Mis queridas beauties disculpen mi ausencia, he estado sin saldo. Pero ya me pondré al corriente con la historia, las quiero. 💜
—El agua micelar está aprobada, ¡qué emoción!—Sí, cada vez falta menos para el lanzamiento de esta línea —responde Gerald.—Las mujeres amaran todos estos productos ya lo verás.—Eso espero, y estoy seguro de que así será, quiero que esta marca sea la innovadora para brindar una opción a cada persona de acuerdo a su tipo de piel y necesidades de la piel.—Por supuesto que así será, ahora hay que trabajar en el protector solar facial, sería bueno sacar uno para el cuerpo.—Me parece buena La idea, y deberíamos buscar una frase que acompañe al nombre de esta marca.—Pero aún no tenemos el nombre.—Ya lo tengo —Gerald sonrió.—¿En serio? ¿Cuál es?—La semana que viene tengo que viajar a Caracas, así que estarás a cargo. —dijo Gerald evadiendo la pregunta.—¿Qué? —Anaís se sorprendió, pues no sabía nada y no se sentía bien trabajar ella sola.—Sí, es una reunión mensual del servicio de dermatología, he sido invitado a participar en ella. No puedo faltar.—Entiendo, no pasa nada, creo que
—Creí que ya no se hablaban —Evelyn se sentó frente a su amigo, después de servirse una taza de café.—La verdad es que no.—¿Y por qué razón le ofreciste empleo? O sea, no entiendo, más todavía si no has hecho las paces con él.—Mi padre me pidió el favor, no esperaba que Jacques aceptaría, por lo que me arriesgue a ofrecerle ese empleo.—¿Por qué lo haría el señor Nathan? Cuando sabe perfectamente que ustedes dos están de enemigos a muerte.—Un favor que le debía a su amigo.—¿Y por eso tenía que involucrar a su hijo?—El señor Petit quiere que arreglemos los asuntos y cree que la mejor manera es que trabajemos juntos, por eso le pidió a mi padre para darle ese empleo a cambio de ese favor que él le debía.—¡Viejo zorro! —Exclamo Evelyn con un poco de enojo.—Ahora necesito la forma de sacarlo de la empresa, solo que no quiero perjudicar a mi padre, Jacques puede valerse de las mañas más despreciables con tal de hundirnos.—Considero que primero hables con tu padre, ya que fue el qu
—¿Quién es esa zorra? —Fabiola estaba como león enjaulado, caminaba de aquí para allá en la oficina de las secretarías.—¿Qué te importa quien sea? —preguntó otra secretaria.—Es obvio, que deben ser parejas, porque de otro modo, el jefe no entraría así con una mujer, está claro que esa señora es la mujer de él.—Yo, hasta creí que era gay —comentó otra secretaria que estaba algo sorprendida.—ja, ja, ja, todas estábamos pensando eso, pero por lo visto, al jefe si le gustan las mujeres.—Pero también le pueden gustar los hombres.—¡callen! —exclamó la jefa de las secretarias—. ¿cómo pueden pensar en tantas barbaridades, mujeres pecadoras?—¡Tia! —dijo Fabiola molesta.—¡licenciada! —dijeron las otras.—Nada, ustedes tienen esa mente tan enferma de cosas inmundas, que piensan de los demás lo peor. —No pensamos, solo decimos lo que vemos ,y hoy en día es normal que una persona esté con hombres y mujeres a la vez, que le gusten ambis sexos.—Viviana, te ves más bonita calladita —America
Anaís parpadeó varias veces, al verse en un lujoso restaurante, aún se reprochaba como fue que se convenció a ir, pero su desconfianza en Rafael estaba a flor de piel, su sistema de alarma se activó cuando este le ofrece la silla para que tomara asiento.—¡Rafael!—Toma asiento y disfruta de la noche que hoy está muy linda como para que sea arruinada.—Rafael…—Disfruta de la cena, Anaís —respondió el hombre ignorando el reproche de la mujer. —¡Rafael! —Anaís insistía en llamar la atención —Mami, ¿no estás alegre? —pregunto el pequeño al ver la expresión de seriedad en su madre.—Cariño, todo está muy bonito —Anaís le dedico la sonrisa más dulce.—Mi papá arreglo todo esto, aunque al principio quería que él cocinara la comida, pero pensando en sus cualidades en la cocina, lo mejor es cenar aquí.—¿Tu papá cocina? —pregunto Anaís desconcertada, esa información era nueva para ella.—Sí, mami.—¡Oh! —Pero no pruebes su pizza —el niño hizo una expresión cómica.—¿Qué tiene la pizza?—E
