Enzo
La vi salir respaldada por su grupo, que no solo tenían la responsabilidad de combatir con los intrusos, sino que tenían el deber de protegerla con sus propias vidas.Junto con Salvatore salimos por la puerta de atrás y colocamos algunos explosivos que después de conectarlos se activaban con el movimiento.Regresamos a la sala para terminar de comprobar los radares y de un momento a otro los ecos de la balacera resonaban en las frías paredes de mi fortaleza.Las detonaciones venían de un lugar que alguna vez fue un centro de distribución, pero luego paso a ser una casa para mis hombres, y ahora estaba convertido en un campo de batalla.La mafia rusa había llegado uniendo fuerzas con los esbirros de los Rivetti, como ya lo había sospechado y ya no había forma de salir de esta sin confrontarlos.Rápidamente busqué la presencia de mi mujer entre todos mis hombres y la localicé, ella al verme se acercó a mi y comenzó a disparaEnzoMis hombres con conocimiento de primeros auxilios, llegaron rápidamente, pero cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad. La condujeron a la clínica de la Dra. Clara López, la ginecóloga de confianza que estaba llevando a cabo el tratamiento de fertilidad de mi esposa. Allí, un grupo de los mejores médicos que habían junto a ella misma la atendieron. Yo estaba en la sala de espera, mis manos sudorosas entrelazadas, mi mente llenándose de horrores. ¿Y si no despertaba? La idea de perderla me desgarraba.Después de lo que pareció una eternidad, la Dra. López salió y me hizo señas para acercarme.—¿Cómo está ella? —pregunté, casi suplicando.La doctora mantuvo la mirada fija en mí y suspiró antes de responder. Su expresión se volvió seria, y de repente, las palabras que había estado esperando se convirtieron en un torrente de emociones. —Se ha desmayado debido al estrés y la fatiga. Sin embargo,
OliviaEl sol apenas se asomaba por el horizonte, filtrando un suave resplandor dorado a través de las cortinas de la habitación. Me encontraba sentada en la cama, rodeada de almohadas, mientras mis manos acariciaban suavemente mi vientre. Hacía ya dos días que me habían dado de alta de la clínica, ya recuperada pero con un montón de cosas por hacer, ya que ahora no solo debía cuidarme a mí, sino a mí bebé.Hoy, era un día especial, y una mezcla de ansiedad y emoción revoloteaba en mi interior; el signo de una vida que crecía dentro de mi. Está mañana tendré mi primera ecografía, donde podremos ver a nuestro pequeño bebé y escuchar su corazón.Era tan solo un mes de embarazo, fue lo que nos confirmó la Dra. Clara y era lo que ambos habíamos soñado, y hoy marcaría un hito importante: su primera ecografía, lo veríamos los dos.Enzo, siempre tan imponente y lleno de seguridad, entró en la habitación con un aire de nerviosismo disfrazado. Vestía un traje oscuro que acentuaba su figura, p
EnzoLa brisa del atardecer acariciaba Roma, y los rayos del sol se filtraban a través de las antiguas estructuras, dándole a la ciudad un aura dorada. Me encontraba apoyado contra el mármol de la terraza del ático que tenía en esta ciudad, mirando hacia el horizonte mientras mis pensamientos giraban en torno a la revelación que había cambiado sus vidas: Olivia estaba embarazada.El pequeño y gran momento en el que escuché el latido de nuestro bebé, fue algo indescriptible que me llenó de felicidad.La emoción inicial se había transformado rápidamente en inquietud al pensar en las implicaciones que su futuro heredero traería al imperio que él y Olivia habían estado construyendo. La mafia italiana no perdonaba; cualquier signo de debilidad podía ser aprovechado por sus enemigos.Olivia apareció en la puerta de la terraza, con su cabello oscuro ondeando suavemente y sus ojos brillantes con una mezcla de alegría y preocupación. Me giré por completo para enfrentarla, y mi corazón se ac
