—No hagas esto, no te enamores de mí —le pido y me levanto.—No puedo evitarlo, eres mi mate. —ella también se levanta.—Crees estar enamorada de mi porque somos mates, pero realmente no me amas, no es eso lo que sientes por mi, tu amas a Ross, lo sé… no hagas esto por lástima o lo que sea que lo estás haciendo.—Entonces tu también me amas por ser mates.—Yo ya te quería antes de enterarme de que somos mates Star.—Lo mío con Ross no puede funcionar.—¿Y por eso soy una opción? —arqueo mi ceja.—Rocky…—Vete Star. —Cierro mis ojos y miro a otro lado.—Al menos ten las bolas de mirarme porque o si no, no voy a creer que quieres que me vaya.—Por supuesto que no quiero, pero es lo que tienes que hacer.—Estamos casados Rocky, no pasemos nuestros días así.—Hasta que la muerte nos separe —le aseguro.No voy a cambiar y así va a hacer hasta que la muerte nos separe.—No te entiendo la verdad.—No Star, yo no te entiendo, ¿A quien amas de verdad?—Yo…—Aférrate a eso, a l
No lo permitas Rocky, o serás una máquina incontrolable de guerra, sé lo que quiere intentar, quiere que me llegue ira hasta cerrarme que ni yo mismo pueda controlar.Luchó contra esos dos hombres que me sostienen y no sé de dónde agarré tanta fuerza que logré quitarme los de encima.En cuanto estoy libre huyo hacia el bosque, pero sé que mi padre los ha mandado a seguirme, así que corro sin mirar atrás.Sé que está haciendo esto porque me conoce y me echaré para atrás cuando esté en el campo de batalla, quiere echarme a toda costa para que no me detenga.Quiere volverme agresivo, quitándome cualquier mínima sensibilidad, según él para no ser débil.Recibo un golpe en la cabeza haciéndome cerrar mis ojos y caer al suelo, pero siento que los abro al instante o eso creía, porque cuando los abrí, me encontraba amarrado a una silla y un reflector que me cegaba sin saber quién estaba ahí, pero ya lo suponía.No escuchaba nada, solo un zumbido que parecía que me explotaría los tímpano
—Tu y yo vamos a dormir juntos, no te voy a encerrar.—Si no lo haces ahora, te tocará más adelante.—Tú me amas, no me harás nada, confía más en tu, ¿vale? Él asiente callado.—Vayamos a la cama, ¿Sí?Vuelve asentir en silencio y me permite llevarlo, lo acuesto con calma y me voy al otro lado para abrazarlo, sobarlo y mimarlo con mis besos. Él se voltea y se pone boca arriba, yo apoyo mi codo sobre la almohada para elevar un poco mi cabeza, quería verlo, ni siquiera pude cambiarlo, su ropa estaba rota.—Lamento haber desorganizado.—Mañana las sirvientas me ayudarán a limpiar.—Lamento asustarte.—Lo importante es que estés bien… ¿Lo estás? —acaricio su mejilla y él asiente.Pero sabía que a través de sus ojos nada estaba bien.—¿Me cantas algo? —me pide y asentí mientras acariciaba su cabeza.—Country roads, take me Home… Canté su canción favorita hasta que vi esos ojos cerrarse y quedar completamente dormido, besé su frente y me dormí a su lado, aunque el sueño no
POV’RockyNo sé qué es peor, decirle que son sus lágrimas o que fingir que son drogas, si le digo que son sus lágrimas, hará muchas preguntas que no podré responder y aún así que las respondiera, no me creería, como siempre, ayer pensó que fui yo el de la idea del duelo.—Las necesito —le respondí.—¿Es por eso que tienes insomnio? —No, ya te lo dije, es por mis pesadillas, por las cosas malas que he hecho, no me deja dormir, no sabes la horrible que es no poder dormir tranquilo.—Pero dijiste que corrías.—No me está ayudando y al menos con las drogas, no se ni siquiera quién soy —miento.—Pero anoche estabas como loco y seguramente era por eso, ¿Estás seguro que quieres estar así siempre?—Star… —me interrumpe.—No Rocky, anoche dormiste tranquilo conmigo, tal vez yo soy la ayuda que necesitas.—¿Tal vez? —me pongo irónico—. Pude hacerte daño, todo lo que está pasando me está volviendo loco, necesito tener control de alguna forma.—¿Y crees que las drogas te ayudarán? Po
