POV: Ashley.
Me quedo en el apartamento preocupada por Will. No me gusta que se haya ido pensando demasiado en lo que está sucediendo con nosotros, al punto de que era evidente su desesperación por dejarme sola. Me costó ansias para convencerlo de que todo estaría bien y por lo menos, que viajara más tranquilo, aunque dudo mucho que me haya hecho caso. Ahora, a unas horas de su partida, espero que esa ansiedad que llevaba se haya calmado.
Mientras preparo la comida, pienso en la llamada que recibí hace poco menos de media hora, procedente del secretario docente de la facultad de Administración de empresas de la Universidad Pública de Villa Florencia, donde cursaba estudios. Me sorprendió el hecho de que me llamaran directamente y no que se comunicaran a través del correo, como suele suceder; sin embargo, no tanto como el tema que pretendía tratar. Al parecer, William había iniciado los
POV: Ashley.Me congelo en el lugar sin poder evitarlo. Ver a esta maldita mujer, mentirosa y arpía, frente a mí, no me permite reaccionar cómo debería. Como prácticamente nos chocamos, tengo que dar un paso atrás para prevenir una caída. En el mismo instante que ella se da cuenta que soy yo, una sonrisa malintencionada se forma en su rostro. Alza una ceja mientras detalla cada centímetro de mi cuerpo y lleva un dedo a su barbilla, para ponerle más intención a su actitud prepotente.—Miren…la pobretona oportunista anda aprovechándose de los pocos días que le quedan de glamour —exclama, con voz alta y llamando la atención de todos a nuestro alrededor.Conforme ella dice eso, Steph se mueve a mi lado, dispuesta a darle la respuesta que lleva. Sin embargo, soy consciente de que estamos en medio de la calle y que la prensa, estos días, juega a su favo
POV: William.El funeral de Tomás termina siendo más extraño de lo que pensé en un inicio. No solo fue perturbador saber que estaba metido en tratos mafiosos, todo por un amor que jamás había podido olvidar, sino que nos interrogaran a nosotros, sus amigos, porque al parecer hay una amplia red que deben desintegrar. No tuve más remedio que decir mi verdad, Tomás y yo éramos amigos, pero no teníamos ese nivel de confianza, al punto de conocer las interioridades de nuestra vida personal. En realidad, no había tenido mucha relación con él hasta que nos volvimos a encontrar en la despedida de Blake y desde entonces, no nos habíamos visto.Me sentí desubicado y creo que no fui solo yo el que entendió que Tomás llevaba una vida doble con nefastas consecuencias para él y su supuesta familia. Ver la expresión de su esposa mientras lo desped&iacut
POV: Ashley.Intento abrir los ojos, pero un dolor sordo no me lo permite. Siento como si montones de agujas penetraran en mis sienes y no puedo evitar un gemido adolorido, que llama la atención de alguien a mi lado.—¿Ash? —Escucho la voz de Steph, pero es tanta la molestia, que me parece como si me estuviera gritando en el mismo oído.Levanto mis manos con la intención de rodear mi cabeza con ellas, pero Steph me detiene y me pide que no lo haga; el pinchazo doloroso que siento en mi mano es instantáneo.—Shh, tranquila, quédate tranquila —susurra, mientras sostiene mi brazo y lo acomoda otra vez sobre la cama.Vuelve a molestarme su voz, pero ahora no la escucho tan alto como hace un segundo atrás. De hecho, mis ojos duelen menos y no me pesan tanto. Como puedo y sin forzarme, intento abrirlos otra vez. Manchas blancas y negras se van formando frente a mis ojos, impidiendo
