POV: William.
Ese sentimiento horrible, que solo se siente cuando el miedo atenaza, casi me vuelve loco.
La desesperación que sentí fue tanta, que no podía dejar de comerme las uñas mientras el tiempo avanzaba y yo seguía lejos. Tal vez no hubo tanta demora, tal vez mis ansias me hicieron creer que llegaría demasiado tarde. Pero ya estoy aquí, abrazado a la mujer que amo con mi vida y que me dio el peor susto que hubiera podido recibir.
—Siento todo esto, Will, de verdad.
Me separo y la miro a los ojos, con el ceño fruncido. Lo que me muestra su mirada es tan intenso, que un estremecimiento me recorre.
—No tengo nada que disculpar, Ashley. Tú no tuviste la culpa de nada.
—Pero yo salí, sabiendo lo que esa loca fue capaz de hacerte aquella noche en el bar. No debía…
—No digas más, por favor —la interrumpo, con una me
POV: William.Mi conversación con Clarisse termina siendo muy importante, porque por fin puedo hablarle claro sobre mis intenciones con su hija. Ella no se sorprendió para nada con mi decisión y me dijo que era algo que veía venir. Que, a pesar del poco tiempo que llevamos juntos, es evidente cuánto nos amamos. Me emocionó mucho que ella estuviera de acuerdo y ahora, solo me resta comunicarle la noticia a Christopher y preparar hasta con mínimos detalles, la petición. Tengo una idea de dónde pretendo desarrollar todo y sé que no me pondrán peros.Ashley despierta cuando ya hemos terminado de hablar y me alivia un poco que se vea mucho mejor su estado de ánimo. Según me dijo Steph, cuando ella despertó la primera vez luego del accidente, no se encontraba en buenas condiciones y eso me tenía demasiado preocupado. Ahora disfrutamos de su sonrisa dulce y soñolien
POV: Ashley.—Ya puede irse a casa, señorita Moon —dice el doctor Bing, cerrando la historia clínica y mirándome por encima de sus gafas.—¿Está todo bien, doctor? —insiste William, nervioso por toda la situación e inseguro de que yo esté bien.Su preocupación, me provoca rodar los ojos y a la vez, querer besarlo. El doctor lo mira con una sonrisa y asiente, supongo que fue víctima de su nerviosismo durante las veinticuatro horas que estuve internada en la clínica. Tomo su mano, para tranquilizarlo y veo cómo gira su cabeza para mirarme a los ojos. Lo que veo en ellos me hace sentir especial, hace brincar mi corazón.—Me siento bien, Will —aseguro—, ya podemos ir a casa.Conforme digo esas palabras en su mirada un brillo refulge y en sus labios, una sonrisa se extiende. Su mano acaricia la mía y con su dedo pulg
POV: William.—¿Qué estás esperando, hijo? —pregunta mi padre, cuando me ve mirando a Ashley.Devuelvo mi mirada a mis acompañantes y a los dos, Ricardo y mi padre, los veo sonreír, divertidos a mi costa. Suspiro, cuando siento el habitual cosquilleo que me recorre cuando pienso en esa oportunidad.—El momento perfecto —respondo, con misterio y llevo el vaso de whisky a mis labios para darme un trago—. Ya tengo la mayoría de las cosas listas.—¿Y por qué no se lo pides hoy? Si estás seguro de que te dirá que sí, hoy es el día —continúa mi padre, en tono burlón, pero en sus ojos veo lo emocionado que está.Suelto una carcajada, no puedo evitarlo. Y no es solo diversión por sus palabras. Estoy nervioso. Todo hay que decirlo, la posibilidad de que se niegue está ahí, llevamos poco tiemp
POV: Ashley.Despierto desorientada, siento la boca reseca y un insistente dolor de cabeza taladra mis sienes. Miro a mi alrededor para tratar de ubicarme y mi mirada se cruza con unos hermosos ojos azules, que me esperan. Ver a William me hace reaccionar y al instante, la vista se me nubla, con mis ojos inundados de lágrimas. Un sollozo sale desde lo profundo de mi garganta y ni siquiera puedo hablar, para rogarle que me diga que todo está bien. Que mi madre seguirá conmigo.No quiero pensar siquiera en la posibilidad de que sea lo contrario. De imaginar lo peor, mi pecho duele tanto que no puedo describirlo.—Por…por favor… —susurro, entre jadeos roncos y con el surco de lágrimas patente en mis mejillas.No me sale la voz. Y los mínimos segundos que William demora en responder, me parece que voy a morir de desesperación.—Todavía no sabemos nada —murmura, con v
