Lo reparo y juro que siento como todo mi cuerpo reacciona a él. Mis piernas tiemblan, mi corazón palpita a mil por hora y mi boca se torna agua; como si tuviera mi comida favorita al frente, o mejor dicho, él es mi comida favorita.—Buenas tarde..—Sonríe mostrando su mano arma de seducción; sus dientes.Respiro profundo aún sin poder creer que por fin lo tengo enfrente, logrando con eso inhalar su delicioso perfume, y así empapar mis bragas en el acto.—¿Tienes fiesta? —Repara todo lo que tengo en la isla de la cocina para preparar las palomitas.Estoy consciente de que parezco una boba con los brazos caídos y la boca ligeramente abierta. Lo miro de arriba abajo como si fuera irreal. Tiene unos vaqueros rasgados, una franela gris que hace notar los tatuajes en su brazo, su rolex y ese aura que te hace pensar que no existe hombre tan perfecto.—¿Qué pasa? ¿Tanto me extrañabas, señorita Mercier? —Me pregunta pasando su mano por su cabello húmedo.Deduzco que se acaba de bañar, aún huele
Pov Samantha.—¿Qué haces en mi habitación? —pregunto con la voz temblorosa.No hay excusa que pueda decirle, no sé qué hacer y tengo miedo de que piense que soy una loca obsesiva que ha estado enamorada de él en silencio, que he intentado seducirlo para poder llegar a tenerlo, que me he masturbado por años a su nombre para calmar el deseo descontrolado que surgió de la nada con solo verlo en aquel congreso, aunque sí, es así, pero no se lo voy a decir, joder.La sonrisa del hombre en frente de mi se ensancha, no dice nada, solo mira los pósters de brazos cruzados a la espera que le dé una respuesta, y yo vacilo a la hora de hacerlo.—Es de Cloe —es lo único que se me ocurre—. Admira tu belleza y me los dio a guardar hace unos días, lo pegué aquí por qué… —Un silencio de segundos me atora el tórax—. Por qué Lucas se puso como loco al verlo en su departamento, sabes que ellos están saliendo.Me volteo frente al espejo con la manos a punto de un mal de parkinson, y con el corazón retumb
Pov Samantha Llegamos a una cabaña arriba de una colina después de caminar por varios minutos, la adrenalina de hace un momento sigue en mi vientre, al igual que la humedad en mis bragas. Voy caminando detrás de Fernando, con las manos temblorosas. A pesar de que ya hemos estado juntos varias veces, la adrenalina de lo que se aproxima sobrepasa mi ser.El lugar enfrente de mis ojos es hermoso. Está rodeado de césped, es de dos plantas, hecho de madera color caoba, con unas paredes blancas. Estamos sin guardaespaldas, y voy a confesar que me aterra, Fernando es un hombre demasiado importante, pero pareciera que no le temiera a nada, y hasta podría jurar que tiene guaruras obligado por sus padres.Abre la puerta de madera negra, y yo paso detrás de él. Observo el luga; una enorme chimenea está a su lado izquierdo, y al lado derecho una escalera de madera que nos lleva a la planta alta, en el medio hay tres sofás con alfombras negras en el piso. En una esquina hay mesa llena de comida
Pov Fernando.Reconozco que soy un hombre controlador, y no me molesta decirlo aunque estoy consciente que es una gran falla que tengo, pero, todos los seres humanos tenemos defectos, ¿no es así? Y quiero decir que ese es uno de los míos, ya qué contraté un hacker que me dio la información detallada de la laptop rosada de Samantha, y dicha información me hizo saber que tiene…¿cómo podría decirle? Una pequeña admiración por mi desde hace tres años, que ha recopilado información de vida durante todo este tiempo y que también fingió no conocerme para llamar mi atención, ¿lo logró? Claro que lo logró, la castaña no solo es una mujer inteligente, es una mujer de carácter, capaz y muy, pero muy sexy, capaz de enloquecer mis sentidos demoníacos con solo lamerse los labios, labios los cuales me quiero prender de ellos hasta arrancarlos.Abro la puerta de mi nuevo cuarto de juegos y no puedo evitar detallar su rostro, un rostro tan angelical como perverso que me hace querer follarla cada nada.
