Al menos ahora entiende a lo que se referían.
Con una sonrisa entra a la habitación.Encuentra a su esposo, teniendo relaciones con su secretaria, es gracioso porque ella es su amiga. Observa en silencio con los brazos cruzados por varios segundos. Ninguno se da cuenta de su presencia, están tan ocupados gimiendo el nombre del otro.— El amor es tan hermoso, ni siquiera se han dado cuenta de mi presencia. —Expresa con burla.Al escuchar su voz, la mujer se intenta tapar con las cobijas, mientras Alex se comienza a levantar.— Cariño, no sabía que vendrías tan temprano —Dice nervioso.— Quería darte una sorpresa, pero creo que la sorprendida fui yo. —Dice con una sonrisa.— Por cierto, amiga, me da gusto ver que te estás divirtiendo. —Menciona con una sonrisa-Daniela es el nombre de su amiga. Agachó la cabeza sin decir nada.— Sé lo que estás pensando, pero no es lo que supones. —Exclama rápidamente.— ¿Así si?, ¿qué es? —Pregunta burlonamente.Se pone los pantalones y se arrodilla enfrente de Rose, llorando agarra sus manos.— Tienes que confiar en mí, ella solo me estaba haciendo un masaje y nada más. Se levanta para besarla, sin embargo, ella lo aleja, por lo que se frustra.— ¿Acaso soy estúpida? —Pregunta furiosa.— Jefa, por favor, déjeme explicarle. —Exclama rápidamente.— ¡CIERRA LA BOCA! —Grita molesta-— No dije eso. —Habla rápidamente.— Eres un idiota.— Yo te amo. —Dice entre lágrimas.— ¿Amor?…Ha, ha, ha, ha, no me hagas reír, el amor nunca existió en tu corazón.La mujer los ve con asco, este intenta volver a acercarse, pero lo vuelve a empujar, provocando que caiga encima de Daniela. Intenta irse, pero él la detiene.— Escúchame, por favor. —Ruega desesperadamente.—… Está bien, te escucho. — Sé que te decepcioné y no te culpo, pero, tú más que nadie conoce sobre mi situación económica, me conoces de muchos años, sabes que jamás haría algo para lastimarte.— … ¿Lo dices en serio? —Pregunta fríamente.— Por favor —Suplica llorando.La mujer lo agarra del mentón con su mano derecha, mientras que con la izquierda le limpia las lágrimas, él le lanza una sonrisa melancólica. Incluso fue tan bueno que casi se la cree.— Dijiste que jamás harías algo que me lastimara y mira, lo hiciste. —Dice con una sonrisa.— No, es…Lo suelta sin dejarlo terminar.— Ella me sedujo, yo no tuve nada que ver, por favor. —Dice desesperado.—… No fue tu culpa. Pero el matrimonio queda cancelado de por vida.Intenta decir algo, pero se detiene.—… Está bien, si es lo que quieres —Dice seriamente-El hombre se acerca y le estira el brazo, abriendo la mano como si esperara algo.— Dame el anillo de compromiso. —Reclama firmemente-— ¿Disculpa? —Dice sorprendida-— Te dije que me devolvieras el anillo, yo te lo regale, me pertenece. — Exclama con seriedad.— … Ha, ha, ha, ha —Ríe burlonamente.— ¿Qué es tan gracioso? —Pregunta con furia.— ¿Es un chiste? —Pregunta a carcajadas-— Nunca imaginé que fueras tan inútil, eres tan cínico como para reclamar algo que evidentemente no te pertenece.Se lo intenta quitar, pero ella no se lo permite.— El anillo que tú me diste, lo compraste con mi dinero, no te quieras hacer el listo conmigo, que te haya tenido compasión y lástima es diferente. Gastaste por mucho tiempo mi dinero a escondidas, tendrás que pagar por lo que hiciste, qué mejor forma que quedarme con el anillo. —Dice con una sonrisa.— ¡¡ESE ANILLO ES MÍO!! —Grita furioso-— ¡¡Este anillo jamás te perteneció!!— ¡Dame ese anillo!— ¡No!— ¡QUE ME LO DES!*POOM*Le tira un golpe a Rose, tan fuerte que la hizo perder la fuerza y caer al suelo.Alex recoge el anillo, viendo como se dirige a Daniela para ponérselo.— Con qué así quieres jugar…¡¡GUARDIAS!!Ambos se asustan e intentan golpearla para callarla, sin embargo, los guardias llegan justo de que eso suceda.~~~Los tiran afuera, desnudos y con solo un par de cobijas.