—No te preocupes, Chelsy —reacciona—. Deseo que sean muy felices.

—Se casarán en dos meses —notifica.

—Eso está perfecto —afirma con seguridad.

—Pero tú…

—Yo estoy enamorada y en otra etapa de mi vida, así que créeme estoy más que bien —asegura y cuelga la llamada.

—¿Estás segura que no te afectó? —pregunto—. Te pusiste un poco pálida.

—No te voy a negar que me tomó por sorpresa la noticia, vinieron a mi mente recuerdos nada memorables, pero mis deseos son sinceros —confirma—. Samantha me parece una buena chica y Conrad… no es una mala persona.

—No lo es, pero lo que le hizo a Samantha durante el viaje, no cualquiera lo perdona.

—Debe estar muy enamorada —supone.

—Bueno, en realidad eso es problema de ellos y también espero que sean felices, pero nosotros tenemos otros planes —afirmo.

—¿Cuáles?

—Estamos solos, mi anfitriona me sugirió algo en la terraza que me tiene entusiasmado.

—Cierto —sonríe—. Pero tenemos una reunión con tus amigos.

—Sí, pero nos queda tiempo —me acerco y