VERA Llego al departamento de Laila demasiado exaltada, nunca debí dejarla que se quedara sola, es que siempre lo hace y jamás sucedió nada. Solo puedo pensar que es mi culpa, porque creo todas las madres me entenderán, cuando un hijo se enferma solo podemos pensar que algo hicimos mal. Golpeo apresurada y Laila me atiende al instante. — ¿Cómo está? — entro buscando a Molly con la mirada. —Ya está sin vomito, pero aún se siente mal, al menos retuvo el agua que tomo — está muy mal mi pequeña. —Al parecer comió algo que le cayo mal, ella comió chocolate conmigo lo único que se me ocurrió es que sea eso — camino hasta el sillón donde está durmiendo Molly. —Fue eso Lai, ella comió chocolate en la mañana con Morris y le habrá caído mal tanto exceso — toco su frente para saber si tiene temperatura pero por suerte no. —Lo siento amiga, yo no lo sabía yo… hey tranquila solo es un mal estar de estómago – Lai me abraza y me encuentro llorando sin saber porque, vine tan asustada, solo pens
MORRIS No debí juzgarla, tantas cosas que pensé de ella y solo me dejo porque Molly está enferma, debí llamarla, pero tampoco tenía su número. Yo creyendo que solo me uso, que era una mujer desalmada que simplemente me abandono en el hospital, a veces soy demasiado impulsivo al pensar, pero fue todo demasiado confuso, como un tonto me sentí herido, es que siento tantas cosas por ella que me nubla la razón. El solo hecho de escuchar su nombre activa una ansiedad sin sentido. Y esta niña me tiene así dejando a mi prometida en plena discusión porque la preocupación que embarga mi cuerpo por saber que le sucede no tiene lógica. Conduzco hasta el departamento de Vera y golpeo su puerta. No tarda demasiado en atender y me mira llena de sorpresa, preocupación y desconcierto, pero a la vez sus ojos brillan. Antes que pueda hablarle Molly viene corriendo. — ¡Morris! —me agacho a su altura y ella me abraza pero yo solo miro a Vera. Ella me gusta, no tengo dudas. —Cumpliste y viniste —
VERA Lo miro parado en la puerta, si mirada va a mis labios y luego a mis ojos. —Gracias por venir Morris, de verdad qu… Me besa y solo me dejo hacer entregándome a este beso tan casual que me llena de sentimientos. —Nunca en todos estos años me había sentido tan bien como contigo y Molly —susurra separándose de mis labios y como tonta me quedo muda — Es como si siempre hubiera sido así y sé que descubriré el porque — se aleja acariciando mi mejilla. —No tienes que agradecerme, Molly es una niña hermosa y no hubiera dudado es venir ni un segundo, lo sentí y lo hice — sonríe y camina hacía el ascensor dejándome llena de emociones. Sus palabras, como él dice sentirse, aunque no haya un recuerdo de lo que fuimos, todo sigue ahí, nuestro amor siguen intacto. Él quiere a Molly a pesar de conocerla hace tan poco, eso solo es la prueba de que la sangre se siente. Cierro la puerta aún atontada por todo esto, sonrío mientras suspiro. Lo amo, siempre lo hice y siempre lo haré. Solo me p
MORRIS Renata a pesar de estar molesta conmigo insistió en que la acompañara a la cita con la organizadora de bodas. Ella no toco el tema de Vera y yo obviamente no lo mencione, en estos momentos estoy tan confundido que no sé lo que debería hacer.Acepte ir a la cita, pero la verdad que se siente todo ajeno y…. siento que esto ya no es lo que fue al principio pero... ¿Qué debo hacer?—Llegamos Morris —miro a Renata en el asiento del acompañante y bajamos en el lugar donde es la cita, que resultó no ser El Mol y está mal que lo piense pero tenía la esperanza de verla.¡No puedo ser así!Entramos al restaurante donde nos citaron y me sorprende encontrarme a la mujer rubia de ojos cafés que creí era la mamá de Molly.—Hola, soy Laila Peck, seré su organizadora — estrechamos la mano con ella y nos sentamos. Laila Peck, ella es quien me dio la dirección de Vera cuando la llame en el bar.Ella solo me observa con cautela, estoy seguro que es amiga de Vera, porque no creo que dejará a Mol
