Hace aproximadamente un mes, algo extraño parecía haber sucedido en la Ciudad Desierto del Norte.

Muchas fuerzas familiares comenzaron a llegar y reunirse allí, una tras otra.

La familia Dailey era solo una de ellas.

Yileen estaba allí como representante de la familia Dailey para negociar y discutir con Tilar Lacraft. Sin embargo, Gerald no sabía cuáles eran los términos ni el propósito de su negociación.

No obstante, a Gerald no le importaban esas cosas.

Muy pronto, la caravana de Yileen llegó a la entrada de la mansión de Tilar.

Había muchos guardaespaldas de Tilar, tanto dentro como fuera de la mansión.

Tilar era un tirano local, que pertenecía a una de las poderosas fuerzas locales.

Tilar era un hombre de mediana edad, tenía un redondo y regordete físico, y sus ojos estaban entrecerrados en una línea recta.

“Señorita Dailey, pensé que la familia Dailey no daría el paso esta vez. De verdad que no esperaba que vinieras aquí en persona. Está bien entonces. ¡Eres muy valiente