Salgo de la habitación y me voy a la mía, me desvío y me meto al baño, en la tina para ser exactamente, me quedaría un buen rato ahí para pensar en lo que estaba pasando.POV’RockyVuelvo al castillo, mis piernas temblaban y no tenía control de ello.—¿Necesita ayuda señor? —me pregunta el jardinero.—Necesito que arregles el espacio de mamá —le pido.No quería que nadie viera que estoy mal, es mi culpa que me ofrezcan ayuda.—Si señor, en cuanto termine, voy para allá —era el único que sabía del espacio.—¡Quiero que lo hagas ahora! —le grité con furia.Él asintió muy asustado y se fue, yo entro al castillo y veo todo dándome vuelta.—Yo, yo, yo… —tartamudeo.—¿Se encuentra bien? —se me acerca una sirvienta.—¿Dónde está mi padre?—Salió, pero no dijo a donde.—¡¿Cómo mierda no sabes dónde está?! —la sostengo por los brazos y la agitó con fuerza.—No dijo a donde iba señor, lo siento —dijo asustada.—¿Pero qué son esos gritos? —Mi nana estaba bajando las escaleras.—¡
Me siento en el suelo, ella me da la esponja y se inclina un poco para poder restregar su espalda. Lo hacía con suavidad y en círculo, por alguna razón, toda la ira que sentía hace un rato, se me había ido.—¿Estás bien? —habla ella.—Ehm sí, ¿Por?—Estás muy callado.—¿Alguna vez fui hablador? —pregunté muy irónico.Ella se voltea y me mira, yo me giro rápidamente para no ver sus pechos.—Eras hasta comediante, eras feliz cuando vivías con Ross.—Porque por fuera mostraba felicidad, no significa que por dentro sintiera lo mismo.—¿Y entonces?—Tarde o temprano sabía que volvería a este infierno.—Mientras estemos juntos, te haré tocar el cielo. —toma mi mejilla y me hace verla.Esos ojos tan peculiares me hipnotizan, me hace querer admirarlos siempre sin ganas de contemplar otro lado. Ella acerca su rostro y aunque me alejo, con sus dos manos me sostiene mi cabeza y me acerca a ella para besarnos.Era cierto, me hizo entrar al cielo sabiendo que tenía prohibida la entrada
—Llamaré a unos hombres para que se la lleven al hospital. —Me avisa y se va.Yo miro el cuerpo, sentía culpa. Luego de un rato llega Nana con los hombres y se llevan el cuerpo.—Vamos a limpiarte —me dice acercándose.—No quiero hacerte daño.—Y no lo harás.Me ofrece su mano y con temor lo acepto, me levanto y me limpia la sangre que me había salpicado, nuevamente me ofreció curarme las heridas y me obligué a resistir para no volverme loco, así que por más que gritaba y me dolía, logré controlarme.POV’StarCuando salgo de la habitación ya vestida, bajo al comedor, no había nadie, salgo del castillo y veo como unos hombres se llevan algo tan grande envuelto, algo que podría parecer un cuerpo, ¿Quién había muerto? Tal vez otro asesino intento entrar a la casa.Vuelvo adentro y voy al comedor para luego ir a la cocina, le pediría información a nana, pero antes de entrar, la puerta se encuentra medio abierta y veo como ella curaba a Rocky la espalda.Estaba tan herido por todo
Rocoso y yo tenemos un reto de miradas, pero él cede.—De acuerdo —suspira aceptándolo—. Siéntense a comer y luego entrenamos un rato antes de dormir.—Rocky no va a entrenar, iremos a dormir —dije.—No seas terca, él debe ganar la pelea.—Él es mi mate, ganará, ¿Por qué debe entrenar?—Porque debo matarlo —murmura Rocky y se suelta de mí retrocede—. No voy a hacerlo —dice con temor.—No lo harás —me acerco a él y tomó su mano—, ven, comamos y luego nos iremos a dormir.—No permitas que me entrené más, por favor —me dice con miedo.—Lo prometo.Él deja de temblar y camina junto a mí para sentarnos en la mesa, yo lo llevo al otro lado de la mesa para que se siente con su padre, aunque cuando lo solté, parecía un niño que no quería que lo dejará solo.—Todo va a estar bien. —besé su cabeza.Se tranquilizo un poco y me senté al otro lado, al frente de él, miré a Rocoso y es como si no estuviera enterado de nada.—Enola, dile a nana que ya nos puede servir. —dice Rocoso y Rock