Lizbeth ¿Qué acaba de pasar? Me grito una y otra vez mientras mi cuerpo aún continúa vibrando por el beso que mi esposo me dio, sabía que estaría enfadado por haberme llevado a los niños, pero cuando mi madre dijo que le gustaría que pasáramos la noche con ella no pude negarme y cuando me di cuenta de que mi teléfono había muerto era demasiado tarde. Ni siquiera pude dormir cómoda pensando en que mi madre me dio su cama a los niños y a mí, así que apenas vi que el sol comenzaba a salir corrí para regresar a casa y sabía que Jeremías me gritaría o reclamaría algo, pero lo que realmente hicimos…¡Dios! Me dejo caer sobre mi cama, mi corazón late acelerado al recordar que dijo que no fue un error y tengo que controlarme para no sonreír como una tonta, hay tantas cosas que podrían hacer de esto un error que ni siquiera puedo contarlas, pero es extraña la forma en que ese hombre me hace sentir. Puede ser completamente irritante y mandón y quizás hay algunas cosas que no me gustan de é
Jeremías Trato de enfocarme realmente en mi trabajo, ignoro las llamadas que recibo de mi tío porque realmente estoy un poco enfadado con lo que he descubierto sobre el diagnóstico de Lucas y que posiblemente estuvieran equivocados.Sé que quizás él no tenía idea cuando me recomendó a los doctores. Pero por alguna razón no me agrado que se molestara cuando le dije que cambiaría por mi cuenta al doctor de Lucas. Paso la mañana tranquilamente en mi oficina. Me cercioro de que las cosas estén marchando viene antes de salir a mi recorrido mensual por el resto de hospitales y decido pasar también por los hospitales de ayuda a desfavorecidos. —¿Dónde deberíamos ir ahora, señor? Cuestiona mi chofer una vez salimos del grupo Mark, le pido conducir hacia el hospital general en el suburbio de la ciudad y mi móvil suena en el bolsillo de la chaqueta unos minutos después de que estemos atravesando la ciudad. Chasqueo mi lengua con una sonrisa cuando veo el mensaje que mi esposa ha enviado. «L
Lizbeth Miro nerviosa al hombre sentado frente a mí en esta colorida mesa, los niños juegan en el área de juego a unos metros de nosotros y me siento demasiado observada por todas las mujeres de este lugar. Nunca me ha gustado la atención, así que me siento un poco sofocada. —¿Qué tal estuvo el día? — comento algo incómodo — ¿fue difícil? —Realmente no — mi esposo no despega sus ojos de los míos — pero estar sin duda ha sido lo mejor de todo — sonríe, ¿Qué tal tu día? —Bien… — respondo nerviosa — de hecho, fue agradable poder tomarme un tiempo lejos de las prácticas — no quiero sonar desanimada, pero la verdad es que agradezco no escuchar al molesto doctor que atendía a Lucas acusarme de ser la culpable de que ya no fuera su doctor — aunque me gustan son bastante atosigantes. —Te ofrecí un trabajo más leve, pero lo rechazaste. Comenta mi esposo, la chica que atiende las mesas se acerca con una sonrisa demasiado amplia para dejar el café que Jeremías pidió, me siento molesta cuand
JeremíasObservo en silencio a la mujer que ayuda a mis hijos a bajar del auto, la sonrisa radiante en la expresión de Lucía me hace sentir completamente feliz y cuando esta le pide a Lizbeth con unas rápidas señas llevarla a jugar una vez más con otros niños, pienso detenidamente en lo que ella dijo.—¡Lucas, puedes venir un segundo!Pido a mi hijo haciendo que la expresión sonriente de mi hijo se detenga por un segundo, Lizbeth le pide que venga hasta mí con un gesto y el niño obedece sin pensarlo. Me acuclillo para estar a su altura.—Cariño, tu madre dijo que fuiste a un colegio — lo miro con firmeza — ¿Qué te pareció?—Estaba bien — comenta desinteresado — había muchos niños.—¿Qué pensarías de ir a uno?—¿Podría? — mi hijo abre sus ojos con la emoción en su voz — ¿de verdad?—Tal vez.Comento poniéndome en pie, mi hijo no dice una sola palabra, pero asumo que no quiere emocionarse por nada. Me apresuro para tomarlo en mis brazos y aunque se resiste un poco termina apoyando su br
