Él había querido ser cortés con Juliette, tratarla como la dama que en realidad no era, enredada desde tan joven con su patrón, pero eso nunca fue asunto suyo, ella había criado a Noelia mientras él aguardaba con calma en otro país, lejos de todos para que se la trajera en el momento justo en el que ya pudiera tomarla como esposa y aparecer ante los Lorraine reclamando lo que le pertenecía.A pesar de que ni siquiera había sido capaz de hacer bien su trabajo, le asignó una de las mejores habitaciones de su casa y la trató como una invitada, pero la mujer rechazó su cortesía intentando escapar varias veces. La primera vez, simplemente reforzó la seguridad de su estancia, a la segunda se le acabó la paciencia.James no dejaría que volviera a ocurrir, así que simplemente la encerró en el sótano bajo llave, si ella no valoraba su cortesía no tenía sentido seguir siendo amable, al fin y al cabo su contacto ya le había informado de la pronta llegada de la heredera de los Lorraine a París y J
Las palabras de la mujer frente a ella la tomaron por sorpresa, de pronto todo lo que sabía o creía saber sobre ella no era mentira.No podía considerarlo, mucho menos aceptarlo. Noelia empezó a negar mientras trataba de alejarse, sobre todo al recordar las especulaciones que había escuchado de Marius y su abogado sobre el porqué ella había desaparecido.Pero el que no fuera su madre, no era algo que esperara escuchar de los labios de esa mujer que creyó por mucho tiempo su madre, esperaba muchas cosas, estaba preparada para lidiar con cualquier verdad, excepto esa.De repente, toda su vida pasó ante sus ojos como una película, desde su más tierna infancia, o los recuerdos que mantenía de esta, hasta la edad actual, haciendo que todos los pilares que la sustentaban corrieran el peligro de caer y hacerla estrellarse contra el suelo en un duro golpe de realidad.—No, espera, ¿Qué es lo que quieres decir con que no eres mi madre?— logró preguntar al fin ignorando el nudo que tenía en la
La limusina de Marius aparcó en la entrada de la casa de James Dubois, poco le importaba no haber avisado de su llegada o no ser anunciado, lo único que quería era encontrar a su chica cuanto antes porque no podía permitir que algo malo le sucediera.La casa Dubois estaba muy cerca del castillo Lorraine, la extensión de sus tierras era la mitad que la de la familia de Marius, aun así seguia siendo una gran extensión que colindaba con las de él, en realidad no, más bien con las que le pertenecerían a Noelia, porque sin duda Marius se iba a encargar fe que su novia recibiera todo lo que por derecho era suyo.Las viejas historias decían que siglos atrás, esas tierras y las de Dubois eran una, aunque con el paso de los años se había perdido parte del relato y los detalles, pero todo apuntaba a que algún Antepasado Dubois era un hombre asiduo al juego y que la suerte no estaba jamás de su lado.— Brigitte cuida de Eloise — dijo Mathew tras salir del vehículo junto a su amigo, porque si alg
— Sabe perfectamente a lo que vine, así que no alarguemos esto Dubois ¿Dónde tiene a mi novia?—No se a que se refiere con tiene a mi novia, necesito que me explique mejor a qué se refiere.James se encontraba tras su escritorio con las piernas cruzadas y los codos acomodados, cada unos en los apoya brazos, mientras sus manos se encontraban unidas a la altura de su rostro, sin perder ningún detalle sobre el hombre parado frente a él.Decir que le costaba mantenerse sereno ante ese hombre le estaba costando más al escucharlo llamar a la joven con el apelativo de novia.«¿Cómo se atrevía ese inmundo Lorreaine a creer que podía obtener algo que era suyo y por lo que había aguardado casi veinte años?»Mejor dicho que había reclamado como suyo desde el momento que le perdonó la vida e hizo que Juliette la cuidara todos estos años.Por supuesto que no le cedería a Noelia bajo ningún motivo, ella era suya, le pertenecía por derecho, al igual que todo lo que pronto le sería dado por derecho.