POV: William.Si alguien me preguntara qué ha sido lo más duro que he tenido que soportar, sin dudar diría que todo lo sucedido en las últimas cuarenta y ocho horas. Ni mi infancia con dificultades y carencias, ni mi sacrificio para lograr todo lo que tengo; ni siquiera cuando supe que mi relación con Vivianne podría destruir mi imagen y todo lo que había ganado. Todas esas cosas fueron absolutamente nada, comparadas con el mayor sufrimiento que he experimentado estos dos días: ver a Ashley destruida, sentir su fragilidad y sus peores miedos y tratar de mantener viva su esperanza.Ni siquiera puedo imaginar lo que ella debe sentir, los últimos años los ha dedicado a cuidar de su madre, a darle todo; y verla ahora tan enferma no puede ser fácil de asimilar.La operación fue un éxito, eso fue un paso de avance; pero las horas que pasamos en la sala de espera, en las circunst
POV: Ashley.Abro los ojos y la oscuridad me recibe. Solo un resplandor tenue se observa por debajo de una puerta cercana. Estoy acostada de lado y siento un peso sobre mi cuerpo, además de una respiración pausada contra mi oreja. Sonrío, enternecida y feliz, sabiéndome abrazada por el hombre de mi vida. Me acurruco un poco más cerca, dispuesta a sentir su calor y derretirme entre sus brazos. Al instante, sus manos presionan en mi piel y sus músculos se contraen contra mí. No pretendía despertarlo, pero disfruto haberlo hecho.—Hola, dormilona —susurra, pegado a mi oreja y con su voz ronca y baja.Sonrío otra vez, es inevitable hacerlo.—Hola, amor —digo y me giro un poco, para recibir el beso que me espera.William no duda en darme lo que quiero, lo que necesito. Sus labios se mueven con los míos, devorándome con satisfactoria suavidad, hasta que n
POV: William.¿Puedo ser el hombre más feliz del mundo de solo pensar que existe la posibilidad de que sea padre?Sé que tal vez me estoy adelantando a los acontecimientos, que puede ser una falsa alarma; pero es inevitable sentir que mi vida comienza a encausarse. Y esto solo ha sido gracias a la llegada de ella a mi vida: Ashley, la mujer más hermosa, humilde y especial que pude conocer, que aprendí a amar.Desde hace cinco días, no existe un minuto en el que no piense en eso. Me la paso buscando información sobre todo lo relacionado con los bebés, el embarazo, los riesgos…absolutamente todo lo que necesito saber para asegurarme que mi hermosa novia, se encuentre bien. Y ella se ríe de mí, con una mezcla de diversión y asombro, cada vez que le muestro algo nuevo. Sus ánimos, cada vez, son mejores. Y cuando llega del hospital, después de horas acompañando a
POV: William.De solo verla, sé lo que sucede. Y aunque mi corazón duele, no puedo hacer otra cosa que abrazarla y decirle que la amo. Ashley se deja hacer y entre mis brazos, suspira. Puedo imaginar cómo se siente; es más, puedo sentir exactamente lo que ella, porque era algo que ambos deseábamos.—Míralo por el lado bueno —susurro, apelando a mi parte divertida para intentar sacarle una sonrisa—. Ya sabemos lo que queremos, ahora tenemos que disfrutar, aún más, del proceso. ¿Qué me dices?Siento su risa contra mi pecho y sé que el momento incómodo acaba de pasar. No puedo permitir que la falsa alarma sea algo a lo que nos aferremos con tristeza; si no fue hoy, será mañana.—¿Comenzamos hoy mismo?Ashley alza su cabeza, escondida entre mis brazos, con una sonrisa hermosa en sus labios. El brillo de sus ojos es la confirm