Capítulo 5.
* Cercanía. *Naomi. — Déjate llevar, ven conmigo —me dice tomando mi mano. —¿A dónde me llevas? ¿Qué quieres de mí? —le digo asustada, viendo el mar golpear mis piernas. Se acerca y me besa, tomándome de las caderas; me lleva sumergida en el mar. Sus besos son como un dulce adictivo. — Albert.— Lo veo quitar mi camisa y besar mi cuello. — Dime que no tienes ganas de que te haga mía —me dice subiéndome a sus caderas, devorándome con pasión. *** — Despierta, despierta, chica, ¿qué estás soñando? No paras de gemir con ansias —me dice Evelyn, sorprendida. —Sí, chica, ¿qué pasa, Nao? ¿Qué te pone así? — Ashley,curiosa, me acaricia el cabello. — No es nada, chicas, solo fue un mal sueño —les digo con la sensación de sus caricias aún en mi mente. — Vale, levántate, hoy fue a ti que se te pegaron las sábanas y vas tarde a clases. Te vemos allá, pasaremos a la cafetería por algo para que desayunes — me dice Ashley saliendo con Evelyn de la habitación. Me siento en la cama mientras calmo mi corazón por ese sueño, me levanto y me quito la camisa y el pantalón envolviéndome en la toalla. Cuando siento una mano recorrer mi hombro, me giro y golpeo su cara de un golpe. — ¿Qué te pasa? —Mira lo que me hiciste —me dice, viendo la marca que le hice con mis uñas en su mano que sangra. — Lo siento, lo siento, ¡espera! ¿Qué haces en mi habitación? —¿Cómo entraste? —le digo enojada. — La puerta estaba abierta —me dice acercándose a mí. — ¿Qué haces? —Aléjate de mí —le digo asustada de su cercanía. — Tienes algo en el cabello, espera —me dice quitando un papel que seguro me lo colocó Ashley, que siempre me hace esa broma. — Tus gemidos no nos dejan dormir.— Lee la nota y me mira pícaro. — ¿Qué? —¿Por qué me miras así? —le digo sonrojada. — ¿Quién te hace gemir, tu novio el nerd o yo? — Sus palabras queman mi corazón acelerado. — Primero, él no es mi novio y segundo, ja, ja, ja, ¿tú? —¿Por qué me harías gemir? —le digo riéndome de él. — Vaya que son hermosos —me dice acariciando mi mejilla. — ¿Qué haces? —le digo nerviosa. — ¿Tú crees que no puedo hacerte gemir? —¿Quieres probar? —me dice besando mis labios, a lo que yo correspondo su beso dejándome llevar. Pasa su mano por mis piernas desnudas y un gemido sale de mí cuando se acerca llegando a mi sexo. — Suéltame —le digo, alejándome de él, aferrándome a mi toalla lo más posible. — ¿Ves? —Ves que sí puedo hacerte gemir.— Se saborea los labios pasando sus dedos por ellos. — Sal de mi habitación o llamaré al rector.— Estoy muy asustada, me dejé llevar por sus besos. ¿Qué estoy haciendo? — Pasaré por ti a las 6 pm, iremos a mi casa a organizar lo del proyecto y más te vale estar lista o subiré a buscarte y créeme, te volveré a besar haciendo que tus amigas no te dejen tranquila en una semana.costúmbrate, pasaré por ti todos los días a la misma hora hasta que terminemos este proyecto juntos — me dice acercándose y tomándome a la fuerza para besarme. — Baboso — le digo sin aliento. — Este baboso te hace gemir con solo tocarte —me dice saliendo de la habitación. Quedé en un estado de shock: el chico más popular de la escuela me acaba de besar. Me pellizco para ver si no estoy soñando y la verdad, no estoy soñando; Albert me acaba de besar.ios, mis nervios me llevan a la ducha donde me baño lo más rápido que puedo y me cambio saliendo a clases. Al entrar al salón, le paso, por un lado, y él rosa mi mano. Lo miro y me guiña un ojo pícaro, se toca sus labios seductores. ¿Qué le pasa? ¿A qué juega? ¿O es que en realidad le gustó? No, eso es imposible, debo tener cuidado con él o caeré en sus juegos. En la clase de economía estamos debatiendo el valor de una empresa sustentable con una franquicia hotelera en una zona aislada, a una empresa no sustentable con un valor de franquicia permanente con franquicia de restaurante. La empresa hotelera puede producir por medio de sus visitantes un promedio de 80% al