*Día miércoles*Anaís estaba en el laboratorio haciendo pruebas junto a Adelyn cuando su celular sonaba sin parar.—Creo que es importante, deberías de atender.—Pienso lo mismo —Anaís se levantó y salió a responder la llamada.—¡Ani! —la voz agitada de Evelyn paso el auricular—¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? —pregunto con preocupación.—Tranquila, es Fanny, acaba de romper fuente, ya su esposo la está llevando a la clínica. ¡Qué emoción! La pequeña Alessia viene en camino.—¡Qué buena noticia! Voy para allá, ¿dónde estás?—Manejando, llegaré en cinco minutos.—¡Eres loca! Y así me llamas.—ja, ja, ja, no me dejaste alternativa por no contestar la primera llamada.—Loca, te espero entonces.ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩFanny estaba en su casa, acomodaba algunas cosas que le faltaban para tener todo listo para la llegada de su hija, el día anterior había ido a su chequeo, dónde la doctora le dijo que solo faltaban días para el nacimiento, que se preparara ante cualquier dolor que sintiera.Cuando qu
Anaís se dejó consentir por sus amigas, Fanny y Evelin, quienes arreglaron todo con Adelyn, una nueva integrante que se unía a la tripulación de la locura.—Adelyn ¿sabes que estás mujeres están completamente locas? —pregunto Fanny que daba pecho a su recién nacida hija.—ja, ja, ja, la primera eres tú —dijo Evelyn riéndose.—Hablan de locas, y creo que Adelyn es peor que ustedes —comento Anaís—. No sé dónde me vine a meter.—Amigas locas que harán que seas una de ellas —Adelyn rio a carcajadas—. Ya que si no puedes con la locura, únete a la loquera.Después de reír un rato con sus ocurrencias, las amigas pusieron manos a la obra.—Empecemos por el vestido —dijo Adelyn—. Cómo la señora aquí presente, menciono que no sería culpable de mi muerte, ella ha decidido llevar un vestido, así que he traído varias opciones, solo tienes que escoger aquel que se ajuste a ese cuerpazo.—Y nosotras seremos las jueces, porque es tu primera cita después de años y tienes que ser la protagonista.—No e
Anaís se quedó paralizada por la revelación que Jacques le decía. Si realmente, el nombre de los nuevos productos es Síana, significaba que Gerald había estado ocultándole información importante todo este tiempo. Se sintió traicionada y confundida, ¿por qué él habría hecho algo así? Eso no lo podía entender.Jacques, viendo el efecto de sus palabras en ella, se acercó y trató de consolarla, a la vez que una sonrisa triunfante apareció en su rostro.—Anaís, sé que es difícil de asimilar, pero estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites. Incluso si decides casarte conmigo, estoy dispuesto a cuidarte y protegerte, incluso si necesitas hablar o cualquier cosa, aquí estaré.Sin embargo, ella no prestó atención, buscaba en su mente conversaciones que había tenido con Evelin, para poder atar cabos que le dijeran la verdad, cuando la cuestionó ella le había dicho que el dueño del Jet Síana era el mismo que le dio la casa en Francia, pero ahora veía con claridad que Evelin y Gerald no
Gerald miró a Jacques con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Sabía que había logrado su cometido y que Jacques había sido descubierto en su engaño.—Creo que ya es hora de que te vayas, Jacques —dijo Gerald con frialdad—. No quisiera que te ocurriera algo más vergonzoso aquí. Y por cierto, para la próxima ocasión asegúrate de conocer los gustos de tus conquistas, porque no todas las mujeres son iguales ni tienen las mismas preferencias, cada una es diferente y única.Jacques se levantó de su asiento con una expresión de derrota en el rostro, pero también tenía irá, nada había salido como lo planeo y salió del restaurante sin decir una palabra. Gerald se quedó un momento pensativo, hasta que finalmente suspiró y se levantó también para seguir a Anaís y explicarle toda la verdad.Quizás, después de todo, aquella noche aún podría terminar de manera diferente a como había comenzado.—¡Anaís!Ella, al escuchar la voz de Gerald, se detuvo y se giró para encontrarse con la mirada de é