POV: Ashley.
Su boca arrasa con la mía y no me da tiempo a reaccionar. Mis palabras encendieron en él la llama que yo había apagado cuando le hablé de una amistad. Devuelvo el beso con ímpetu y creo que terminaremos fundiéndonos el uno en el otro. Mis jadeos salen desde lo más profundo de mi garganta sin poder detenerlos; siento sus manos presionar en mi cintura, mis caderas, mis muslos y más que cerca de mi trasero. Las mías se apoyan en sus hombros, buscando esa estabilidad tan necesaria ahora que mis sentidos andan ocupados. Subo una mano por su nuca y acerco más su cabeza, cuando noto que pretende separarnos y yo aún no me siento preparada para abandonar sus labios. El gemido ronco y fuerte que sale de él, enciende mi cuerpo y me informa que sí, le gustó mi gesto posesivo.
Sus manos suben un poco y se acercan a mis pechos, sigue subiendo y quita mi chaqueta, de forma b
POV: William.—Sí, Will, a nosotros nos interesa —dice Leonel y le da un sorbo a su whisky—, incluso, creo que es una excelente oferta.—Yo creo lo mismo —interviene Rafael y apunta, con la mano que sostiene su vaso, en dirección a su gemelo, en apoyo a sus palabras.Me quedo pensativo, recostado al respaldo de la cómoda silla y llevo el vaso a mis labios para darme un trago. Siento el ardor en mi garganta y me abstengo de hacer una mueca.—De todas maneras, Will, yo creo que deberías consultar con el italiano, Berlusconi, él puede asesorarte —comenta Leonel, ante mi silencio. Alzo la cabeza y enfoco mi mirada sobre él—, nosotros como proyecto lo vemos bastante interesante, solo habría que documentarse sobre los temas legales asociados y las reglas internacionales. En eso puede ayudarte tu amigo.—Yo también lo pensé, pero ya era muy
POV: William.Luego de un encuentro más que caliente entre Ashley y yo, de milagro podemos separarnos y bajar juntos donde Ricardo nos espera. Como siempre, los ascensores apelan a nuestra fuerza de voluntad y mis manos se cierran en puños para evitar tocarla. Una ayuda extra es que Ashley se aleja lo más posible de mí, con las mejillas encendidas.—No entendí bien lo del viaje a Italia —dice, una vez salimos del edificio.Ricardo abre, como siempre, la puerta trasera y subimos al auto. Segundos después, se pone en movimiento y yo comienzo a explicarle todo a Ashley.—La propuesta de ayer es un negocio internacional, para eso tengo un amigo que me asesora y me da el visto bueno —comienzo y ella asiente.—Alessandro Berlusconi —interrumpe y yo me sorprendo. Asiento, con orgullo.—Ale y yo estudiamos juntos en la universidad. Mientras él se especializaba
POV: Ashley.«Impredecible».El adjetivo del día para William.Me sorprendió, sí, esperaba el habitual auto negro estilo limusina y se apareció con nada menos que un Ferrari.Lo primero que pienso es la razón de hacer algo así. El viaje que haremos será corto hasta el aeropuerto o a donde sea que él tiene su avión privado; por lo que no le encuentro sentido a su exagerado lujo. Luego pienso en que si William tiene una colección de autos caros como acostumbran los millonarios, entonces tiene sentido que lo saque a pasear de vez en cuando.Sus palabras arrogantes, las últimas dichas por él antes de subirnos al auto, encienden una llamita dentro de mí, tanto es así que me quedo en silencio con tal de no decir una barbaridad digna del galardón de la vergüenza. Solo puedo pensar en su forma de llamarme, nena, y lo que sentí cu
POV: William.«No puedo dejar de provocarla. Es imposible».Mientras más la observo, más quiero acercarme y probar sus labios; pero eso sería demasiado atrevido.Admirar el brillo de sus ojos ante todo lo nuevo que está experimentando me hace sentir un revoloteo en mi interior.Soy yo.Soy yo el que le está entregando cada nueva oportunidad de conocer el mundo. Y aunque entiendo que puedo hacerlo porque mis posibilidades son amplias, si no las tuviera igual lucharía para darle todo, porque ella lo merece.Ahora tiene sus ojos cerrados, sus manos aferradas a los reposabrazos de los cómodos asientos y una tensión evidente en su cuerpo. Tiene miedo de volar.—Ashley —llamo y ella abre un solo ojo. Le sonrío tranquilizador—, solo mírame.Ella abre del todo sus ojos y hace una conexión con los míos. Mientras el avi&oacut
