Aclaraciones
Me levanto, me baño y... Nah... Solo bromeo... Pero normalmente muchas historias cliché empiezan con una rutina de limpieza, solo quería saber qué se sentía. En realidad, estoy en la carcacha que papá llama auto y que se arrastra como puede por la vieja carretera que nos conducirá a la casa de los abuelos. Me imagino que pensarán que me voy de vacaciones a la casa de mis encantadores abuelitos y conozco a un chico que parece modelo; nos miramos, nos besamos y juramos amor eterno. Pues no, no soy tan suertuda, je, je. La verdad es que mi padre perdió la casa que tenía hipotecada, puesto que su trabajo apestaba y bueno, también lo despidieron. Mis abuelos no son encantadores, sin embargo, se pueden aguantar. Ellos pagarán mi educación y nos acogerán hasta que mi papá encuentre un trabajo y estemos estables.—Llegamos. —Mi señor padre hace el gr
Recorro el pueblo junto a Scott quien no deja de fastidiarme, no obstante, yo solo lo ignoro como tengo por costumbre.—Déjame ver si recuerdo... —Scott pone su dedo sobre sus labios como tratando de hacer memoria más yo lo miro hastiada—. Te gusta el helado de coco —afirma con autosuficiencia por lo que entorno los ojos.—¿Qué? ¿Quieres el premio Nobel porque adivinaste mi sabor de helado favorito?—No lo adiviné, lo sé.—¡Gran cosa! —espeto fastidiada, no entiendo por qué la presencia de Scott me es tan molesta. Nos sentamos en una banca del parque a degustar nuestros helados. El mío es de coco y el de Scott de ron. ¡Alcohólico!—Para que veas que estoy atento a ti. —Me sonríe como si fuera un niño especial. ¿De verdad cree que
Otra vez el idiota ese tirando piedrecitas a mi ventana. Estoy a punto de bloquearlo de mis contactos, no lo soporto y no lo quiero ver. Por su culpa perdí la entrevista de trabajo. ¡Es tan infantil!DanielYa hace una semana desde que me lancé con Logan en la piscina y aún no me habla, ignora mis mensajes y llamadas; no me recibe cuando la visito y no me abre su ventana cuando tiro piedrecitas. ¡Es una rencorosa! Es un empleo y ya, tampoco es el fin del mundo.—¡Eres un tonto! —Mi hermano pequeño me saca la lengua y yo lo ignoro. No entiendo por qué mi madre no bebió pastillas anticonceptivas o en su defecto, no usaron un condón. Dado que el accidente ocurrió, por lo menos debieron abortarlo para enmendar el error de haberlo concebido. Mocoso, bicho raro.Sigo tirando mis piedrecitas bajo la atenta observación de mi hermano.
—Ha sido un gusto... —El rubio arrastra la última palabra como esperando a que le diga mi nombre.—Madison. —Extiendo mi mano y él la aprieta. Oh... Su agarre es suave, pero con firmeza. Siento como mi palma se calienta, oh, esto es increíble—. Madison Logan.—Un placer —¡Qué linda sonrisa! Y definitivamente el placer es mío—. Mi nombre es Larry Koch.—¡Oh! ¿De esos Koch? —Él asiente y yo no puedo disimular mi impresión. Esa gente es dueña de medio pueblo y tienen más de cinco centros comerciales en esta pequeña ciudad y como diez fuera de ella. ¡Esto es increíble!—Entonces... —Esa mirada azul me tiene babeando—. ¿Nos veremos otro día? —Rasca su cabeza con nerviosismo—. Ya sabes... Podríamos salir
—Hola, Logan. —Scott se me acerca con una sonrisa ladina y como siempre, lo ignoro. Hoy es el primer día de universidad y no dejaré que me arruine eso también.Sigo mi camino y el muy idiota me sigue.—Vamos Logan, no seas rencorosa. No es mi culpa que el error de mi hermano haya bañado a tu novio delicado con mierda, aunque no te puedo negar que me alegra que haya fallado el tiro, ese mocoso lanzó la bomba apestosa hacia mí, no entiendo de dónde sacó esa mierda tan blandita y asquerosa. —Scott pone su dedo sobre sus labios como si analizara algo muy importante, mínimo está descubriendo la nueva fórmula para convertir el aire en chocolate. Vaya, está pensando demasiado, creo que se le fundirá el cerebro o la cosita esa que tiene en la cabeza.—De seguro la recogía cada vez que abrías la bocota
El día ha transcurrido tranquilo si omitimos la parte del badboy besa bueno. Cada vez que lo recuerdo, las piernas me tiemblan. Scott se la ha pasado con Camile en algún lugar, me imagino haciendo sus cochinadas. ¡Parecen ninfómanos! Sé que está mal dicho, pero así soy yo. Tampoco se dice ofmaltologicodoctor y estoy segura que me entendieron, volviendo al tema principal…Como hoy es la orientación, pues solo conoceremos la instalación, las reglas, nuestras respectivas facultades, etc., etc., etc.—Hola. —Una chica pelirroja se me sienta al lado. Estoy comiendo sola —bueno hasta ahora—, pues Scott desapareció no sé a dónde. Lo sé, dije que lo quiero lejos de mí, sin embargo, no entiendo por qué me sentí abandonada y jodidamente fastidiada porque escogió irse con zorrita María palito, después de
Hay momentos en la vida en los que recuerdas experiencias y tonterías que creías olvidadas. Ríes sola, lloras o simplemente suspiras como lo hago yo ahora. Estoy sentada frente a la ventana de cristal de mi habitación, admirando las gotitas caer del grisáceo cielo y como se mezclan con el agua de la piscina que está en el patio de Scott. Río sola al recordar cuando ellos la construyeron. No le hablaba a Scott porque era raro y los niños se burlaban de él, no quería ser otra perdedora.Todo cambió cuando construyeron la dichosa piscina y me hice amiga de Scott para poder bañarme en ella. Creo que teníamos ocho. Desde ese día Scott socializó con los demás vecinos, quienes también se le acercaron por la misma razón que lo hice yo. Me burlaba de él porque veía novelas y hasta las leía, yo las odio. No soporto lo cursi, el color r
Creo que todos saben lo que es un zombi: un cuerpo muerto andante que solo piensa en devorar a todos los que le pasen por delante, pues esa soy yo ahora. Camino en medio del campus ida en mis oscuros pensamientos, limpiando esas tontas lágrimas que no pueden esperar a que me esconda en un lugar solitario.Corro porque las personas enfocan su atención en la tonta llorona, es decir, en mí.—¡Rayos! —grito con toda mi ira retenida al chocar con un chico. De verdad que esto se está convirtiendo en manía.—Vaya, si es la tonta virginal. ¿Es tu manera de saludar? —Es el badboy con tono burlón.—¡No estoy de humor para los idiotas! —Sigo mi camino limpiando mis lágrimas con brusquedad. Siento que alguien me sigue y apresuro el paso, bueno, en realidad he empezado a correr, creo que ya se me zafó un tornillo.