Hola, aquí seguimos con los capítulos, espero que sigan disfrutando de esta parejita. Un abrazo, nos vemos mañana.
Llegamos al bungalow, entramos a la habitación, la hago sentarse en la orilla de la cama para agacharme y quitarle los zapatos. —¿Sigues enojado conmigo? —pregunta, haciendo un puchero muy gracioso. —No estoy enojado, solo que no me siento cómodo con la situación que estamos pasando, no me gustan las mentiras y todo lo de Conrad me rebasa —confieso. —Entiendo —suspira—. Antes de venir, tenía miedo de volver a verlo, enfrentarme al hombre del que creía estar enamorada y con el que iba a unir mi vida para siempre, me ponía nerviosa —exhala con pesadez—. Tengo que agradecerte el apoyo que me has brindado, sin ti, no sé qué hubiese pasado. —¿No has pensado que tal vez puedas perdonarlo? —cuestiono—. Cometió un error, pero se ve que te ama y podrían superar lo que pasó. —¿Tú crees? —Sí —afirmo—. ¿No sentiste nada al verlo? —Rabia —bufa. —Pero tú misma has dicho que tuvieron una buena relación —me siento a su lado—. Tal vez no todo esté perdido. —¿Quieres deshacerte de mí, c
Camino hasta la playa, me quito los zapatos y mojo mis pies intentando relajarme. Me acomodo en una de las mesas vacías y ordeno una bebida refrescante, no quiero volver al bungalow para no despertar a Destiny, así que me quedo a pasar el tiempo aquí. Unas horas después, escucho algunas risas a mis espaldas y noto a un grupo de chicas señalándome. —Hola —se acerca una de ellas, se ven bastante jóvenes no deben pasar de los veinticinco años. —Hola —respondo a su saludo. —Mis amigas quieren invitarte un trago —las señala, y al mirarlas todas me sonríen. —Gracias, pero es un poco temprano para beber. —¿Estás de vacaciones? —indaga. —Vine a una boda. —Ah, eres de los invitados que tienen reservados los bungalows. —Sí —afirmo. —¿Y vienes acompañado? —interroga. —Sí, estoy con mi novia. —Que pena —hace mala cara—. Siempre los hombres atractivos están ocupados —resopla haciéndome reír—. ¿Al menos puedo saber tu nombre? —Belamy —respondo. —Yo soy Renni —se presenta—. Espe
Al día siguiente, despertamos temprano y decidimos aprovechar la mañana para ir al spa después del desayuno, ya que no hay actividades para el día de hoy. —¿Habías venido antes a un spa? —pregunta Destiny, cuando entramos. —Sí, mi hermana me ha obligado a ir, mi parte favorita es el masaje. —No lo dudo, ¿conquistaste a alguna de las chicas que te atendió? —No, aunque no lo creas, sé dónde y cuándo, no estoy coqueteando con todo el mundo por donde voy. —Es extraño, porque tienes una manera de ser, muy coqueta. —Siempre intento ser amable, pero muchas veces eso se puede malinterpretar, sin embargo, cuando lo hago es muy notable, no me ando con rodeos. —Bueno en eso tienes razón, en algunas ocasiones he tenido problemas por sonreírle a un hombre, piensan que por eso pueden invitarme a salir. —¿Y sonríes seguido? —me burlo. —No, por lo mismo —hace mala cara—. Para evitar problemas. Pasamos a los vestidores y salimos con el albornoz del hotel, nos llevan a una de las habita
Llegamos y Destiny entra al baño, aprovecho para ponerme el pantalón del pijama y empiezo a acomodar la cama. —Belamy… —me llama al salir del baño, doy la vuelta para mirarla y me sorprende lanzándose a mis brazos para besarme, sin dudarlo correspondo a su beso con la misma intensidad, encendiendo mi cuerpo por completo. Puedo notar mi corazón a punto de salirse del pecho, si bien deseo con todo mi ser tomarla en ese momento, necesito estar seguro de que no se arrepentirá después.—¿Estás segura de esto? —pregunto, separándome un poco. —Más que nunca —responde con la respiración agitada—. No he dejado de recordar lo que pasó después del sauna. Me alejo para cerrar la puerta con llave y tomo un preservativo de mi maleta, nuestras miradas vuelven a conectarse y me acerco a ella como un depredador acechando a su presa, puedo notar sus pezones endurecidos a través del pijama de seda, paso mis dedos con suavidad por el borde de su escote y su piel se eriza al instante, logrando que mi
