Anaís parpadeó varias veces, al verse en un lujoso restaurante, aún se reprochaba como fue que se convenció a ir, pero su desconfianza en Rafael estaba a flor de piel, su sistema de alarma se activó cuando este le ofrece la silla para que tomara asiento.—¡Rafael!—Toma asiento y disfruta de la noche que hoy está muy linda como para que sea arruinada.—Rafael…—Disfruta de la cena, Anaís —respondió el hombre ignorando el reproche de la mujer. —¡Rafael! —Anaís insistía en llamar la atención —Mami, ¿no estás alegre? —pregunto el pequeño al ver la expresión de seriedad en su madre.—Cariño, todo está muy bonito —Anaís le dedico la sonrisa más dulce.—Mi papá arreglo todo esto, aunque al principio quería que él cocinara la comida, pero pensando en sus cualidades en la cocina, lo mejor es cenar aquí.—¿Tu papá cocina? —pregunto Anaís desconcertada, esa información era nueva para ella.—Sí, mami.—¡Oh! —Pero no pruebes su pizza —el niño hizo una expresión cómica.—¿Qué tiene la pizza?—E
*Día miércoles*Anaís estaba en el laboratorio haciendo pruebas junto a Adelyn cuando su celular sonaba sin parar.—Creo que es importante, deberías de atender.—Pienso lo mismo —Anaís se levantó y salió a responder la llamada.—¡Ani! —la voz agitada de Evelyn paso el auricular—¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? —pregunto con preocupación.—Tranquila, es Fanny, acaba de romper fuente, ya su esposo la está llevando a la clínica. ¡Qué emoción! La pequeña Alessia viene en camino.—¡Qué buena noticia! Voy para allá, ¿dónde estás?—Manejando, llegaré en cinco minutos.—¡Eres loca! Y así me llamas.—ja, ja, ja, no me dejaste alternativa por no contestar la primera llamada.—Loca, te espero entonces.ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩFanny estaba en su casa, acomodaba algunas cosas que le faltaban para tener todo listo para la llegada de su hija, el día anterior había ido a su chequeo, dónde la doctora le dijo que solo faltaban días para el nacimiento, que se preparara ante cualquier dolor que sintiera.Cuando qu
Anaís se dejó consentir por sus amigas, Fanny y Evelin, quienes arreglaron todo con Adelyn, una nueva integrante que se unía a la tripulación de la locura.—Adelyn ¿sabes que estás mujeres están completamente locas? —pregunto Fanny que daba pecho a su recién nacida hija.—ja, ja, ja, la primera eres tú —dijo Evelyn riéndose.—Hablan de locas, y creo que Adelyn es peor que ustedes —comento Anaís—. No sé dónde me vine a meter.—Amigas locas que harán que seas una de ellas —Adelyn rio a carcajadas—. Ya que si no puedes con la locura, únete a la loquera.Después de reír un rato con sus ocurrencias, las amigas pusieron manos a la obra.—Empecemos por el vestido —dijo Adelyn—. Cómo la señora aquí presente, menciono que no sería culpable de mi muerte, ella ha decidido llevar un vestido, así que he traído varias opciones, solo tienes que escoger aquel que se ajuste a ese cuerpazo.—Y nosotras seremos las jueces, porque es tu primera cita después de años y tienes que ser la protagonista.—No e
Anaís se quedó paralizada por la revelación que Jacques le decía. Si realmente, el nombre de los nuevos productos es Síana, significaba que Gerald había estado ocultándole información importante todo este tiempo. Se sintió traicionada y confundida, ¿por qué él habría hecho algo así? Eso no lo podía entender.Jacques, viendo el efecto de sus palabras en ella, se acercó y trató de consolarla, a la vez que una sonrisa triunfante apareció en su rostro.—Anaís, sé que es difícil de asimilar, pero estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites. Incluso si decides casarte conmigo, estoy dispuesto a cuidarte y protegerte, incluso si necesitas hablar o cualquier cosa, aquí estaré.Sin embargo, ella no prestó atención, buscaba en su mente conversaciones que había tenido con Evelin, para poder atar cabos que le dijeran la verdad, cuando la cuestionó ella le había dicho que el dueño del Jet Síana era el mismo que le dio la casa en Francia, pero ahora veía con claridad que Evelin y Gerald no
