POV: William.
«Sabía que era un error».
Por muy bueno que parecía el dichoso trato entre Steph y yo, sabía que no era la mejor forma de ganarme a Ashley.
La verdad, no sé qué me llevó a aceptar.
¿Desesperación? ¿Ansiedad? Justificaciones baratas de ser así; porque llevaba tres años viéndola cada día y, esperar un día más, creo que valía la pena.
Mi mayor error fue venderle una imagen completamente falsa. Sí, disfruto del sexo casual, pero no soy de esos que cada día debe dormir con una mujer diferente. En general, soy bastante complicado en estos temas y quedé, a sus ojos, como un idiota mujeriego que tuvo sexo en la primera cita. Luego, cuando pensé que había arreglado un poco el camino, llegan mis hermanos y los celos me carcomen.
A diferencia de mí, ellos sí gozan de s
POV: Ashley.Cuando el sol se dispone a salir, ya yo estoy terminando de desayunar. Mientras me como mis tostadas con aderezo, pienso en todo lo sucedido; me quedo absorta analizando cada detalle mientras miro hacia un punto cualquiera. Mastico con lentitud y cuando me acuerdo, le doy un sorbo a mi café; pero en realidad estoy demasiado lejos de aquí.—Buenos días —escucho la voz de mi madre y me exalto, lo que provoca que la tostada me caiga sobre la blusa de algodón que llevo puesta.«Mierda, ahora tengo que cambiarme», pienso y trato de limpiarlo.—Lo siento, no pensé que te fueras a asustar —comenta mi madre, llegando a mi lado y dándome un beso en la cabeza. Yo sonrío amorosa al sentir su beso; es de las mejores cosas que sucede en mis mañanas.—No te preocupes, igual no me convencía usar esta blusa hoy —farfullo, desestimando el perc
POV: William.Regreso a mi oficina luego de un ajetreado día entre reuniones y encuentros informales con clientes. Dejo el portafolio sobre la mesa de trabajo y voy directo a la ventana, deslizo mis manos en los bolsillos de mis pantalones y me quedo mirando fijamente todo lo que acontece debajo de mí. A pesar de todo lo que está sucediendo, pude concentrarme bien en mi trabajo, pero siempre tuve la persistente presencia de ella en mis pensamientos. Ahora tengo la duda sobre qué debo hacer. No tengo claro que ir a la cafetería, como cada día, sea buena idea hoy; no quisiera que ella pensara mal de mí o que la estoy molestando a conciencia.También está la situación de ella con Steph, que de verdad me gustaría que se arreglara todo. Hoy bien temprano, cuando Ricardo me trajo hasta aquí y le pedí que llevara de vuelta a la morena hasta Villa Florencia, me dio un poco de lást
POV: William.Mi hermana mira emocionada por la ventanilla, al parecer, es su primera vez en Villa Florencia. Fue así durante todo el viaje, lo mismo en las zonas desiertas de algunos tramos de carretera, que en otros donde se podían ver algunos caseríos. Lo mira todo con entusiasmo y eso me hace feliz; solo falta que todo sea real y no una imagen para despreocuparme de todo lo que ella está pasando. Por otro lado, estoy yo, que no logro concentrarme en otra cosa que no sean mis nervios, mi ansiedad por volver a ver a Ashley. Espero de verdad que ella no tome a mal mi aparición tan pronto.Por un momento pienso que debía esperar al menos unos días, pero eso solo sería atrasar lo inevitable. Por más días que pasen, ella no cambiará su opinión, sin embargo, si yo intento por todos los medios conseguir su perdón, el riesgo habrá valido la pena.—¿Qué
POV: William.—Bueno, como pudiste ver tú mismo, la tal Ashley, sí está interesada en ti —menciona mi hermana, sonriendo radiante, en cuanto la rubia se aleja de nosotros.—No te he contado toda la historia —digo y hago una mueca extraña; viene siendo como una sonrisa que no se logra del todo—. Yo...hice algo estúpido.—¡Ay, no, Will! —interrumpe, poniendo una mano sobre su frente—. ¿Qué diablos hiciste?Tomo una respiración profunda antes de hacerle un resumen de todo lo sucedido, a mi hermana. Ella me mira con indignación casi todo el tiempo. Cuando termino, tiene el ceño fruncido y me mira con fastidio.—Ojalá no te perdonara, por imbécil —exclama y yo abro la boca, sorprendido. No conoce de nada a Ashley y ya la defiende. Se lo hago saber y ella me responde muy fresca—: El poder femenino y e