— Malditos salvajes, ¿cómo se atreven a lastimar así a una dama? —Comenta con molestia.Daniela Gutiérrez Mercedes, una mujer morena, alta y con gran cuerpo, la mujer sin duda es hermosa.— Dame el anillo, rápido Daniel —Dice seriamente-— Ahora no puedo hacer eso.— Dijiste que sería mío. —Expresa con tristeza. Te lo daré —Dice seriamente-— ¿Te casarás conmigo, verdad? —Pregunta deslumbrante.— Claro que me casaré contigo, pero necesito el anillo en estos momentos.— Me lo prometiste durante años.— Y lo cumpliré. —Dice con una sonrisa.—… Está bien.Daniel le entrega el anillo.Hay muchas cosas que suelen ocultarse por el bien de la persona, pero hay otras que suelen ocultarse por un plan beneficioso y eso tiene que ver con Rose.Por otro lado, Rose, se dirige afuera, manda a que quemen todo lo que tenga que ver con él, también tener prohibido pisar esta residencia, luego de eso, se retira en su auto.Durante el camino, varias lágrimas se hicieron presentes en ella, intenta no seguir llorando, aunque, es inútil.Comienza a recordar pequeños fragmentos de él con ella, las veces que decía que la amaba y que quería estar siempre con ella. Pasa por sitios que fueron cerrados con el paso de los años, donde ella lo invitaba a comer, entre otras cosas.Luego de un par de minutos se encuentra en las montañas afuera de la ciudad, específicamente en una roca gigante que los turistas suelen frecuentar. Todo ese rato lloró hasta más no poder, realmente había creído que el amor que ambos sentían era real.…Un par de horas pasaron y decidió regresar, solo que al regresar se topa con algo que no le gusta, Alex se encuentra en la puerta intentando entrar a la mansión.— ¿Qué no sabes que soy?…Soy el futuro esposo de la señorita Rose Arriaga…—…— ¡ABRE ESA PUERTA! —Reclama a todo pulmón-— Lo siento, tenemos órdenes muy específicas en no dejarlo pasar.— Está enojada, luego se le pasara, déjame entrar —Dice furioso-— Lo siento, señor, no podemos hacer eso —Dice firme.— ¿Acaso quieres que te demande? —Pregunta sin paciencia.El guardia lo ignora.— ¡DÉJAME ENTRAR!— Gustavo, puedes retirarte.— ¿Mi señora?…El guardia hace reverencia al ver que llegó su señora.— Está bien, estoy bien —Dice son una sonrisa-Gustavo se retira un poco desconfiado.— En cuanto a ti.Mira a Alex de pies a cabeza.— Vete de mi hogar, no me hagas repetírtelo.— Esta es mi casa.— Lo era, hasta que decidiste acostarte con mi secretaria.Saca unos papeles para enseñarlos a Rose.Al leerlos detenidamente, la furia en ella se descontrola.— Desgraciado.— No me dejaste la opción Rose.— Es imposible que yo haya firmado eso.— Verifícalo por ti misma, es real.Ella sigue negándolo, hasta que recuerda que unos meses atrás, bebió hasta más no poder, recordando que si firmó algo, sin embargo, pensaba que era su imaginación.— Todo esto me pertenece.La casa, el dinero, sus cosas, todo le pertenece a Alex, debido a que Rose firmó un documento donde lo dejaba con todo el poder.Todo está pasando tan rápido, que no logra digerir.— … Iré por mis cosas.— Le pertenece a mi futura esposa.—Déjame adivinar, ¿Daniela? —Dice con sorpresa hipócrita-— Por supuesto.— Veamos si puedes mantener mi imperio.Se empieza a ir mientras observa cómo Daniela sale corriendo hacia los brazos de él.Rose~Te caes, te levantas, lloras, ríes, no importa cuantas veces tires la toalla, el punto es volverla a recoger, empezar de nuevo es lo que voy a volver a hacer…Verá de lo que soy capaz…Ha, ha, ha…Me vas a conocer Alex…Continuará…La vida es muy corta para quedarse mirando por la ventana.Cuando era niña, su madre solía repetírselo cada noche. Un día le preguntó, ¿por qué siempre se las repetía?…Ella solo le respondió, que no importaba si sé lo sabía de memoria, sino que era comprender las palabras.Una calidez la invade, en una banca de la calle se termina durmiendo.