Gerald miró a Jacques con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Sabía que había logrado su cometido y que Jacques había sido descubierto en su engaño.—Creo que ya es hora de que te vayas, Jacques —dijo Gerald con frialdad—. No quisiera que te ocurriera algo más vergonzoso aquí. Y por cierto, para la próxima ocasión asegúrate de conocer los gustos de tus conquistas, porque no todas las mujeres son iguales ni tienen las mismas preferencias, cada una es diferente y única.Jacques se levantó de su asiento con una expresión de derrota en el rostro, pero también tenía irá, nada había salido como lo planeo y salió del restaurante sin decir una palabra. Gerald se quedó un momento pensativo, hasta que finalmente suspiró y se levantó también para seguir a Anaís y explicarle toda la verdad.Quizás, después de todo, aquella noche aún podría terminar de manera diferente a como había comenzado.—¡Anaís!Ella, al escuchar la voz de Gerald, se detuvo y se giró para encontrarse con la mirada de é
El sol se estaba poniendo en la ciudad de Valencia y el laboratorio en la empresa Beauty and care GGAT, estaba lleno de botes y frascos con etiquetas que se leía “Crema hidratante” “Serum Facial” “Mascarilla revitalizante” “Protector solar” “Gel limpiador” “Bruma Facial” “Exfoliante facial” y un sin fin de cosas más.Gerald, Anaís y Adelyn estaban dando los últimos toques a los nuevos productos de belleza para el skin care.Adelyn una experta en química, estaba concentrada en mezclar los ingredientes naturales para obtener la fórmula perfecta. Mientras tanto, Gerald se encontraba con un diseñador gráfico talentoso, el cual tenía su concentración en crear las etiquetas y el packaging de los productos.—Creo que esta crema hidratante va a ser un éxito, los aceites esenciales que hemos usado le darán a la piel un aspecto radiante —dijo Adelyn con una sonrisa.—Y la mascarilla revitalizante con extracto de aloe vera y vitamina E va a dejar la piel suave y rejuvenecida —agregó Anaís, orgul
Anaís se sentó en el cómodo sofá de la sala de estar mientras esperaba a que Gerald terminara de preparar la cena. La conversación con Adelyn la había dejado intrigada sobre la faceta culinaria de su enamorado, y no podía evitar sentirse emocionada por la sorpresa que le esperaba, para probar el menú.Finalmente, Gerald apareció en la sala con un delantal blanco y una sonrisa radiante en el rostro.—¡Anaís, mi amor! —exclamó Gerald, acercándose a ella con un beso en la mejilla y un cálido abrazo—. Espero que te guste lo que he preparado para esta noche.—¡Gerald, no puedo creer que hayas cocinado tú mismo! No sabía que podrías hacer algo así—respondió Anaís, sorprendida y emocionada por la muestra de amor y dedicación que él estaba haciendo.—Oh, sí. Me gusta sorprenderte de vez en cuando —dijo Gerald con una mirada cómplice.Gerald siempre había sido un hombre muy ocupado, estaba dedicado por completo a sus negocios, por lo que le resultaba extraño que se tomara el tiempo para cocina
La calma antes de la tormenta, muchas veces no la percibimos, porque pensamos que todo estará así por siempre, pero ¿es así?En la naturaleza, cuando se mira al alrededor, y de repente todo se calma, es como si el viento dejara de soplar que el silencio es tanto que lo hace parecer aterrador. Incluso los pájaros no cantan y regresan a sus nidos. Después los cambios en el aire se empiezan a sentir. Las primeras gotas de lluvia empiezan a caer, a medida que hacen su aparición las nubes negras, anunciando la eminente tormenta.Gerald tenía presente esto, conocía a Jacques y sabía que intentaría por otros medios hacerle daño a Anaís.—Tienes que estar alerta —advirtió su padre.—Lo sé, papá, no quiero que nada malo le pase a Anaís ni mucho menos a Kelvin, por esa razón incremente más la seguridad para ellos.—Jacques es astuto, pero como todo ratón, acaba muriendo al final por el gato cuando es atrapado, estoy seguro de que él va a recibir su merecido, y se te agradece que no olvides tu p