año, pero la franquicia con restaurante genera 95% de producción al año, ya que al 100% de los empresarios les gusta comer en restaurante; casi todos sus negocios los cierran en restaurantes y si son de empresas, un buen restaurante consume al público y a los empresarios. La franquicia hotelera, solo asisten personas con la capacidad de pagar esas caras uites. El debate se extiende. Ganando mi demanda con las franquicias de restaurante, más rápida inversión y muy fácil desarrollo en el mercado, el grupo de Albert pierde en el debate y me miran con odio, excepto Albert, que me mira interesado en mi argumento. Salimos de clases y de inmediato paso por la biblioteca para retirar los libros de ciencia para el proyecto de reciclaje marino para reconstruir la alimentician de los animales domésticos. Los trabajos se acumulan y veo cada vez más imposible terminar antes del lunes. Termino todos los trabajos de las clases del lunes con las chicas y veo la hora: solo me faltan 10 minutos para salir al encuentro con Albert. Me levanto corriendo por la habitación y las chicas se sorprenden al verme juntar lápiz labial. — Wao, ¿guapa y tú a dónde vas que te estás perfumando y echando lápiz labial? — Me dice Evelyn, curiosa; no puedo ocultarlo o me descubrirán en cualquier momento. — La verdad nunca les he dicho mentiras a ustedes; saldré con Albert, tenemos que estudiar para el proyecto—les digo apenada. — ¡Espera! —Espera, Nao, ¿me estás diciendo que saldrás con el galán más popular del instituto? —dice Ashley emocionada. —Sí, solo estudiaremos —digo apenada. — ¿A dónde te va a llevar a estudiar? — Evelyn se sienta a mi lado con curiosidad. — No lo sé—les miento, no quiero que armen más drama. — Vale, guapa, ¿Y si te cambias de ropa? No sé algo más sexy —dice Ashley mostrando un short y una camisa menos cubierta. — No, por favor, no le digan a nadie que él vendrá por mí, me tengo que ir; me dijo que estuviera a las 6 y ya son las 6 y 12 minutos —digo, ansiosa de que suba por mí. — Ok, vamos, te acompañamos a la entrada —me dicen muy felices. Las chicas están más contentas que yo; aún no creen que él vendrá. Nos acercamos a la entrada y lo vemos llegar en su Ferrari rojo, bajando con tanto estilo que mi baba podría caer al piso. Las chicas me miran como si fuera un sueño lo que ven. Yo las abrazo y les doy un beso. Tomando mi mochila y mis libros, me acerco al coche donde él abre la puerta. Yo me despido de lejos de las chicas y entro al coche; él de inmediato arranca con mucha velocidad. — Mmm, les dijiste a tus amigas—me dice algo serio. —Sí, ¿te molesta? —le digo mirando su mandíbula tensar; presiona la velocidad entrando en su casa. Bajo del coche y espero que él abra la puerta, entro y puedo ver dos laptops en una gran mesa. Nos sentamos y le entrego la carpeta con mis ideas del proyecto; él escoge la de reciclaje de algas marinas y hojas de mar, como depurativo para los gatos y vitaminas para su crecimiento. Nos centramos en el trabajo; él me da sus ideas y yo las mías. Nos comunicamos muy bien cuando se trata de trabajo, es realmente bueno en lo que hace. Lo veo levantarse y llamar por teléfono; es tarde y aún seguimos buscando una fórmula química para desarrollar un depurativo orgánico con las hojas de mar. Tenemos varias ideas y él me facilita una laptop para subir mis fórmulas. —¿Me puedes prestar el baño?le digo apenada. — Tú sabes dónde está, no es la primera vez que vienes — me dice serio. — Gracias —le digo subiendo a la habitación, que es lo único que conozco de esta casa. Después de orinar bajo y él no está, lo llamo, pero no aparece. De repente, intento abrir la puerta y se activa una alarma donde se apagan las luces. Del miedo, me siento abrazada a mis rodillas llorando su nombre, cuando siento que algo cae al suelo. Sus brazos me recorren abrazándome; las luces vuelven mientras no puedo sacar mi rostro de su pecho. — Tranquila, ya pasó, solo