Leonardo Lombardi

Me adentre a la camioneta nuevamente.

— ¿A la oficina señor lombardi?— preguntó Ignacio

— de hecho vamos a las empresas Lombardi hoy por fin es el día— le dije, Ignacio arrancó.

Me hubiese encantado que Alaia me acompañara a sacar a esta gente de mi nueva empresa, sin embargo entendía que ella tenía cosas que hacer, así que había decidido no decirle para que ella no sintiera la presión de tener que acompañarme por obligación.

Al llegar me di cuenta que mi abogado me estaba esperando me bajé cuando Ignacio estacionó la camioneta y le pedí que me acompañara también por si las cosas se colocaban difíciles.

Los truenos adentramos aquel enorme edificio los de seguridad no se tuvieron.

— Buen día — Mi abogado le mostró el documento, no tuvieron de otra que dejarnos entrar.

Creo que nunca había estado en las oficinas lombardi pero era enorme la empresa, tenía un diseño maravilloso todo era muy elegante podía ver el estilo de mi abuelo en cada parte no me sorprendía qu