—Como debería ser de una mujer lobo.

—Me alegre verte sonreír padre —se acerca Rocoso.

—Si no hubieras traído a esta chica, creí que hubiera muerto de aburrimiento y tristeza, si no fuera porque estás ocupado siempre.

—Lo lamento —tuerce sus labios a un lado.

—¿Te sentarás a mi lado?

Rocoso se lo piensa y yo lo miro con cierta intensidad, debería quedarse, es su padre, no puede ser tan malo, prometo que no usaré esto en su contra, esto lo hago por el anciano.

—Estoy ocupado padre, yo… —el anciano entristece—. Claro —le sonreí.

Chasquea sus dedos y le traen dos sillas.

—¿Te sentarás? —me ofrece Rocoso.

—Luego, yo organicé esto y debo terminarlo.

—Ok.

La función empieza y no suben más de diez empleados, en poco hicieron algo tan bonito y ya era mi turno, me subo al escenario y solo escucho aplaudir al señor Ryder, se veía muy emocionado.

Yo tomó el micrófono y comienzo a temblar, así que cierro mis ojos y respiro profundamente, imagino a Ross conmigo y mi pulgar tocó mi anil