La luz llega a mis ojos, me muevo para alejarme de lo que me molesta aun con los ojos cerrados, un quejido sale de mis garganta al moverme porque la claridad sigue fastidiando mi sueño, quiero seguir durmiendo, aun con mi esfuerzo no lo consigo, me alzo sobre la cama reposando mi cabeza sobre el respaldo y noto que no se encuentra Óscar a mi lado, me desperezo e intento salir de la cama y noto que ingresa por la puerta con una bandeja de comida, una enorme sonrisa se posa en mis labios, lo cubre solamente un par de pantaloncillos, puedo ver todo su toroso, trago en seco cubriéndome con ella, me alcanza su camisa al momento de poner la charola entre nosotros y se coloca al otro lado, se acerca despacio depositando un beso en mi mejilla y murmura “buenos días”.

Hace un gesto para que comience a comer, muero de hambre y me bebo el jugo, luego comienzo con el pan tostado y los huevos revueltos que están mi plato, comemos en silencio,