Leonardo apareció mirándome de forma extraña no dije absolutamente nada puesto que me sentía avergonzada ya que sabía había escuchado absolutamente todo, se acercó a mí ya acarició mi rostro levemente con sus dedos lo dejé hacerlo.
— no mereces ser tratada de esa manera— me dijo esta vez con una voz suave. suspiré. mi madre siempre había sido de esa manera así que este comportamiento de su parte para .i era muy común q — creo que ya estoy acostumbrada Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración podía oler esa menta fresca salir de su boca, podía percibir aquel delicioso y embriagante perfume, y en ese momento Me dediqué a detallarlo solo un poco más aquella barba aquellos ojos que me miraban de una manera hipnótica. Basta!! Intenté mirar a otro lado pero mis ojos fueron a poner a sus labios tenía que admitir que se veían tan provocadores carnosos húmedos estos prácticamente me estaban invitando a besarlos. No! No lo hagas. Él la cortó la distancia entre nosotros quedando a centímetros nuestros labios aún cuando él era mucho más alto que yo. — te prometo que conmigo no vas a tener que pasar otra vez por ese tipo de situaciones, me voy a encargar de que te respeten— nunca nadie me había dicho eso ni me había prometido defenderme. Mi respiración cada vez era mucho más acelerada. Mi corazón ne gritaba que que lo besara que solo era un beso y mi cabeza no paraba de decir que tenía que alejarme ahora — Puedo defenderme sola— Susurré ¿por qué dije eso? no lo sé, que estúpida soy! — Lo sé— dijo antes de unir sus labios con los míos. Claro que sabía que tenía que alejarme pero en su lugar de hacerlo me aferré a su cuello, di un pequeño brinquito y quedé encima de él puede sentir cómo comenzaba a caminar y escuchaba el crujido del vidrio al ser pisado, pero nada de eso me importaba cuando sus labios estaban unidos y atacando a los míos sin piedad alguna haciéndome sentir deseosa de él. Sus manos estaban en mis glúteos mientras que las mías jugaban con su cabello. Con mis manos quité su saco lanzándolo lejos de nosotros, ambos caímos al sofá él sentado y yo encima de él, comencé a sentir como algo se elevaba poco a poco haciendo que mi piel se erizara con el simple pensamiento de que aquello pudiese estar dentro de mí. Debería de decirle que esta sería mi primera vez?! O quizás solamente debería levantarme y decirle que saliera de mi apartamento?! no sabía cómo reaccionar en este caso, con Enrique lo intentamos un par de veces pero yo estaba tan asustada y el siempre lo entendió pero lo que sentía en este momento, la pasión era algo que jamás llegué a sentir y me daba miedo que jamás volviera a sentirlo. — Leo— susurré cuando comenzó a quitar mi ropa. estaba más que dispuesta a decirle que sería mi primera vez. — Estás segura que quieres esto?— preguntó también un susurro— Te juro que si te hago mía no te soltaré jamás— aquello me dejó un poco confundida ¿Qué significaba eso? Decidí dejar de pensar y solamente disfrutar de las caricias que por primera vez estaba experimentando, los nervios están apoderados de mi cuerpo pero el placer era el que predominaba. Y cuando estaba por desabrochar su pantalón el timbre nuevamente es uno. — Alaia!! Mi papá acaba de llamar tenemos una cena de trabajo ahora!— Ay no. Me separé de Leonardo — Lo sé tienes que irte— Me dijo evidentemente decepcionado, asentí. La vergüenza se apoderó de mí al darme cuenta de lo que estuve a punto de hacer. esteve apunto de entregarme a este desconocido cuando había guardado tanto tiempo mi primera vez. ahora que mi mente estaba un poco más fría podía pensar un poco mejor ¿cómo fue que llegué hasta este punto? Me quité encima de Leonardo y comencé a colocarme las prendas que él me había quitado — Me das unos minutos por favor prometo ir a buscarte para que nos vayamos juntas— Le dije a Sam sin abrir la puerta puesto que no quería que mirara Leonardo — te espero y deja de llorar vi a tu madre a salir de aquí— dijo antes de escuchar cómo se alejaba de mi apartamento mi amiga no podía estar más lejos de la verdad. ¿debía contarle esto a Sam? Leonardo se acomodó su corbata y se colocó su saco antes de levantarse tenía que admitir que el silencio era bastante incómodo