El amor hacia los animales relativo es, hay quienes los aman, otros contrario a toda la naturaleza, les aborrecen, está el intermedio, quien no es capaz de tenerlo pero aún así le causa ternura.— ¿Por qué le odias tanto? Chimuelo tan sólo es un niño — le espetó aquella tarde, habían pasado tres días desde aquel evento y parecía ser que estaba incomoda, ella al ver su actitud ante el pequeño animal que no había hecho nada mal.— No es que lo odie, solo que muchas personas se refugian en ellos y pierden sus prioridades — dijo y está le miró con seriedad, para ella culpar a un animal indefenso por las decisiones de los humanos, que eran seres racionales, era lo peor que podía hacer.— No tienen la culpa, somos nosotros que decidimos que espacio darles — le contestó, sabía que ante aquel rechazo había un contexto que aún no conocía y no creía que en algún momento esté lo llegara a decir.— Solo mantenlo alejado, a veces los animales me abruman — le dijo y ella entrecerró sus ojos, puso s
Para Hans la vida era algo simple, todo era u a fiesta extrema, alcohol y al día siguiente repetía, Tania había llegado a su vida a mostrarle algo totalmente diferente, donde estar en casa, ver una película un fin de semana, cocinar algo podía ser mucho más gratificante.— ¿Saldrás este fin de semana? — preguntó el con un poco de precaución, no quería dar un mensaje erróneo con su pregunta.— Estoy agotada, solo quiero dormir — le contesto y era totalmente cierto, había estado todo el día en clase con él, después de eso organizando la habitación, pues no estaba muy de acuerdo con que otros organizarán lo que ella tiraba, esta había sido la primera discusión con él , este no ente día por que se empeñaba en hacerlo ella misma, habían personas que podían ayudarles, pero al parecer, Tania pensaba distinto a él.— ¿Tu? — le preguntó sin dejar de ver la segunda parte de kung fu panda, era la película favorita de ambos, ¡Mucho en común!— No creo, además creo que quiero descansar en casa, es
Aquellos besos le estaban poniendo cada vez más, parecía ser que la tensión de la semana era algo que estaba a punto de dejar en otro plano.Por más de que Hans lo intentará, se le había imposible dejar de mirarle, de no querer tocarle inclusive.— ¡Si me detengo será algo de lo que me arrepentiré! — dijo el en un susurro, parecía ser que tener a Tania tan cercano era tan sencillo para su estabilidad, esta lograba despertar algo en el que no podía descifrar que era.— No te he dicho que te detengas, tengo un contrato firmado y en ese, el placer era algo primordial entre los dos — le dijo mientras sus manos tocaban justo el orillo de su camiseta de algodón, esta no dudo en que su mano tomará un rumbo aún más atrevido y la puso en aquellos abdominales que parecían querer tomar forma nuevamente.— Me gusta esto — dijo el con voz ronca y la acercó más a él, su trasero fue el lugar preferido para ello.— A mi igual — dijo ella y le beso nuevamente, las manos estaban inquietas, querían más
— ¡No es mi tipo! — aquellas palabras habían quedado metidas en la mente de Tania, sabía que él sólo quería sexo, pero no entendía porque decir aquello.Le había besado momentos antes de decir aquello, le había dicho que le encantaba su aroma, le había dado un beso e incluso, estaba pensando tener sexo con ella en ese mismo lugar, ahora delante de sus amigos negaba cualquier atracción hacia ella.— ¡Es un imbécil! — se dijo así misma y siguió su camino.Miró su celular un momento, busco en el la tan ansiada aplicación, estaba interesada en sacar de su cabeza a aquel idiota, era una mujer guapa, que podía atraer a cualquiera.— ¿Hola? — Dijo un chico, estaba en su auto en un parque, cerca de la casa del idiota que le había hecho sentir mal, miró aquel mensaje y no dudo en responder.— Hola — escribió.La respuesta del hombre fue rápida, reviso su perfil y le pareció bastante atractivo, parecía ser que vivían cerca, eso era lo bueno de aquella aplicación.— ¿Y cómo te trata la vida hoy?
