—Bien Clark, entonces guardaremos el auto y entraremos para que pueda descansar —dijo autoritario.

Estábamos regresando de guardar el auto y mi hermano estaba saliendo de la casa, él saludó a Ivanov y me abrazó.

—¿Qué haces despierto a estas horas?.¿Por qué estás aquí, hermano, está pasando algo, estás bien?

—Enid estoy bien. Solo salí a tomar un poco de aire, no podía dormir y aproveché, la noche está muy bonita, mira cuántas estrellas —dijo Dan—. Tú, ¿cómo estás? Por cierto, mi madre tuvo que llamar a nuestros tíos, porque están escandalizados con la situación, pero no se atrevió a contarle lo de Perla.

—Lo imaginé, seguramente esto no me lo perdonarán, ya sabes cómo son de estrictos, menos mal nuestros padres son un poco diferentes. Mi tía Margarita es una mujer demasiado conservadora, muy pegada a las creencias y costumbres. Aunque me parece hipócrita de su parte, porque se ha casado dos veces, sabemos la historia detrás de eso.

—No te preocupes hermana, no le des importancia al