pero yo no sabía qué decir y él parecía tampoco saber qué decir. — paso por ti a las 9:30 para que lleguemos juntos— dicho eso solo abrió la puerta y se fue y yo me quedé ahí sin saber si tuve que haber dicho algo o si pedirle disculpas. Solté todo el aire que tenías retenido antes de correr a mi recámara por un vestido y unos tacones toma una ducha rápida y me coloqué aquello tratando de verme lo más elegante posible, una vez lista camina salí de mi apartamento caminaste el ascensor y este me llevó directamente a la puerta del departamento de Samanta toca el timbre y mi amiga no tardó en salir vestida muy similar a mí — Lista?— Preguntó asentí Ambas nos subimos nuevamente al ascensor y apretamos el botón que nos llevaría al estacionamiento mientras A qué el ascensor tenía la típica música yo no dejaba de pensar en lo que había pasado hace unos segundos. Había estaba a punto de entregarme a Leonardo. ¿Por qué? Cuando las puertas se abrieron ambas caminamos directamente hacia la camioneta de mi amiga era la que más solíamos usar, nos subimos ambas en silencio y la dejé manejar hacia nuestro destino. Me preguntó cómo tenía que actuar ahora frente a Leonardo como antes o tendría que actuar de una manera diferente ahora que habíamos tenido aquel momento. Me di cuenta que habíamos llegado cuando el auto se detuvo me bajé en silencio y mi amiga y yo caminamos dirigiéndonos dentro del restaurante quise golpear mi cabeza muchas veces contra la primera pared que encontrara ahí se encontraba el padre de Leonardo y de Enrique junto al padre de Samanta. ¿Ahora que? Miré a mi amiga quién se encogió de hombros, estaba claro que ella tampoco sabía que el señor estaría aquí. — Muy buenas tardes lamento la tardanza pero no contábamos con esta reunión. Ambos hombres se levantaron y nosotras tomamos asiento. — alaia, Samanta qué gusto verlas a las 2— Dijo Rodrigo— Alaia quería hablar contigo lamento lo sucedido jamás esperé que mi hijo fuese hacer eso de verdad quiero pedirte disculpas por todo lo que estás pasando ahora. — no sucede nada, si ellos dos van a ser felices bueno ¿La reunión es por algo más o era simplemente para eso?— pregunté queriendo salir corriendo a este lugar — No mi niña, vamos a hacer un trato con los lombardi y me encantaría que fueses tú quien llevarás este proyecto, Samanta está aquí porque quiero que se encargue de todo lo legal ella personalmente— ¡¿trabajar con los lombardi? Yo?! ¿por qué? mi trabajo como vicepresidenta era mucho más, de hecho llevaba s muy pocos proyectos, este tenía que ser muy importante si querían que yo lo llevara— si no estás preparada para eso puedes decirme Y y me encargaré de buscar a alguien o tú puedes encargarte de poner a la persona indicada frente a este proyecto Quería decir que no que realmente no quería estar cerca de esta familia pero era mi responsabilidad y creo que no podía fallarle a Santiago de esta manera, él estaba confiando en mí, él siempre había confiado en mi — seré lo más profesional posible te lo prometo Santiago — no esperaba menos a ti Alaia— me brindó una sonrisa. Rodrigo colocó unos planos en la mesa y me sorprendió ver el título en aquellos planos ¡¿Me estaban colocando a construir la casa de cristal y de Enrique?! Respira profundo evitando gritar y mandarlos a todos a la m****a en este momento ¿Acaso era esto un tipo de humillación? Pude ver como Santiago también fruncía el ceño, creo que eso era algo que él no esperaba. — ¿Una casa?— preguntó Samanta mirando a su padre y luego a mí. — no me habías dicho que era una casa, no siento con la casa sea un proyecto tan importante— Dije Santiago — Alaia es la vicepresidenta y ella solo lleva proyectos muy importantes y prestigiosos, pero definitivamente esa se la podemos dar a cualquier otro empleado, te aseguro que todos nuestros empleados están aptos — Claro que es un proyecto importante, es el lugar en donde se criarán mis futuros nietos y la descendencia que tendrá la familia lombardi, es el proyecto más importante que tengo, tus padres fueron los de la idea estaban seguros que construirías la mejor casa para tu hermana Claro que sí! Mis padres! no esperaba menos de ellos, esta era otra manera de hacerme saber que ellos siempre iban a tener el maldito control que equivocado estaban! — y no se preocupe como acabo de decir seré la persona más profesional. — le dije mientras fingía una sonrisa.