fui por la pizza — me dice acariciando mi mejilla. — No me vuelvas a dejar sola —le digo llorando, abrazada a su pecho. — No lo haré, ven, siéntate en el sofá. Me toma de la mano, ayudándome a levantar. Me lleva al sofá, donde me mira burlón. — ¿Qué pasa? ¿Tengo algo? —le digo asustada, mis manos no dejan de temblar. — Ven, esto te almará. — Se acerca a mí, y sin previo aviso me besa metiendo su lengua en mi boca que lo recibe. Mi corazón se acelera, pero puede lograr calmarme al no pensar en nada más que en lo que hacemos. Nos besamos por un buen rato; siento su cercanía, su calor y ansiedad con sus manos recorriendo mi espalda. Llega a mi trasero donde se aferra, aprieta mi pierna derecha y de inmediato me levanto, soltándolo . Lo miro a los ojos y él me mira diferente, con una mirada que nunca había visto en él. Me acerco y lo abrazo a mi cintura, donde se aferra a mí. Por un minuto sentí su cercanía, un Albert diferente al arrogante y prepotente que he conocido. Lo ayudo a levantarse y nos sentamos a comer la pizza que está un poco destrozada porque Albert la dejó caer al suelo para correr a mí. Estamos disfrutando de la pizza y él coloca una película muy graciosa donde nos estamos riendo mientras comemos. Él me toca la pierna en ocasiones para llamar mi atención y me jala hacia él, besando mis labios que lo reciben con ansias. Es la primera vez que beso a un chico y es el chico más guapo y popular que he conocido; no puedo describir lo que me hace sentir, pero me llena por completo. Seguimos viendo la película y al terminar hay una escena que nos deja riendo por la trama. — Realmente son hermosos —me dice tocando mi mejilla. — Los heredé de mi abuela —le digo tocando su mano. — Tu abuela te dio algo muy bello, te lucen perfecto.— Me aprieta pellizcando mi mejilla para acariciar mis hoyuelos. Estamos un poco perdidos, puedo notar la hora y me asustó mucho. — O vaya,Albert, me tengo que ir. Llévame de vuelta.— Le digo buscando mis sandalias debajo del mueble. — Quédate conmigo esta noche —me dice, sosteniendo mi mano. — No puedo, mis amigas estarán esperando para que les cuente todo lo que hice aquí. — ¿Les contarás que nos besamos? — No, ¿quieres que lo haga? En realidad nunca les he ocultado nada y desde que te conozco lo que hago es mentir; nunca había dicho tantas mentiras en mi vida. — Siempre hay una primera vez para todo, vamos, te llevo para que les mientas a tus amigas por mí —me dice llevándome a recoger mis cosas. Vamos en el coche y no puedo evitar pensar en los besos que nos dimos; me cuesta mucho evitar que mi piel se erice con su tacto. Estaciona el coche en la entrada de las habitaciones, espero a que abra la puerta, se acomoda frente a mí y yo me acerco y lo beso en los labios. Bajo del coche y lo veo despedirse de mí y arranca su coche con prisa. Entro al corredor y, al entrar, están las chicas esperando por mí. Al verme, corre a quitarme el bolso, llevándome de la mano hasta la cama. — Vamos, suéltalo todo, ¿qué hicieron? —dice Evelyn, curiosa. — Lamento decepcionarlas, chicas, pero no pasó nada, estudiamos, él compró pizza, comimos y me trajo de vuelta; es el mismo odioso de siempre —les digo,seria, para que me crean. —Aaah, qué mal. No pensé que sería como esas películas donde el chico se enamora de la chica por su forma de ser.— Ashley,decepcionada, se acuesta sobre su cama y Evelyn la sigue. — Vamos, Ashley, nos quedamos despiertas por gusto; Nao nunca hace nada interesante. — Lamento que no fuera lo que esperaban, chicas —les digo acostándome sobre la cama, donde mi risa triunfadora me hace sentir orgullosa de lo bien que sé mentir. En mi mente, los besos de Albert no salen de mis pensamientos, envolviéndome en un deseo incontrolable. Ansío verlo mañana otra vez; las horas pasan y se hacen largas mientras quedo dormida.Capítulo 6. *Autoridad. *Albert. Me despido de ella después de haber pasado una noche