Llevo mi mano a mi rostro en un intento de cubrirme de la claridad, aprieto los ojos y logro moverme de la cama, coloca mi espalda sobre el respaldo, parpadeo un par de veces y logro ver que las cortinas han sido removidas de su lugar, giro la cabeza y observo con atención el paisaje que por la noche no se puede apreciar correctamente nos encontramos a las afueras de la ciudad donde observo las montañas que circuncidan en el lugar.

Masajeo mi cuelo, giro la cabeza y noto a alguien en la habitación por un instante creo que se trata de Óscar, giro la cabeza, pero me encuentro con el dormido sobre la cama, eso me pone en alerta y enfoco correctamente y me encuentro a una señora de al menos cincuenta años recogiendo el dormitorio me percato que estoy descubierta del pecho así que subo mis manos y ella ríe a carcajadas lo que me hace sentir incomoda.

-No se preocupe pro mí – habla con tranquilidad –