— Me encargaré de que tengan unas hermosa casa te prometo que de la manera más profesional ayudaré a Leonardo acabar con ustedes. sonreí tratando de similar las ganas que tenía de matarlos, por debajo de la mesa sentí la mano de Sam, Santiago me miraba como si quisiera disculparse conmigo. — No espero menos de ti Alaia — Dijo Rodrigo.Alaia Del olmo Un taxi pasó por mí y me llevó directamente hacia mi apartamento en el cual tomé una ducha me coloqué el mejor vestido que tenía en mi clóset quería verme espectacular. Estaba cansada de todo esto, estaba cansada de las humillaciones y de que creyeran que pueden pasar por encima de mí. Escucha el timbre sonar cuando estaba colocándome mis aretes, así que tomé mis tacones y bajé corriendo las escaleras para poder abrir la puerta Ahí estaba Leonardo mirándome con una sonrisa — déjame decirte lo hermosa que te ves Alaia — Sonreí ante su halago, creí que no estaba acostumbrada a escuchar esos halagos hacia mí — Muchas gracias ya estoy casi lista, solo debo ponerme mis tacones y ya Caminaste al sofá me senté y me coloqué los tacones con cuidado, una vez lista Leonardo me tendió la mano para que caminara junto a él Así que lo hice. Salimos al apartamento directamente al ascensor que nos llevó al estacionamiento, en silencio nos subimos a su auto y en sil
Todos caminamos hacia nuestros respectivos asientos no podía evitar sentir mi corazón apachurrarse porque era difícil estar frente a mi hermana y a mi ex novio, ella vestida de blanco con un enorme y precioso vestido Enrique por otro lado vestía un traje negro era que el traje que yo había comprado. Ni siquiera pudo ir por un traje diferente. eran tan descarados. Estaba en primera fila junto a Leonardo quien sostenía mi mano y me brindaba una sonrisa cálida. Realmente me dolía la traición de parte de ambos y que ni siquiera hayan tenido la valentía para poder decírmelo a mi. Todo hubiese sido tan diferente si hubiesen sido capaces de contarme las cosas, juro que me hubiese alejado pero ellos prefieron hacerme esto y actuar como si yo fuese la villana — Estás bien?— preguntó Leonardo asentí con la cabeza — los declaro marido y mujer puedes besar a la novia— ante las palabras de el hombre que los casaba y ver cómo ellos se besaban pensé que aquello me iba a hacer sentir
Alaia del olmo Me alejé de Leonardo cuando lo escuché quejarse, pude anotar rápidamente que tenía heridas en el rostro aunque leve había una en la comisura de sus labios. Rápidamente me sentía avergonzada no solamente por besarlo de esa manera sino también por lastimarlo. — Ay Dios lo lamento muchísimo, te juro que no fue mi intención ¿Quieres que vayamos a una clínica o algo para que te curen?— le pregunté él sonrío de lado y negó— ¿Podrías curarme tú?— Preguntó — Yo? No lo sé hacer— Le respondí avergonzada No respondió y simplemente comenzó a conducir nerviosa comencé a jugar con mis dedos el silencio no era incómodo pero no sabía si tenía que decirle algo, quizás tenía que disculparme por haberlo besado o por lo sucedido. Sé que él había sentido aquella fiesta por mí y había salido golpeándose con su hermano. No sé en qué momento el auto se detuvo y de repente Leonardo estaba abriendo la puerta para mí, estiró su mano la tomé y bajé del auto deportivo en el que estaba. No
Leonardo Lombardi Me senté en la cama sintiendo mi corazón latir.Tomé mi teléfono y le marqué a ignacio.— Señor?— manda un taxi a mi apartamento para que lleve a Alaia asegúrate que llegue a salgo a su casa— Dicho eso colgué.No podía creer que le había besado de esa manera y que pude tenerla pero había sido un maldito cobarde y había huido de ella. No sé cuánto tiempo pasé en la habitación escondiéndome de Alaia, porque esa era la realidad me estaba escondiendo de ella. Cuando escuché las puertas del ascensor abrir y cerrar supe que ya no estaba en el apartamento. Sé que había colocado todo esto más difícil ya había hecho la situación más incómoda, salí de mi habitación tomé las llaves de mi auto y esperé que el ascensor nuevamente viniera por mí una vez que este abrió sus puertas me subí y me llevó al estacionamiento bajé del ascensor y caminé directamente hacia mi camioneta la encendí y manejé directamente hacia el night club. Estacioné y entré este era un night club difere