Tanto Marius como Mathew estaban molestos, el maldito de Dubois había logrado permanecer inmune a sus amenazas, como aquel que no hizo nada malo o no tiene nada que temer.—El maldito por poco hace que le crea su mentira de "solo ayudé a mi amiga a reunirse con su hija." Que trate de actuar de manera inocente, no solo con respecto al secuestro de Noelia, sino también con su falsa amabilidad, me hace suponer que hay más cosas tras James Dubois.Mathew no dijo nada, incluso él, con todo el rencor y odio que guardaba por James, se llegó a plantear esa opción, el maldito casi consigue convencerlo mientras Marius daba un tour por toda la casa de Dubois. La búsqueda incluyó hasta la bodega subterránea de vino que tenía el socio de Phillip y la cual fue revisada por el noble francés de manera exhaustiva.Mathew tenía sus motivos para pensar de esa manera, más allá del hecho de que, desde el momento que apareció, le impidió ver realizado su sueño y deseo casarse con la prima de Marius, Violet
— ¿Alfred ya mandaste reforzar la seguridad de la casa?— preguntó James mientras terminaba de abrocharse la camisa frente a su mayordomo.Aquella mañana, cuando el hombre salió de la ducha, lo primero que hizo fue mandar a llamar a su mayordomo. No había dormido lo suficientemente bien, pensando en el riesgo que corría. Cabía la posibilidad de que esos dos encontraran la manera de entrar a buscar a la chica o mandaran a alguien por ella.James tenía claro que la mejor opción sería sacarlas de ahí cuanto antes, pero no podía arriesgarse, a que le hubieran metido vigilancia, había sido una maldita estupidez que le permitiera deambular por la casa a Marius y si había colocado algún tipo de dispositivo de vigilancia, lo que menos quería era que a causa de su impaciencia, cometiera un error y encontrarán allí a las mujeres.Así que lo único que le quedaba hacer era reforzar aún más la vigilancia y esperar a que las cosas se calmaran. Ya se encargaría luego de hacer que Alfred paseara por t
Realmente no podía creerle ¿Qué persona que cuida a alguien la encierra como él lo había hecho?Definitivamente, no era una persona de fiar. Aun así tendría que aguantar y comer con él. Parecía que eso era lo que deseaba y a ella le convenía mantenerlo contento.—Está bien comeré.La veía frente a él con aquella expresión y era como estar viendo a la propia Violet cuando no estaba conforme con algo, pero lo quería ocultar.— Voy a contarle algo, su madre y yo estuvimos comprometidos durante dos años — explicó James — íbamos a casarnos, estábamos muy enamorados hasta que — negó fingiendo cierta tristeza dejando la taza de café en la mesa — verá Noelia, a nadie le gusta saber que fue fruto de un suceso tan desagradable, pero su madre… sufrió una agresión, ella fue violada, desde ese día insistió en romper su compromiso conmigo porque ya no se sentía una mujer digna.Podía observar cierta duda en el rostro de la joven de la que sin duda él pensaba aprovecharse.— Puede preguntar a quién
Noelia sabía que no volvería a tener una oportunidad como la que tenía en esos momentos con el mayordomo, llevándola de nuevo hasta el pasillo que daba a la celda donde estaba recluida.A cada paso que daba buscaba la manera de obtener del hombre lo que deseaba o en su defecto saber si podía obtenerlo.Tenía que ser astuta y al mismo tiempo discreta si quería tener éxito en su empresa.«Piensa Noelia, debes hacerlo rápido, no tienes más tiempo que perder»La joven volteó a ver hacia atrás, cerciorándose de que nadie pudiera estarlos observando, sobre todo si ese alguien era el hombre con quién había pasado parte de la mañana hablando.Soltó un gran suspiro de alivio al darse cuenta de que ya no se encontraba en la mesa del jardín, si él la estaba observando sería en otro lugar y fuera de la vista de ella y de su mayordomo, aunque lo dudaba.Su corazón latía más rápido y se debía a una sola cosa en particular y era llevar a cabo su mayor actuación.—¡Ay!Un pequeño jadeo de dolor se de