…— Despierta cariño —Expresa con calidez-Lo deja pasar, no es suficiente para qué habrá los ojos.— Cariño soy yo.Abre los ojos sin poder creer quién es la persona que se encuentra enfrente de ella.— ¿Mamá? —Habla a punto de llorar-Una mujer rubia de cabello rizado, se comienza a acercar a ella, lágrimas comienzan a caer, ha sido tan débil. La mujer la alcanza a abrazar y el agujero en donde caía Rose, se detiene. Es la madre de Rose.Se aleja un poco de su hija, quiere decir algo, pero antes de hacerlo unas cadenas comienzan a amarrarse en ella, empujándola hacia abajo, observando como su madre sonríe con burla al verla.— ¡¡DESPIERTA, VIEJA
— ¡Lárgate!— Cree que podría… BOOMEstá afuera de la estación.— … Ese viejo cómo se atreve a cerrarme la puerta en la cara. — ¡PODRÍA HABERME DICHO QUE NO, NO TENÍA QUE CERRARME LA PUERTA EN LA CARA!, ¡VIEJO ARRUGADO! Lo que no espera, es que el policía le responda, desde adentro de la estación.— ¿Qué dijiste? El oficial sale furioso, no obstante, al ver que la mujer ha desaparecido queda desconcertado, mientras que la mujer sigue corriendo a velocidad de la luz.…Corre aproximadamente dos minutos, al no poder más poco a poco se detiene para caminar lentamente, está muy agitada. Pensando en agua y en dinero, miró a sus alrededores, tal vez alguien podría darle un empleo o algo para sobrevivir.…Por otro lado, un hombre está leyendo la noticia de Rose, en su oficina.— Así que, resultó que la noticia era real. —Dice con burla.La puerta de la oficina de Alex se abre, es uno de sus subordinados.— Lamento molestarlo, pero el empresario se encuentra abajo. ¿Quiere que lo deje e
Pasan un par de minutos, por fin logra conseguir el sueño.Aquella persona que la está espiando, se percata de que se ha quedado dormida, está completamente indefensa. Viéndola con lujuria, se comienza a acercar.Sueña con miles de cosas que le hará, no puede dejar de imaginar con cada paso que da. Es de madrugada, por lo que es casi imposible que alguien los vea.Por desgracia, para él, no sabe que también hay otra persona que los está viendo a lo lejos.Al llegar, lo primero que intenta hacer es tocar sus muslos, no obstante, alguien agarra el brazo. Intenta empujarlo por inercia, pero es llevado directo al callejón, sacan una jeringa que contiene veneno.…— ¡NO TENGO NADA QUE VER CON USTEDES, MALDITOS PSICÓPATAS! —Grita a todo pulmón.Se acerca a uno de ellos para golpearlo, pero este se hace a un lado, al igual que los otros, formando una fila de dos. Un hombre casi cubierto por completo de negro se acerca a aquel hombre, la única parte descubierta es su boca, debido a que está f
Han pasado alrededor de dos días, no ha podido comer ni tomar agua, está muy deshidratada. Un humano promedio puede durar aproximadamente cuatro días sin agua, si esto continúa así, terminará desmayando. Sin embargo, no puede darse el lujo de hacerlo, por lo que se está aguantando lo más que puede.Es inútil, así que, decide detenerse, observa a los alrededores, quizás encuentra un refugio, no obstante, decide dar un par de pasos para mirar hacia el lado contrario, provocando que choque con una señora.BOOM — ¿FÍJATE EN DÓNDE CAMINAS? Aquella anciana está muy bien vestida, por lo que puede notar que es una mujer de dinero.— Lo siento, no era mi intención chocar con usted.Logra ver que no la dejara tan fácil, debido al estar tan sucia, terminó estropeando su ropa entre comillas, puesto que, aquella ropa es muy cara.— ¡Pagarás por esto! —Alza la voz.Señala su ropa con furia, mientras que Rose, empieza a mirar borroso, debido a no tener nada en el estómago.— No tengo dinero, ¿por