POV: William.Ese sentimiento horrible, que solo se siente cuando el miedo atenaza, casi me vuelve loco.La desesperación que sentí fue tanta, que no podía dejar de comerme las uñas mientras el tiempo avanzaba y yo seguía lejos. Tal vez no hubo tanta demora, tal vez mis ansias me hicieron creer que llegaría demasiado tarde. Pero ya estoy aquí, abrazado a la mujer que amo con mi vida y que me dio el peor susto que hubiera podido recibir.—Siento todo esto, Will, de verdad.Me separo y la miro a los ojos, con el ceño fruncido. Lo que me muestra su mirada es tan intenso, que un estremecimiento me recorre.—No tengo nada que disculpar, Ashley. Tú no tuviste la culpa de nada.—Pero yo salí, sabiendo lo que esa loca fue capaz de hacerte aquella noche en el bar. No debía…—No digas más, por favor —la interrumpo, con una me
POV: William.Mi conversación con Clarisse termina siendo muy importante, porque por fin puedo hablarle claro sobre mis intenciones con su hija. Ella no se sorprendió para nada con mi decisión y me dijo que era algo que veía venir. Que, a pesar del poco tiempo que llevamos juntos, es evidente cuánto nos amamos. Me emocionó mucho que ella estuviera de acuerdo y ahora, solo me resta comunicarle la noticia a Christopher y preparar hasta con mínimos detalles, la petición. Tengo una idea de dónde pretendo desarrollar todo y sé que no me pondrán peros.Ashley despierta cuando ya hemos terminado de hablar y me alivia un poco que se vea mucho mejor su estado de ánimo. Según me dijo Steph, cuando ella despertó la primera vez luego del accidente, no se encontraba en buenas condiciones y eso me tenía demasiado preocupado. Ahora disfrutamos de su sonrisa dulce y soñolien
POV: Ashley.—Ya puede irse a casa, señorita Moon —dice el doctor Bing, cerrando la historia clínica y mirándome por encima de sus gafas.—¿Está todo bien, doctor? —insiste William, nervioso por toda la situación e inseguro de que yo esté bien.Su preocupación, me provoca rodar los ojos y a la vez, querer besarlo. El doctor lo mira con una sonrisa y asiente, supongo que fue víctima de su nerviosismo durante las veinticuatro horas que estuve internada en la clínica. Tomo su mano, para tranquilizarlo y veo cómo gira su cabeza para mirarme a los ojos. Lo que veo en ellos me hace sentir especial, hace brincar mi corazón.—Me siento bien, Will —aseguro—, ya podemos ir a casa.Conforme digo esas palabras en su mirada un brillo refulge y en sus labios, una sonrisa se extiende. Su mano acaricia la mía y con su dedo pulg
POV: William.—¿Qué estás esperando, hijo? —pregunta mi padre, cuando me ve mirando a Ashley.Devuelvo mi mirada a mis acompañantes y a los dos, Ricardo y mi padre, los veo sonreír, divertidos a mi costa. Suspiro, cuando siento el habitual cosquilleo que me recorre cuando pienso en esa oportunidad.—El momento perfecto —respondo, con misterio y llevo el vaso de whisky a mis labios para darme un trago—. Ya tengo la mayoría de las cosas listas.—¿Y por qué no se lo pides hoy? Si estás seguro de que te dirá que sí, hoy es el día —continúa mi padre, en tono burlón, pero en sus ojos veo lo emocionado que está.Suelto una carcajada, no puedo evitarlo. Y no es solo diversión por sus palabras. Estoy nervioso. Todo hay que decirlo, la posibilidad de que se niegue está ahí, llevamos poco tiemp
POV: Ashley.Despierto desorientada, siento la boca reseca y un insistente dolor de cabeza taladra mis sienes. Miro a mi alrededor para tratar de ubicarme y mi mirada se cruza con unos hermosos ojos azules, que me esperan. Ver a William me hace reaccionar y al instante, la vista se me nubla, con mis ojos inundados de lágrimas. Un sollozo sale desde lo profundo de mi garganta y ni siquiera puedo hablar, para rogarle que me diga que todo está bien. Que mi madre seguirá conmigo.No quiero pensar siquiera en la posibilidad de que sea lo contrario. De imaginar lo peor, mi pecho duele tanto que no puedo describirlo.—Por…por favor… —susurro, entre jadeos roncos y con el surco de lágrimas patente en mis mejillas.No me sale la voz. Y los mínimos segundos que William demora en responder, me parece que voy a morir de desesperación.—Todavía no sabemos nada —murmura, con v