increíble. Lástima que esto es una apuesta y, como toda apuesta, no puedo fallar. Creo que está cayendo justo en el punto donde yo la quiero; poco a poco ella va cediendo y este juego apenas comienza. Llego a casa y me siento solo en el sofá; vivir aquí solo me empieza a molestar un poco. Me recuesto en el sofá con la cabeza hacia atrás; los recuerdos de ella pasan por mi mente y ese beso… ¿Qué me pasa? Ella no puede ocasionar ese efecto en mí, es mal arreglada para los gustos que yo me doy. Llamo a mis amigos que en media hora ya están fuera de mi casa con cerveza; estamos disfrutando de una buena película mientras tomamos cerveza y comemos hamburguesas. — Cuéntanos, Albert, ¿cómo vas con la nerd? —me dice Yolanda, llamando la atención de los chicos. — Bien, tú tranquila, enfócate en conseguirme los coches y el contrato, que de ella me encargo yo. — O vaya, se ve que tienes todo controlado
Capítulo 7. *Declaración. *POV Naomi. Abro mis ojos y lo veo caminar por la casa en bóxer. Pasa por el sofá y yo cierro mis ojos haciéndome la dormida; mis nervios me delatan y lo puedo ver subir las escaleras, toda una escultura esculpida por Dios. Es muy hermoso, tanto que me pone a temblar al verlo con su ropa interior. — Sé que estás despierta, levántate, tenemos que irnos. Me levanto asombrada de que sepa que estoy despierta, subo al baño y puedo ver que está ocupado, doy vueltas en la casa y encuentro una habitación donde paso y cierro la puerta, me ducho y me cambio lo más rápido que puedo, bajo a la cocina para hacer de comer y preparo huevos revueltos con tocino, jugo de naranja y pan tostado, organizo la mesa para comer y lo veo bajar con su chaqueta de cuero y sus pantalones ajustados; al ver el desayuno, sus ojos se fijan en los míos con una mirada profunda. —¿Qué pasa? ¿No te gusta? — No pasa nada, solo que nunca desayuno en casa, siempre salgo a las carreras.
Capítulo 8. *Cena. Despierto y él me abraza con sus brazos a mis caderas; aún dormido, me levanto tratando de no despertarlo y me ducho. Ya debemos volver y dejo todo organizado. Él despierta entrando a la ducha mientras yo me termino de arreglar, tomo mi bolso y salgo en busca de mis amigas, pero todas ya se han ido y somos los únicos en el campamento. Vuelvo a la cabaña donde él está descalzo con solo su pantalón, sin camisa; me acerco y él se gira para verme. Lo veo muy serio y puedo ver que su celular no para de sonar con mensajes. — Estamos solos en el campamento. — ¿Cuál es el problema? —dice algo molesto. — ¿Pasa algo? — No, espérame afuera, ya voy a salir.— Lo veo tomar su celular ante una llamada. Camino hasta el coche donde lo espero; por media hora mi enojo aumenta y él viene muy tranquilo, sube a su coche y me abre la puerta para que suba. Saliendo del campamento, puedo ver que aumenta la velocidad introduciéndose en la carretera, puedo ver la vena de su frente
Capítulo 9. *Atraído. Veo a mi abuela acercarse a nosotros y me siento nerviosa, ya que sus manos posan en mis caderas como si fueran suyas y me siento abrumada. — Usted debe ser Albert —le dice, mirándolo a los ojos fijamente. — Si es un placer, usted debe ser la abuela de Adalia. Lamento que no nos hayamos presentado antes; para mí es un placer conocer a quien le heredó los hermosos hoyuelos a Naomi —dice extendiendo su mano para tomar la de mi abuela en un saludo. — Mmm, tú pareces muy interesado en mi nieta; yo solo espero que no la lastimes por andar jugando con otras chicas.— Siento como me mira con determinación. — No tiene de qué preocuparse, tenga por seguro que mis intenciones con su nieta son reales —dice apretando mis caderas. — Yo solo espero que lo que dices sea verdad y la hagas muy feliz. Te estamos entregando lo más preciado que tengo y no quiero verla sufrir. — No se preocupe, señora, la cuidaré bien. — Bueno, vayan, se les hará tarde; me escribes al llega