—Antes de que pienses mal —aclaro—. Aquí tu ex novio, dice que nos escuchó hablando de nuestro supuesto noviazgo falso. Destiny abre los ojos sorprendida y lo mira. —Solo los escuché hablar, yo no… —resopla—. Entiendo que no quisieras venir sola, pero no tienes porqué seguir fingiendo —menciona comprensivo—. Yo puedo ayudarte a enfrentar a tus padres. —¿Estás hablando en serio, Conrad? —inquiere furiosa. —Por supuesto. —Nunca pensé que serías del tipo de hombres que escucha detrás de la puerta —vocifera disgustada—. No tienes idea de lo qué estábamos hablando y sacas tus conclusiones estúpidas —bufa—. Y si para ti nuestro noviazgo es falso, espero que como te preguntó Belamy, también nos hayas escuchado cuando tuvimos sexo, porque te aseguro que esos gemidos, no eran fingidos —farfulla, me toma de la mano y nos alejamos—. Ya terminamos con el ensayo, vamos a comer —declara. Llegamos al restaurante y puedo notar que está furiosa, hacemos nuestra orden y nos quedamos en silenci
Despertamos temprano y nos duchamos juntos, tardando un poco más de lo esperado, ya que no desaprovechamos la oportunidad de disfrutarnos. Preparamos todo y al llegar al hotel, saludamos y de inmediato nos trasladan en varias camionetas hasta un puerto del que zarpará el crucero. Abordamos, dejamos nuestras cosas en unos de los camarotes, regresamos para reunirnos con todos y disfrutar de las preciosas vistas. —El agua se ve tan clara —expresa Destiny emocionada, me acerco por la espalda y la abrazo, dejando algunos besos sobre su cuello. Mi teléfono vibra en mi bolsillo y al revisarlo, veo que es Gio. —Ahora regreso —me disculpo, alejándome para contestar—. Hola —respondo. —Te olvidaste que existimos —vocifera exagerada—. No sabía si ir a buscarte para rescatarte o esperar a que te apiadaras a llamar. —Gio, no seas exagerada —le pido—. La toxicidad déjala para August. —Yo no soy tóxica —rebate indignada—. Solo me preocupo por ti. —Estoy bien —la tranquilizo—. Estoy disfrutand
Llega la hora de la fogata, Chelsea y Brendon nos cuentan un poco acerca de su noviazgo y de cómo la llevó a Paris para pedirle matrimonio de una manera muy romántica, se nota que se llevan muy bien y se aman sinceramente.Destiny está tan emocionada que se limpia algunas lágrimas disimuladamente y no puedo evitar atraerla para abrazarla.—Bueno, vamos a hacer algo más divertido —suspira Chelsea—. Juguemos a verdad o reto en pareja, pero —nos señala a todos—, con preguntas picantes.Se escuchan risas y Brendon se frota las manos.Las preguntas son divertidas y no dejamos de reír con las respuestas, ya que la mayoría rechaza los retos, pero tampoco responden con total sinceridad. —¿Verdad o reto? —nos pregunta Chelsea, cuando llega nuestro turno.—Verdad —responde Destiny.—¿Cuánto tiempo llevan sin sexo? —indaga Chelsea divertida.Destiny se pone completamente roja y me mira. —No creo en el sexo antes del matrimonio —digo serio y todos me miran sorprendidos, mientras Destiny suelta u
La cena transcurre entre conversaciones con los padres de Destiny y los otros invitados, ella está interactuando, pero luce bastante molesta, puedo entender porqué se siente así, pero no me agrada la manera en la que me está juzgando, cuando no he hecho nada para que desconfíe de mí. Los novios bailan su primera canción, después bailan con sus padres y al terminar, da comienzo a la música para que los invitados puedan disfrutar. Tomo de la mano a Destiny y la hago ponerse de pie.—¿A dónde vamos? —indaga, mientras caminamos.—Tenemos que hablar.Nos detenemos cerca de los bungalows, lo suficientemente alejados para no ser interrumpidos por el ruido o por algún invitado, me giro y la enfrento. —A esa chica, la conocí esta mañana en el mercado, fui a comprar algunos recuerdos para mi sobrina y la hija de mi mejor amigo —exhalo intentando controlarme—. Intercambiamos algunas palabras, me preguntó por mi nombre y dijo que le gustaba —explico—. Me sorprendió al decir que estuvo pensando