Pov Samantha.Estoy acostada en el sofá que está junto a la chimenea mientras tomo una taza de chocolate caliente. Fernando está a mi lado con un vaso de whisky sin dejar de mirar las llamas de la chimenea. Esta con el dorso desnudo y solo se cubre con una sábana ya que debajo de ella no hay nada. Son casi las cuatro de la mañana, y puedo decir que por hoy estoy satisfecha, aunque, ¿qué mujer puede cansarse de cabalgar a este hombre? No solo tiene los ojos más hermosos que he visto, sino que todo de él es perfecto, desde ese aura de chico malo pero inteligente y millonario, hasta el cuerpo de adonis que hace que la boca se me agua cada cinco segundos.—Siento que me vas a desgastar de tanto verme —dice con una sonrisa en los labios.«Arrogante»—Solo me estaba fijando en tus tatuajes, ¿que significan? —Le acaricio el brazo.Tiene todo el brazo derecho lleno de ellos, puedo distinguir un tigre al inicio, pero luego al bajar hay varios símbolos que no entiendo.—El tigre representa a un
Pov Samantha.Me bajo de mi auto con una botella de vino en la mano, y con una caja de pizza en la otra. Aunque Fernando no me ha respondido el teléfono, me dijo que podíamos vernos en la noche en el penthouse, y que también me mostraría el cuarto de juego que tiene ahí, así que decidí venir sin avisar.Camino por el camino de grama y toco la puerta con las manos temblorosas; creo que nunca dejaré de sentirme ansiosa al tenerlo cerca, y es que, Fernando es un hombre que pone tus nervios de punta con solo saber que existe en alguna parte del mundo.A lo segundos la chica de servicio abre la puerta, y yo sin decir nada entro al pethouse, logrando captar una escena que me deja elada.—¿Quién es? —pregunta Fernando saliendo con el dorso desnudo y sudado.Algo dentro de mi se remueve, pero ese algo excitante que sentí al verlo con poca ropa, se convierte en rabia y celos al ver a la misma mujer que ví en la empresa; ella sale envuelta una bata de baño, con el cabellos mojados y con las mej
Pov Fernando.Reana se me está saliendo de las manos; Siempre ha sido una de mis mejores sumisas, obediente, callada, y complaciente, pero de ahí a qué viaje sin mi consentimiento hasta donde yo estoy, eso jamás había pasado. En otras circunstancias seguramente me hubiera encantado, pero ahora no, y no se cual es la puta razón.Salgo de casa de Samantha con un sonrisa de oreja a oreja, por qué el sexo con ella es tan placentero que me deja en el aire, es que… ella es adictiva, como una droga que mientras más la pruebas más la quierés seguir probando, y eso es algo que me pasa con ella, que siempre que la hago mía quedo con ganas de más.—Señor, su padre está en la empresa, lo está esperando. —Me avisa el guardaespaldas que me recibe afuera del edificio de Samantha.Paso por su lado sin importancia y subo al auto donde él comienza a conducir. Demetrio seguramente vino para ver el avance del proyecto, y eso es algo que me estresa y me molesta, por qué se supone que él debería de confiar
Pov Samantha.Estaba de espalda, descalza y con un moño desordenado revisando los archivos que había imprimido para trabajar en el proyecto. Con eso de que él guapo de mi jefe nos había dado quince días para terminar de montar todo, ahora había que trabajar horas extras, y yo decidí que sería bueno hacerlo en la elegante oficina de Fernando, ya que no quería que se burlara de mi oficina.—¿Qué haces aquí? —pregunta haciendo que brincara por el susto.Fernando era como un gato cauteloso que se movía con tanta delicadeza que no se notaba.—Vamos a trabajar, y como no te gusta mi oficina pensé que era mejor aquí. —Trago grueso al verlo.—Mmm, no he dicho nunca que no me gusta tu oficina —bufo.—Pero lo insinuaste, le dijiste oficina de niña —recalco.Lo veo sentarse en su sofá, quitar su corbata y su saco y quedar solo con la camisa clara que lleva abajo; le queda tan adherida a sus músculos que mi boca se hace agua.—¿Te vas a desnudar? —pregunto con una ceja alzada, mientras muerdo el