con labios temblorosos.

“Él fracturó la muñeca de Sawyer”. Arnold dio un paso atrás.