POV: Ashley.«Maravilloso».Todo es tan impresionante que no puedo dejar de mirar entusiasmada por la ventanilla. El sueño ha pasado a segundo plano y solo me concentro en el camino para no perderme de nada. Roma es conocida como la Ciudad Eterna porque en ella el tiempo parece haberse parado hace siglos. Sus monumentos y los restos de imponentes edificios hacen que un paseo por sus calles se convierta en un viaje en el tiempo. Y yo, puedo dar fe de ello. El ambiente mágico que se percibe a través de sus calles y significativos sitios históricos y turísticos, evidencian la grandeza de uno de los imperios más poderosos de la historia.A mi espalda siento la mirada de William. La he notado todo el rato, pero no me vuelvo porque, entre el bello paisaje y la intensidad de su mirada, prefiero el primero. Por el momento.En los últimos días la tensión entre nosotros ha sido demasiada. En
POV: William.Por motivos desconocidos, Alessandro no puede encontrarse con nosotros en el hotel en la tarde, por lo que dejamos el encuentro para mañana. Dejo el teléfono a un lado y decido ir en busca de Ashley; haremos un poco de turismo para aprovechar el día.Me acerco a su habitación, de la que he intentado mantenerme alejado la última hora. Llamo a la puerta y espero. Pasa todo un minuto y nada se escucha. Pienso si será buena idea abrir y ver por mis ojos que todo vaya bien; ya han pasado más de diez horas desde que nos fuimos a dormir. Rodeo el pomo de la puerta y abro, notar que no puso seguro me hace sentir bien, eso significa que confía en mí.Entro a la habitación y es una copia de la mía, solo que todo está ubicado del lado contrario. La encuentro a ella completamente dormida y cubierta por uno de los edredones; hace un poco de frío, aunque la temperatura aqu
POV: Ashley.Camino sonriente fuera del auto. Me detengo, para esperar por William. Cuando siento su presencia a mi lado, lo miro altanera, provocativa. Él se arregla su chaqueta y me mira seductor, me guiña un ojo antes de tomar mi mano y encaminarnos a la casa de altas columnas.—Buongiorno, signor O' Sullivan —saluda un mayordomo, cuando la puerta se abre sin que hayamos llamado. Luego asiente hacia mí—. Perdere.—Buengiorno.Escuchar otra vez la sexy voz de William hablando italiano me deja impactada. Yo no hago más que mirar sin saber lo que dicen, aunque supongo que haya sido buenos días.—Il signor Alessandro Berlusconi può vederlo in questo momento. Continua, per favore —dice el hombre y abre la puerta del todo, invitándonos a pasar.—Grazie —responde Will.Seguimos al hombre dentro y me
POV: Ashley.Saco de mi maleta el vestido negro. Ese que guardé con la esperanza de no tenerlo que usar.«Irónico, ¿Verdad?».Es ajustado. Muy ajustado. La tela elastizada se pega a mi silueta y acentúa mis curvas. La abertura que lleva desde el muslo, deja mi pierna izquierda completamente expuesta y el escote es sencillo, nada muy llamativo.Me doy una ducha de agua caliente para relajarme. Algo me dice que hoy será una noche intensa. Especial. Los nervios me embargan y mientras lavo mi cabello, pienso en todo lo que puede suceder.William no me puso límite de tiempo, pero de igual manera no me demoro mucho. Salgo del baño, luego de secar mi cabello liso y aplicar crema por todo mi cuerpo; me dispongo a maquillarme. Lo hago con tonos claros, que no carguen mucho mi rostro, puesto que iré vestida de negro. Dibujo una línea en mis ojos un poco más gruesa de lo que aco