Capítulo 10. *Momento a solas. *Albert. Siento que se levanta de la cama mientras la sostengo con mi brazo que ella quita cuidadosamente de sus caderas, donde me quedo sobre la cama esperando a que ella se duche. Le doy su espacio y me despierto entrando en la ducha, donde el agua caliente recorre mi cuerpo. Termino de ducharme y salgo donde los mensajes de Yolanda me invaden. Un mensaje de mi padre de lo más arrogante pidiéndome que asista a una estúpida cena de negocios me hace enojar, queriendo desaparecer de la farsa de familia perfecta que tengo. Puedo verla volver y mirarme con curiosidad; sus ojos se detienen en mi celular, el cual tomo y lo dejo sobre la mesa mientras busco mi camisa, tan enojado que quiere que me deje solo. — Estamos solos en el campamento. — ¿Cuál es el problema? —digo enojado. — ¿Pasa algo? — No, espérame afuera, ya voy a salir —le digo, tomando la llamada de mi padre que no deja de molestar. — Dime, papá. — Se dice buenos días.demás, Albert,
Capítulo 11. *Momento familiar POV Albert. — No, llévame a la universidad, tú y yo no tenemos nada de que hablar — La sostengo atrayéndola a mí mientras la saco del coche la pego a mi cuerpo sintiendo su perfume invadiendo mis fosas nasalesnasales. — ¿Dime qué no sientes nada cuando te toco? — Se suelta de mí se para muy lejos de mí y puedo ver lo asustada que está, la sigo corriendo por medio de la arena la sostengo con fuerza. — ¿Qué quieres de mí? — Te quiero a ti, solo no te alejes de mí — Le digo con sinceridad la abrazo mientras beso sus labios siento un deseó apoderarse de mí volviendo nuestras respiraciones agitadas. — Júrame que no tienes nada con Yolanda, Albert realmente me gustas y no quiero que me lastimes, sea lo que sea que pase entre ustedes dímelo ahora o aléjate de mí — Por un momento pienso que esto es un juego, pero ella se entra metiendo en mi cabeza y su belleza me atrae tanto que la tomo de sus hermosas mejillas mirándola fijamente a los ojos. — Ella y
Capítulo 12. *De vuelta. Naomi. Me ayuda a bajar del coche, donde se acerca tomando mis caderas, puedo ver cómo me carga sobre su regazo mientras me besa en los labios con intensidad nuestras respiraciones se vuelven más agitadas, me siento tan atraída a él cómo nunca, me dejó llevar y él quita mi camisa dejándome en sostén, me sostiene llevándome a la casa donde me deja sobre la mesa, mis nervios aumenta es la primera vez que estoy en esta situación, pero me siento atraída por él, por sus besos y sus caricias puedo verlos tocar mis mejillas mientras me siento sonrojar mientras lo miro fijamente, mi cuerpo tiembla en el roce sé sus labios con los míos, como si lo necesitará, como si fuera necesario para mí, siento como pasa sus manos por mi sostén mientras besa mi cuello desatando mi sostén me lo quita y me siento insegura, nadie me había visto sin ropa y su contacto con mis senos me hace sentir un temor desconocido haciéndome retroceder con temor, no puedo mirarlo a los ojos y s
Capítulo 13. *Juego. Lo veo levantarse y tomarla del brazo llevándola lejos de mí una fuerte sensación invade mi pecho. Lo veo alejarse con Yolanda mi corazón se quiere salir de mi pecho mis amigas notan mi reacción y se acercan a mí de inmediato. — Nao, ¿dónde te has metido todo este tiempo? —Te ves hermosa,amiga.— Me sonríe Evelyn con curiosidad. — Lo mejor es que empieces desde el principio, ya que no entendemos por qué llegas con Albert y que pasa con Yolanda — Ashley me sostiene de la mano mientras no puedo dejar de mirar a su dirección. — Vamos, quiero salir de aquí, luego les cuento todo — recojo mi bolsa saliendo de la cafetería me voy a la habitación donde me acuesto sobre la cama sin entender el porqué Yolanda actuaba de tan forma que me hace entender que le afecta mi relación con Albert. — Vamos amiga cuéntanos, ¿Qué pasa ya no confías en nosotras? Me siento en la cama y les explico con detalles todo lo que a pasado sin decirle que ya tuve relaciones, eso es algo