Alaia del olmo Me desperté hice mi rutina diaria. No puedo evitar mirar este lugar un par de veces sabiendo que esta sería mi última noche en este apartamento. Este apartamento me había dado tanto, me había dado la oportunidad de escapar de mi familia, de escapar de esa locura que era la casa de los Olmos. Siempre estaría demasiado agradecida con Santiago y con Samanta me habían hecho parte de su familia haciéndome escapar al menos un rato de la mía. Había convertido este apartamento en mi hogar, aunque si era sincero no sabía que podrías construir un hogar tú sola pero así me sentía en paz con este lugar, me daba nervios porque no sabía que iba a esperar una vez que me mudara con Leonardo. Bajé las escaleras una vez que cambié mi pijama por algo casual hoy sería día de mudanza así que quería estar lo más cómoda posible, llegué a la cocina y decidí hacer el desayuno si bien realmente sabía hacer muy pocas cosas creo que podría hacerle un desayuno bastante decente a Leonardo. No
Alaia del olmo Me levanté de la cama y me alejé de él como una como un reflejo para tratar de poner distancia entre nosotros. Para convencerme a mí misma que era una mala idea aceptar ser suya aunque aquellos solo me hacía pensar en qué forma él quería que yo fuese suya. Podía simplemente estar hablando de una manera sexual y yo aquí imaginándome que quería una vida larga conmigo. Quizás ese era mi problema y siempre lo sería el hecho de que me ilusionaba demasiado rápido sin siquiera escuchar sin siquiera darme cuenta de las cosas sabía que tenía que ponerme pausa a mí misma tenía que detenerme a ver a mi alrededor.Estaba comenzando a sospechar que había tomado una muy mala decisión al aceptar este convenio o este trato con él, quizás tuve que haber insistido para el divorcio, tuve que haber interpuesto la demandada yo misma al contratar a un abogado o pedirle Samanta que lo hiciera como abogado tenía el mejor bufet a mi disposición sin embargo había decidido aceptar un loco tra
Alaia del olmo Había pasado parte de la mañana arreglando el clóset y mi habitación para que estuviera a mi completo gusto, había decidido cambiarme colocarme algo mejor y menos casual después de todo tendría que ir a ver a Samanta y el lugar en donde solíamos ir iban normalmente personas adineradas, no quería verme fuera del lugar, decidí tomar una falda un blazer y una camisa blanca con unos pequeños tacones y mi pequeño bolso de mano, una vez que estuve lista bajé las escaleras y me sorprendió ver a una mujer ahí mirándome con una pequeña sonrisa ayer en la noche cuando había venido ella no estaba en la mañana cuando entré tampoco la vi. — muy buenos días señora lombardi, mi nombre es María y soy la encargada de la casa— Oh, eso sí me sorprendio, eso quiere decir que Leonardo tenía dos empleados en casa que era Ignacio y ahora MaríaMe acerqué a ella estiré mi mano y ya algo avergonzada la estrechó. — Hola María un gusto conocerte discúlpame que no había bajado antes pero realme
Alaia del olmo — viste lo que tú dices?— Le pregunté — ¿Cómo se supone que con esa actitud que él tiene yo simplemente voy a disfrutar del momento ya — le dije mientras tomaba asiento y lo veía a caminar hacia la salida con ese porte. Noté también como mujeres lo miraban no las culpaba Leonardo realmente era un hombre muy atractivo y eso era algo que no se podía negar y que estaba a simple vista.— Bueno ya mejor comamos — Asentí.Ambas comimos entre plática. Una vez finalizamos de comer pagamos y salimos de aquel lugar, ignoré por completo las miradas de cristal y que parecía estar discutiendo con Enrique. — quieres que vayamos en mi auto?— Le pregunté — O nos vemos en el centro comercial?— nos vemos en el centro comercial no quiero dejar mi auto aquí — asentí.Cada una se subió en su respectivo auto manejé hasta el centro comercial en el que solía acompañarla a comprar sus cosas era uno muy costoso y solo habían tiendas con marcas específicas.Y se nota mental de que tenía que