51

Me pregunté por qué solía decir esas cosas, era como si le interesara, pero en el fondo sabía que era un juego para él.

Decidí entrar, él también se estaba dirigiendo a dentro, se había parado en una esquina solitario, la gente pasaba y lo saludaba, él les respondía, vi a Perla acercarse, entonces caminé hasta dónde estaba él.

—¡Hola! —les dije.

Perla me miró mal, tal parecía que mi presencia le molestaba.

—Hola primita, ¿Qué crees? Invité a tu futuro esposo a bailar y me ha dicho que no sabe, espero que en la cama sea bueno. No me mires así, estoy bromeando.

La miré con molestia.

—¿Roberth bailamos? —le pedí con cara tierna, extendí mi mano, no sabía si él sabía o quería bailar, solo quería verle la cara a Perla, rogaba que no fuera a decir que no.

—Que no sabe bailar dijo, Enid no seas tan intensa.— gruñó Perla.

—Por supuesto querida esposa, por ti intento hasta lo imposible —respondió Ivanov.

Enarqué la ceja y le hice muecas de satisfacción a Perla, él le entregó el vaso y ella
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo