RogerCojeo hasta mi maldita casa sintiendo la sangre correr por mi pierna, no puedo creer que ese perrucho feo me haya mordido. Como pudo ser eso posible. Mi hija se mueve ligeramente en mis brazos, debo admitir que verla tan plácidamente dormida bajo esa mullida manta me hizo calmar un poco mi rabia, pero tengo otras cosas por las que estar rabioso ahora mismo.La primera de ellas está en mis malditos pantalones, como puede ser esto posible, no ha mostrado ningún tipo de interés en una mujer en casi un año, pero ahora solo tengo que caer sobre esa desagradable mujer y oler un poco de su suave colonia floral para estar duro como una piedra.¡Por el amor de dios!Es verdad que es bonita, vi su rostro tan cerca que hasta los destellos plateados en sus ojos azules fueron fáciles de diferenciar. Puede que su delicado cuerpo estuviera tan pegado al mío que noté las duras puntas que coronan sus pechos contra mi piel bajo su vestido, un vestido demasiado corto para cualquier hombre que leve
Lucía—¡Porque lo mordiste! — le cuestiono a mi perro como si realmente pudiera responderme — porque cuando ya estaba dentro de casa, he tenido que ir y curarlo.Mi perro gimotea, me dejo caer en el sofá de mi sala de estar y es solo entonces cuando me doy cuenta de que he ido en ropa de dormir a la casa del vecino, ropa de dormir extremadamente reveladora. Sobre todo, sin sostén. Mi perro se acerca, pero solo puedo mirarlo con molestia.Mis ojos se encuentran con el paquete de sándwiches sobre la encimera más allá de la sala de estar. Camino en silencio hasta ellos y tomo uno. Lo muerdo sintiéndome todavía más sola que antes, Camino hasta mi pequeño estudio de pintura. Los cuadros amontonados por todos sitios me miran acusadores, hace más de dos semanas que no pinto una sola línea. No tengo ganas de hacerlo y estoy deprimida como todos los años.Dentro de dos semanas es el aniversario de muerte de mis padres, también es justamente por las fechas en las que huí como una cobarde del ún
Roger¿Acaso puedo tener tanta mala suerte?Aquí, al lugar donde me marché sin decirle absolutamente nada a nadie, justamente para que no vinieran a acosarme, tenía que encontrarme con alguien que me conocía. Aunque también es mi culpa por ir de la nada a darle una absurda bandeja de puré de patatas a mi vecina solo porque me curó la mordida que su perro me dio.¿No es eso una locura?Regreso a mi casa azotando la puerta más de lo necesario. Agradezco que mi hija no pueda escuchar eso porque se habría asustado y me dejo caer en el sofá de la sala principal. No sé por qué motivo esa mujer conocería a una de las mejores representantes de este mundo, pero supongo que son amigas.Además, leí unos cuantos artículos sobre su familia y definitivamente tienen el dinero suficiente para comprar lo que les diera la gana e incluso mucho más. Me pongo en pie porque hay mucho que hacer todavía en este lugar.Sirvo la comida para mi hija antes de llevársela a su habitación y me acuesto a su lado par
Lucía¡Todo esto es mi culpa!No debería haber ido, incluso si esa pobre niña me pidió que la ayudara porque su padre estaba durmiendo. Como puede dormir hasta esta hora del día y en que trabaja como para dormir en el día.Cruzo la valla del jardín jadeando, mi pecho late descontrolado mientras algo más que mi sangre se siente caliente, me maldigo una y otra vez antes de sentarme junto al puentecillo del jardín frontal. Mi mirada se clava en el pequeño estanque, estoy tan roja que parezco un bendito tomate, pero como puedo estar.Nunca creo haber visto a un hombre tan sexy en boxers, no sé qué tipo de trabajo hace, pero definitivamente el gym es una de sus rutinas, su cuerpo está demasiado tonificado para ser constitución natural, además alcancé a ver algún tatuaje en su costado.¡Que estoy pensando!Me lanzo un poco de agua al rostro, mi perro ladra desde el interior de mi casa y suspiro poniéndome en pie, me doy cuenta de que he olvidado mi sombrero. No pienso ir por él, así que me
RogerNo puedo comprender exactamente qué está sucediendo, pero estoy seguro de que no debería tener mis manos alrededor de la cintura. No debería disfrutar tanto de besar a una mujer ebria a las seis de la tarde en el porche de su casa.Mis ya despiertos instintos toman el control de mí, sujeto más fuerte a la mujer frente a mi boca, tomo el control del beso. Exploro el sabor dulce de su boca, disfruto del placer que provoca sentir su cuerpo una vez más cerca del mío y la sangre fluye violentamente hacia mi entrepierna.El aire se siente caliente a nuestro alrededor, la chica frente a mí acaricia, mi espalda con sus brazos mientras responde a mi beso tanto como puede, pero de un momento a otro, se inclina hacia atrás, sus ojos tratan de enfocarme, pero no lo logra y veo su rostro cambiar de color antes de vomitar sobre mi ropa para después perder el conocimiento.—Mal!ta seaMascullo antes de sujetar con cuidado a la chica inconsciente frente a mí, maniobro con ella para llevarla has
LucíaMi cabeza duele tanto que ni siquiera puedo abrir los ojos, mi garganta se siente húmeda y amarga mientras siento que todo dentro de mí está a punto de salir directamente por la boca. Abro mis ojos después de unos diez minutos de auto reflexionar sobre el porqué tomé sola una botella de champaña cuando ni siquiera bebo en navidad.Mi cabeza palpita aún más cuando me acomodo sobre la cama y me doy cuenta entonces de que estoy desnuda, o al menos casi desnuda porque aún llevo las bragas. No recuerdo exactamente cómo llegué a la cama, pero sin duda estoy en ella.Salgo de la cama con rapidez, me envuelvo en la sabana sintiendo el desagradable olor que viene de mi cuerpo y estoy a punto de meterme al baño cuando mis ojos se detienen ante mi ropa, mi ropa que está junto a la camisa de un hombre. El recuerdo de haber besado a mi vecino en una de esas recurrentes fantasías que he tenido desde que se mudó al lado, pero fue un sueño, estoy segura de que lo fue porque si no lo fue yo…Mir
RogerMe alejo completamente de mi vecina, la que me dije ignoraría, paso una mano por mi cabeza mientras con la otra sostengo mi cámara y sé que me comporté como un bastardo, pero no quiero hablar absolutamente nada sobre lo que sucedió anoche o lo que ella pensaba que sucedió porque después de besarme y vomitarme no hubo nada más.Entro en casa para preparar el desayuno, dejo la cámara sobre la mesa. No sabía que era lo que iba a encontrar realmente ahí fuera o si algo llamaría lo suficiente mi atención, pero conseguí sacar nuevas fotografías, fotografías bastante bonitas en realidad.Termino de colocar las tostadas sobre la mesa, la leche caliente también es colocada sobre la mesa antes de que camine hacia el cuarto de Amy. Mi hija duerme plácidamente sobre su cama, me acerca ella dudando si debería o no despertarla, pero sé que si no lo hago se enfadará.Amy ama despertar temprano, adora disfrutar del día todo lo que puede, una cosa que definitivamente aprendió de mi madre. Pensar
Lucía—¿Qué estás haciendo aquí?Miro a Raquel con extrañeza, ella sonríe antes de entrar en mi casa como si fuera la suya propia. Va directo hacia mi cocina y comienza a preparar su té mientras me habla con normalidad.—Vine por trabajo nena — sonríe — ¿Ya almorzaste verdad?—He estado trabajando en algo — respondo —¿Qué trabajo te trajo aquí?, ¿Hay algún evento del que no me informaste?—Oh, no cariño — saca algunas cosas de la nevera — ¿En qué estás trabajando?—No me cambies el tema, tú no vienes aquí con ropa de juntas solo porque si — niega — si hubieses querido una foto o un cuadro te lo habrías llevado, así que escúpelo.—De verdad que no es nada que tiene que ver contigo — me ofrece un sándwich — bueno, no aún, pero digamos que podrías hacer mucho dinero.—No necesito dinero — respondo — tengo la fortuna de mi familia.—Claro, venga Lulú, solo le sacas el dinero a tu hermano para molestarlo, sé que te gusta ganarte lo tuyo.Miro a Raquel tratando de entender qué está tramando