EnzoEn la tarde, luego de haber dormido un rato, bajamos a la sala de estar del penthouse para comenzar a trazar un plan para asegurarnos de que nuestros hombres estén capacitados para cuidar a mi esposa y a mí heredero.Mis asesinos y escoltas más cercanos son los que saben del embarazo de su señora para más seguridad, aún no queremos hacer la revelación hasta que tengamos un plan de seguridad para ambos. También estábamos esperando a que el periodo de implantación del bebé en el útero fuera lo más seguro para poder presentar ante la mafia la gran noticia.Nos sentamos en la mesa del comedor, con documentos esparcidos en ella, haciendo una lista de todos los posibles peligros. Tomamos decisiones difíciles, como reforzar la seguridad en nuestro hogar y mantener en secreto el género del bebé, así como el nombre que fueras a elegir.—¿Qué tal si tenemos un doble en la seguridad? —sugirió Olivia—. Un grupo que no solo se encargue
OliviaCon mi vestido verde ceñido que acentuaba mi figura, me movía como un fantasma por el salón. Mi rostro, normalmente sereno, tenía una expresión de letalidad que se acentuaba con cada paso que daba. La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo, y no podía evitar sentir que algo andaba mal.Terminé mi caminata frente a la puerta del baño y me aseguré de que estuviera libre, entré, hice mis necesidades y salí a lavar mi manos tratando de extender el tiempo de serenidad de este lugar, pero no podía escapar por mucho tiempo. No faltaba nada para irnos y quería irme desde que llegué aquí.Salí tranquilamente y comencé a caminar de regreso hasta donde se encontraba mi esposo, pero en todo lo que estaba observando detenidamente me llamó la atención un grupo de hombres en un rincón del salón, lejos de las miradas indiscretas, eran los representantes de la mafia rusa se reunían con otros individuos de dudosa reputación. Reconoci en
OliviaMe encontraba en la sala de estar de la fortaleza, observando a través de las grandes ventanas, que daban al jardín meticulosamente cuidado. Era un día soleado, pero mi corazón estaba tenso. Me palpaba la barriguita que crecía lentamente, un recordatorio constante de la pequeña vida que llevaba dentro. Aunque el embarazo me había hecho más vulnerable en los ojos de mi esposo, yo sabía que, en lo profundo de mi ser, mi instinto maternal era más feroz que cualquier otra cosa.Enzo, el temido capo de la mafia italiana, estaba inmerso en una guerra silenciosa con rivales que acechaban como sombras en la oscuridad. Desde hacía días, se sentía cada vez más rodeado por enemigos que no dudaban en utilizar cualquier artimaña para perjudicarlo. Y esa fue una conversación que tuvimos anoche después de volver de la horrible reunión de las mafias, habíamos volado directamente a casa llegando de madrugada.Yo ya conocía las amenazas
OliviaTodo estaba perfectamente planeado, la reunión se concretó con la mujer que esta haciendo estragos por todos lados.Se mueve bien en lo que respecta al plan que lleva a cabo por solicitud de Daemon, pero no se mueven tan rápido como yo.Parece una paloma, donde llega a dejar su mierdero.No es problema para nosotros, tengo a mi gente limpiando toda la difamación por parte de esa mujer. Quiere ensuciar la reputación de las empresas farmacéuticas regando que los medicamentos e insumos se hacen con componentes nocivos para la salud humana.Aparte de que quiere hacerme caer el proyecto de los hoteles apunta de influencias con otros prospectos que tengo.Ella no tiene la remota idea que conozco cada uno de sus pasos, se va a llevar una terrible sorpresa cuando la enfrente.Había estado observándola durante días, recopilando cada pequeño detalle de sus movimientos. Sabía que Katerina tenía un plan para desacreditar a l
Katerina Novikov Actualmente me sigo preguntando que beneficios obtendría mi primo por quebrar el matrimonio Cavalli. Estos días han sido el recordatorio de que no todo es lo que parece ser, he dejado años de experiencia y de profesión pegados en una venganza que no me incumbe. La esposa de Enzo es una estratega de temer, en la última semana ha respondido a cada golpe que le he dado, ha respondido más fuerte de lo que yo lancé. En menos de tres días me había dejado sin carrera y sin credibilidad por parte de mis clientes hacia mí trabajo. A estas alturas no solo estaba peleando por mi primo, sino por mi misma. Por culpa del maldito Boss, esa mujer acabo con mi carrera la que tanto me costó construir. Ahora solo queda sacar mi lado delictivo para acabar con ese matrimonio. Ya teniendo la reunión de inversores pautada y confirmada con Enzo Cavalli en un restaurant