—Perla. ¿cómo te enteraste de que viajo? ¿Quién te contó esa información? —pregunté alarmada.

—Para que lo veas primita. Ya soy una persona influyente, puedo conseguir información, no tienes idea, lo que ya puedo hacer —respondió Perla.

—Si tú lo dices, pero dime algo, alguien más sabe sobre este viaje. ¿tu nueva amiga lo sabe?

—¿Por qué me lo preguntas? ¿Tienes miedo? Enid, deberías de saber qué es una mujer influyente, que sí yo lo sé, que puedes esperar.

—Deja de hablar con tantos rodeos y dime de una vez por todas qué es lo que están planeando, qué es lo que quiere esa mujer, yo no le he hecho nada. ¿Por qué no nos deja en paz?.

—Si, ¿Qué no le has hecho nada, dices? Enid le quitaste al hombre que consideraba de su propiedad. No solo se lo quitaste sino que le vas a dar un hijo, se comprometió contigo cuando ella llevaba muchos años esperando esa oportunidad, es una mujer peligrosa, deberías de tener cuidado primita.

—¿Debería de tomar eso como una amenaza o qué es lo que intentas