POV: Ashley.Entro a la sala de recuperación y, acostada sobre una pequeña cama, con la cabeza vendada y un equipo a su lado que mide sus estados vitales, duerme mi madre. Mi hermano retiene la respiración por la impresión que le provoca verla así; sé que esto debe ser demasiado difícil para él. Para mí también lo es, aún más, después de las palabras del doctor y su diagnóstico. De verdad quisiera que estuviera equivocado, que sus suposiciones fueran solo eso; pero en mi interior, sé que es la verdad.Mi madre no está bien; no lo ha estado por un tiempo. Quise atribuir sus excesos de cansancio y fatiga, a los medicamentos y a su vida sedentaria; pero solo estaba intentando tapar el sol con un dedo. Mi madre tiene cáncer; no puedo decir que "otra vez", porque en realidad, nunca se fue. Sabíamos que esto podía pasar, con el paso del tiempo
POV: William.Llego al apartamento poco después de las ocho de la noche; todo está oscuro, a excepción de la isla de la cocina, donde mi comida espera por mí. Le agradezco mucho a mi ama de llaves que lo haya dejado todo dispuesto, pero después del día de hoy, se me antoja un baño e irme a dormir. Cuando Esme y Steph regresaron de la casa de Ashley con lo necesario para pasar la noche en el hospital, trajeron comida china para todos y piqué un poco de cada cosa, por esto mismo no tengo mucha hambre. Para ese entonces, la madre de Ashley ya había despertado y decidimos irnos. Steph y Christopher regresaron con nosotros y los dejamos en su casa; lo que me permitió ver exactamente dónde es que viven y en qué condiciones.Subo a mi habitación y voy directo a la ducha. Mientras lavo mi cuerpo, solo puedo pensar en lo cerca que tuve a Ashley hoy. Tenerla en mis brazos se sintió
POV: Ashley.—Es guapo el tal William —comenta mi madre, en cuanto el susodicho sale detrás del médico. Me mira con una ceja enarcada y espera mi respuesta con una sonrisita.—Pues sí, madre, pero ya no digas nada más, capaz que te escuche —murmuro. Ruedo los ojos irritada y miro hacia la puerta.—¿Por qué ruedas los ojos? Es la verdad —replica mi madre. Sus palabras me provocan una pequeña sonrisa. Sí, ruedo los ojos por todo y al parecer, es bastante evidente. William es muy observador—. ¿Por qué sonríes ahora?Niego con la cabeza con una sonrisa de medio lado. Me entretengo doblando la sábana blanca que está sobre la cama para disimular mi expresión azucarada.El tiempo pasa en silencio y yo espero a que William entre de nuevo para pedirle que hablemos. Sé que él salió detrás del
POV: William.Me encanta pasar el rato con ella; es mi nuevo pasatiempo favorito. Su personalidad es tan refrescante y adictiva, que el tiempo vuela cuando estoy a su alrededor. Aunque no podemos demorar mucho más, porque ella querrá regresar con su madre, creo que esta pequeña escapadita será el inicio de muchas.Ashley aceptó mi propuesta y, quién iba a decir, que ella terminaría pidiéndome algo así antes de yo abrir la boca siquiera; después de horas pensando cómo decirle eso sin que se ofendiera conmigo. La vida da muchas vueltas y nos llega a sorprender con las decisiones que se pueden tomar en cuestión de minutos.—William, se me había olvidado preguntarte —comenta Ashley, deja su copa de agua a un lado, luego de darle dos largos sorbos. Movimientos que yo sigo con los ojos todo el rato; su garganta al tragar y como su lengua pasa por sus labios para limp