VERA Miro hacia todos lados esperando con ansiedad su llegada, después de hoy, todo cambiara, solo quiero que sea para mejor, sé que no será fácil, pero haré lo posible para que Molly tenga una vida tranquila y llena de felicidad como merece. Sí, estoy nerviosa y tengo miedo de la reacción de Morris, lo conozco pero su reacción podría variar, tengo que estar lista para todo, pero sigo creyendo que esta es la mejor decisión. Lo veo llegar y sonrío ante lo que el genera en mi cada vez que lo veo. Él solo sonríe pero una sonrisa fugaz que es reemplazada con su seriedad. Lo noto raro, diferente, ¿Distante? — ¡Hola Morris! — me acerco a saludarlo pero el solo se sienta dejándome una extraña sensación en el estómago. —Hola Vera — me siento frente a él. —Gracias por venir, yo no sabía que momento buscar para que hablemos, el otro día con Molly no pude hablarte de un tema importante que me gustaría tratáramos — me río nerviosa y el solo asiente muy se
VERA—Vamos a poner una cortina color Lila aquí — trato de hablar con Molly que solo ignora desde que nos instalamos. — ¿Qué te parece amor? — Molly me mira, mira el lugar y se encoje de hombros. — Molly hija, vamos a estar mejor te lo prometo, esto es un cambio para que las dos estemos bien — me mira con sus ojos empañados y mi corazón se aprieta. — ¿Porque dejaste a Papá? — creo que ella debe saberlo, no puedo mantenerla ajena a todo ella está sufriendo por no entender la situación y no es justo, sé que ella lo entenderá, solo que me duele exponerla, pero es peor que cree su propias hipótesis.—Amor, Morris va a casarse y quiere pasar más tiempo con su prometida, entonces como yo ya planeaba múdame, lo mejor fue hacerlo ahora — hace un puchero y pestañea varias veces tratando de no llorar.—Pero ¿Por qué no vino con nosotras? ¿Ya no nos quiere? — la miro tratando de aguantar el llanto, porque me duele que ella se sienta así, que crea que su papá no la quiere
MORRIS Siento como si mis días pasaran tan rápido que no tengo noción del tiempo, es como si todo a mi alrededor siguiera a pesar de mi indiferencia, como si estuviera quieto y todo pasara como una película, una película aburrida, muy aburrida. Veo a todas las personas que van y viene en la casa, ni siquiera quiero estar en esta casa, debería estar en mi departamento. Tantas personas hablando me abruman y solo quiero que todos se callen para tener un segundo de paz. —Mor, mira esto — Renata me muestra en la tableta en donde se ven unas imágenes de algún lugar, el cual no identifico. — ¿Te gusta? Me pareció un buen lugar para la luna de miel — miro todo pero la verdad no sé qué quiere que diga, no me emociona la luna de miel, la verdad nada me emociona últimamente. —Si a ti te gusta Rena — me mira extrañada. —Podrías ayudarme a elegir algo ¿no? Siento que todo lo que te muestro, nada te interesa — porque es así, pero no se lo diré, supongo que será
VERA —Molly amor, hay panqueques — es la tercera vez que la llamo y no contesta.Camino hacia la habitación y está sentada en la cama jugando desganada con uno de sus peluches, hace unos días esta así triste, no sé qué hacer, no me atrevo a preguntar el motivo, temo que sea Morris.—Hola mi amor ¿Quieres panqueques con chocolate? — niega sin mirarme y esto m3 genera demasiada impotencia. — Ven a desayunar Molly, tienes que tener energías y si no desayunas te hará daño — me mira pestañando afligida y deja sus juguetes para bajar de la cama y de manera sistemática va a la cocina.La sigo sintiendo un gran angustia en mi pecho, porque esta no es mi niña llena de vida, alegre y simpática, se ve apagada y sin ganas de nada.Se sienta en la mesa y solo juega con su taza dando algunos tragos pero sin ganas y solo porque le pedí que desayune, mira los panqueques pero no da ni un bocado, Molly ama los panqueques.Me siento a su lado y acaricio su pelo.—Prin