Después de la cena, Gerald regresó a su habitación para descansar mientras el maestro Fantasma se quedaba en la sala de estar.

Durante toda la noche, Gerald seguía pensando en la situación de la Tribu Seadom, y el nombre ‘Will Crawford’ también cruzó por su mente. Gerald no estaba interesado en un niño que su abuelo había adoptado, y ni siquiera quería ser el heredero del Amo de la familia Crawford.

Sin embargo, era obvio que Will ya lo consideraba como su oponente.

Al pensar en esto, Gerald no pudo evitar sacudir la cabeza y reírse.

“Hermano Gerald, ¿estás en Japón?”. Su celular sonó y resultó ser Aiden quien lo llamaba.

“Acabo de llegar hoy. ¿Ya llevaste a la señorita Lindsay a casa?”. Gerald respiró hondo. Con Aiden de vuelta en Weston, él ya no quería liberar ninguna emoción negativa.

“¡Jeje, abre las cortinas y mira hacia abajo, hermano Gerald!”. Aiden se rio entre dientes por la llamada.

“¿La cortina?”. Gerald frunció el ceño un poco y se levantó de la cama para abrir las