Ángel, era un total extraño para ella, pero tenía claro que aquel hombre era una excelente persona para conversar, Tania se había quedado bastante horas escuchándolo, hablando sobre todo lo que ocurría en su vida, se estaba identificando con él, parecía ser que tenían mucho en común, gaste el signo zodiacal.— ¡Así que no tienes novia, no tienes hijos y tienes un perro que se llama Tanque! —dijo ella mientras esté le contaba acerca de su día a día.— Lo único que nos diferencia entre los dos es que tú tienes un gato que se llama Chimuelo, ¿es negro como el pequeño dragón? — le preguntó haciendo que esta riera, era un gato amarillo que quizás en algunos años se parecería más a Garfield que a Chimuelo.— Su nombre no tiene mucho que ver, pero quiero decirte que toda la vida quise tener un gato, en casa era complicado, dado que mi madre era alérgica, recuerdo que alguna vez me robé los hijos de la gata vecina — le dijo entre risas, haciendo que este se divirtiera con aquella historia.—
La clase seria el lunes, aún tenían un largo domingo a sus narices.— ¿Desayunas? — preguntó esa mañana Hans, este había pensado toda la noche en lo que ella le había dicho, tenía razón en sus palabras, bastante asertivas y no tenía como cuestionarlas.— No, voy a salir, ¡Hola a todos! — les dijo y se marchó, los amigos de Hans se habían quedado toda la noche, así que no tenía muchas ganas de permanecer en una casa con tanta testosterona por todos lados, ya le bastaba con tener que lidiar con su jefe a diario.— ¿Vienes hoy? — preguntó y esta sonrió y se marchó, había decidido arreglarse un poco, un vestido lindo en tono lila, le quedaba bastante bien y parecía ser que todos tenían la misma afirmación.— ¡Los vestidos son para ella, definitivamente! — dijo uno de ellos, mientras comía, Tania era atractiva, tenía curvas prominentes, caderas anchas, un rostro bastante lindo y un cabello que quedaba demasiado bien con ella.— Si, le queda bien — contestó el único que parecía no estar muy
La muerte no era algo que Tania se planteaba nuevamente, su padre era importante en su vida y no esperaba perderlo nunca.— ¿Estas bien? — preguntó Hans mientras le veía completamente pálida en su coche.— ¿Me puedes llevar al hospital?, intente encenderlo y siento que es imposible, no puedo, de verdad no puedo — dijo mientras sus manos temblaban y lloraba de forma descontrolada, Hans no sabía exactamente qué pasaba, pero no dudo en hacerla a un lado y abrazarla.— Ven, calma por favor, necesito saber que ha pasado, no sé qué te tiene tan nerviosa, pero lo vamos a solucionar — le dijo, podía sentir su miedo, era algo palpable.— Mi padre está algo grave, se ha accidentado y mi madre me ha dicho que está fatal — dijo mientras soltaba nuevamente el llanto, no estaba preparada para las pérdidas, cuando su abuela murió, esta se había llevado una parte de ella, no podía dejar de pensar en él nudo en la garganta, en la sensación de esperar a que esta volviera cada día, algo que realmente no
— ¡Papá, me da un poco de miedo! — dijo Tania la vez que su padre había decidido enseñarle a montar una bici, esta no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo, pero confiaba en papá, este nunca la solitaria y la dejaría caer.Aquella sensación la había vuelto a sentir en su presente, su padre le había dado un susto de muerte, uno que casi la hunde por completo.— No me dejaste — le dijo ese día en cuanto lo vio, su padre había tenido una lesión bastante grave, pero parecía ser que la vida era algo que no estaba corriendo peligro según sus doctores.— ¡Jamás dejaría a mi niña! — le dijo, aunque Tania ya era toda una mujer, no podía negar que le era difícil verla como tal, para él siempre sería su niña, su tesoro más preciado.— ¿Adivina quién ha venido conmigo? — le preguntó haciendo que este se emocionara.— ¿Es quien puso? — le preguntó mientras sonreía de oreja a oreja, el golpe en su rostro estaba algo morado por la presión.— Si, es él — le contestó y este sonrió cada vez más gr