— No soy estúpida, no caeré en ese juego. —Dice rápidamente— No es un juego— ¿Qué es lo que quieres?La sonrisa del hombre cada vez se pone más picarona.— Tienes una mente muy sucia, me pregunto, ¿si es tan bueno? —Pregunta coquetamente.— Eres un estúpido, no sé de qué estás hablando. —Exclama furiosa.Se acerca lentamente a sus labios, va a besarla, pero Rose lo empuja, se confundió de chica. Al ver esa sonrisa de cinismo y picardía, no lo soporta e intenta irse de ahí lo más rápido, sin embargo, cuando abre la puerta, por alguna razón, siente que no debe de cruzar. Lo piensa por varios segundos, hasta que decide hacerle caso a su intuición solo por esta vez.— Di otra cosa estúpida y te juro que me largo.Se queda en silencio, al ver que no tiene respuesta, finge irse, pero él la agarra del brazo.— No te precipites, escucha lo que tengo que decir.— Dilo rápido entonces, no me des un discurso barato, solo dilo de una vez. Aprieta un poco más su brazo, la mujer mira dónde la es
— ¿Así que, está viva? —Expresa con una sonrisa.Alex se encuentra hablando por videollamada con un sujeto algo mayor, es blanco, con vestimenta negra.Es un empleado de Alex, es un informante, apodado Ciber, alguien que ha trabajado con él por varios años. Nadie conoce su identidad, por lo que nadie conoce su nombre, ni cuando nació, no tiene ni registros, tampoco huellas.— Por desgracia así es, mis empleados no pudieron con el trabajo, por lo que decidieron mentirme, pero no se preocupe, yo me estoy encargando de ello. Sabe que su jefe está muy molesto. Con una voz gruesa y profunda dice…— La quiero muerta lo antes posible, si ella está vida es un peligro para mí. — Sí, mi señor, créeme que cuando me enteré me encargue de asesinarlos.En realidad no era cierto, ya que, ellos murieron por mano del otro hombre, pero si dice eso, lo más probable es que no termine la semana con vida.— Me has fallado, dijiste que estaba muerta y ahora vienes a decirme que está viva, ¿piensas que esto
Todos están perplejos al ver tal reacción. Pasan un par de segundos, se da cuenta de lo que hizo, no puede con el coraje y la vergüenza, por lo que decide irse.Por otro lado, el entrevistador corta con comerciales. Se levanta y va con Daniela agarrándola del brazo, aunque esta se suelta bruscamente. Cabe recalcar, que hay gente que está sentada alrededor del escenario.— Piense bien las cosas. Intenta agarrar su mano, pero ella del coraje lo empuja, cayendo al suelo. Todos quedan perplejos al ver las reacciones de Daniela.La miran con odio y desprecio, cuando se da cuenta de esto, comienza a irse, pero se le ocurre una brillante idea, ya que, esto puede ocasionar problemas para Alex.— sniff, sniff, ¿por qué tienes que tratarme de esta manera?, acabó de perder a la hermana de toda mi vida y tú vienes a destruirme más. Reclama entre lágrimas.~~~ Ya es algo tarde, Edward ha llegado a la mansión, se encuentra agotado, asesinar a sus enemigos no es nada fácil. Mientras está llegand
No aguanta más, por lo que le suelta un golpe en el estómago. La suelta, aunque el golpe no le genera dolor, sino más bien enojo.— No me mires así, me estabas lastimando y además, odio que invadan mi espacio personal. —Habla con seriedad.La mujer se levanta, solo que esta vez, hay unos zapatos color azul para poder usarlos. Cabe recalcar que todo el tiempo, andaba descalza.— ¿Y estos zapatos? —Pregunta confundida.— No preguntes, solo póntelos y no digas nada.Se siente confundida, pero se los pone para pararse.Se levanta el sujeto y se pone enfrente de ella para agarrarla de los hombres.— Como no puedes hacer algo tan simple, te doy una semana. — ¿Una semana? —Pregunta con molestia.— Agradece que te doy una semana. —Dice rápidamente.El hombre se empieza a ir para dejarla sola, hasta que ella lo detiene con su voz.— Espera, no me has dicho, ¿qué haré después de que me los aprenda?— Te haré un examen, si lo pasas empieza tu cambio y si no, te reemplazó.—… ¿Con reemplazarme te