Lizbeth Tardo tan solo un minuto en responder al beso que este hombre abrumadoramente sensual me devuelve, No puedo entender por qué motivo sentí la necesidad de reconfortarlo con un beso, pero definitivamente quiero hacerlo sentir mejor después de la desagradable situación que acabo de presenciar. Lucas casi tiene un ataque de pánico, Lucia no dejaba de llorar mientras lo abrazaba y yo estaba a punto de abofetear la desagradable madre de mi marido. Dice que le importan sus nietos, pero siguió gritando como una loca y acusando a su hijo de haber cometido un error casándose conmigo. ¿Y su tío? Dios, ese hombre no me conoce, pero parece odiarme, no sé realmente cuáles son sus motivos para hacerlo, pero una extraña sensación se mueve por mi cuerpo cada vez que me mira con fijeza como hace unos minutos. Como se atreve a amenazar a Jeremías. Como se atrevieron a acusarlo de ser un mal padre, cuando este hombre lo único que ha hecho desde que lo conozco ha sido intentar cuidar de sus hi
JeremíasTengo que tomar una ducha fría de más de diez minutos para calmarme, me coloco rápidamente una camiseta y unos pantalones antes de caminar hacia el comedor. Mi cuerpo se despierta, una vez más a penas veo a la mujer sentada en el lado derecha entre Lucas y Lucia.La empleada me observa y sale del comedor rápidamente, me dejo caer en la silla en la cabecera de la mesa e intento no mirar directamente a la mujer que deseo realmente tener entre mis brazos. Ella sonríe ligeramente mientras este extraño silencio se mueve entre los dos.—¿Papá porqué la abuela estaba gritando? — Lucas rompe el silencio con su palabra — abuela nunca grita, pero estos días está siendo mala.Hago mi mano, un puño, miro mis ojos sin saber exactamente qué responderle, mis hijos no pueden ni deben saber que su abuela es una mujer egoísta. Agradezco que la empleada del servicio aparezca para servir nuestra cena y mi esposa les pide rápidamente a los niños comenzar a comer.Me da una mirada rápida antes de
Lizbeth—¿Qué te parece este lugar?Miro a mi esposo desde el otro lado de la mesa donde estamos, e intento no sentirme extrañamente emocionada, me digo a mí misma que estamos tratando de ayudar a los niños más que nada.—Estuvo bien — comenta mirando su móvil — creo que podemos concertar una cita con la directora.Suspiro mirándolo teclear rápidamente en su móvil, trato de quedarme en silencio, pero no puedo evitar sentirme mal con el hecho de que está aquí aun cuando tiene trabajo que hacer.—De verdad no tenías que venir, incluso si dices que estás ocupado — suspiro — puedo notar que lo haces.Aparto mi plato de ensalada antes de mirar el reloj, aún faltan diez minutos para que termine mi turno de almuerzo, pero me niego a seguir robándole su tiempo. Mi marido me observa ponerme en pie, peino mi cabello hacia atrás mirando un segundo hacia la ventana de cristal desde la que puedo ver el hospital.—La semana que viene tenemos la consulta con mi antiguo profesor — le informo — me har
JeremíasEntro a la oficina después de ir por café y miro al que solía ser el doctor de Lucas esperando por mí. El médico se pone en pie para ofrecerme su mano rápidamente. Correspondo su gesto curioso por lo que necesita.—¿Sucede algo?—Quiero que esa chica que está haciendo sus prácticas sea pasada a otro doctor — niega — no solo me cuestiono y calumnio frente a usted, sino que ahora se marcha sin decir una sola palabra de la consulta.—¿Se marchó?—¡Sí! — responde — creo que su madre la llamó o alguna cosa de esas y simplemente se fue, como podría darle buenas notas si ella…Dejo al doctor Lois hablando solo, corro hacia el ascensor para ir directamente hacia el área vip del hospital y ni siquiera tengo que ir hacia la habitación del padre de Lizbeth para encontrarme con ella.Camino hacia la mujer sentada en el suelo frente a la puerta de su habitación, corro hasta ella y la abrazo sin decir absolutamente una palabra. Mi mujer llora durante un minuto, luego de esto se pone en pie