El pánico se apoderó de ambos. Corrieron en busca de Lucas, pero no lo encontraron en ningún lado. Daniel le dijo a la joven que se separaran. Ella siguió buscando por el camino y él por la colina que llevaba al área de la arboleda.Mientras corría, un mensaje llegó a su celular. Era de Esteban, esté tenía a su lado a Lucas y ambos sonreían de par en par.“Me llevé a Lucas, fue su idea. Disfruta un tiempo con tu esposa.”El corazón de Daniel se sintió tranquilo y por un momento los sentimientos se mezclaron, sintió alivio y enojo. Sin embargo, Lucas era capaz de algo como eso. Ahora debía volver y avisarle a Sam.Por otro lado, ella se encontraba aún buscando, preocupada. Pensando en que no debió dejar a Lucas solo. Debió llevárselo. Era una terrible persona, ahora se sentía culpable de que algo malo le hubiera pasado.Sintió que su corazón y estómago se hacía pequeño. Miró hacia el lago y pensó en lo peor.Salió corriendo hacía quitándose los zapatos y calcetas para luego meterse al
Samantha se dio la vuelta sobre el colchón, cuál fue su sorpresa al sentir algo debajo de su brazo. Era menos blando que una almohada, no recordaba haber tomado algo como eso antes de dormir. Al abrir sus ojos se dio cuenta de que ahí estaba Daniel dormido.Ella parpadeó varias veces y se levantó recordando entonces que se quedó dormida mientras veía la película.—Qué estúpida. — Murmuró. Daniel comenzó a moverse y aún con un ojo cerrado la miró.—¿Está todo bien?—Ah sí, todo bien. — Él volvió a recostarse en su cama mientras ella lo veía con sus ojos bien abiertos como si no le sorprendiera en lo absoluto. Sam se levantó de la cama y ató su cabello en una coleta completamente anonadada.Negó levemente y tomó su cepillo y pasta dental para poder lavarse los dientes. Salió de la tienda notando que el sol yacía en el cielo y la tierra estaba mojada como señal de que llovió toda la noche.Caminó entre el lodo hasta llegar a un arroyo. Se ubicó en el medio sobre unas piedras y comenzó a
La ceremonia terminó sin complicaciones. La verdad, ella quería solo comer algo y luego irse. Daniel respetó esa decisión.—Mira estos mini cupcakes. — Daniel sonrió y le robó uno de la mano de ella. Samantha lo miró con los ojos bien abiertos mientras él mostraba una mira de diversión. Él parecía disfrutar todo esto mejor que ella.—¡Sam! — La madre de Kelly hizo una aparición para abrazarla. La joven se sentía alegre de verla. —Qué bueno que hayas venido, yo… lamento mucho lo que hizo mi hija. — Samantha negó levemente.—No se preocupe, usted no tiene la culpa. Además, me hizo un favor. — Miró a Daniel. La mujer sonrió.—Si, supe que te casaste, mis felicidades y mejores deseos para ustedes.—Gracias. — Daniel estrechó las manos con ella y luego se fue dejándolos solos.—Muy arrepentida no se veía.—No digas eso. Ella estuvo conmigo mientras crecía junto con Kelly.—Oh bueno, como tu digas amor. — Ella puso los ojos en blanco y luego divisó a Kelly y Thomas quienes la miraban direct
Daniel le enseñó a Sam cómo colocarse los patines. Luego él se puso los suyos. Se levantó y la ayudó a ella a hacerlo. Por un momento pensó que se caería, pero eso no sucedió ya que Daniel la sostuvo.—¿Estás bien?—Eso creo.—Vamos entonces. — Caminaron con un poco de dificultad y finalmente llegaron a la entrada de la pista. Daniel se quitó los protectores de las cuchillas del patín y luego ella lo imitó. Sintió una brisa fría y se alegró de haber traído un abrigo al igual que Daniel.—Coloca tus pies en forma de V y comenzaremos a avanzar lentamente. — Sam asintió y comenzaron a moverse. Él en frente de ella guiándola sin soltarle las manos.—Bien, no entiendo por qué me trajiste aquí. ¿Acaso de esta forma quieres evitar mis preguntas?—Por supuesto que no. Hablaremos de ello, pero antes debemos divertirnos un poco. — Ella no podía creerlo. Cada vez veía una nueva faceta de Daniel Harrison.Ambos patinaron por toda la pista, ella intentando seguir los movimientos del joven y tratan
Sam se encontraba en la escuela revisando los exámenes de sus alumnos mientras ellos recibían un curso de primeros auxilios. Se encontraba en la oficina de maestros leyendo y tomando un poco de café. De pronto tuvo ganas de ir al sanitario, así que se levantó e hizo sus necesidades, al salir, por el pasillo vio a una persona conocida.Su cabello castaño estaba ligeramente desordenado y sus ojos se encontraban ubicados en lo que parecía ser un panfleto. Sam parpadeó unas cuantas veces sorprendida de verlo por ahí. Se acercó a él con una sonrisa sin decir nada y el chico pronto levantó la vista.—¿Señor Parker?—Señorita Jones. — Sonrió mostrando su gentil sonrisa. —¿Trabajas aquí?—Así es. Soy una de las profesoras.—Creí que todos estaban en el gimnasio.—Sí bueno, tenía unos pendientes, así que estaba en la oficina.—Entiendo.—¿Y tú? ¿Vienes a dirigir las clases?—Sí, estoy cubriendo a un amigo. —Eso la tomó por sorpresa. —De hecho, soy ingeniero, pero me gusta ayudar a los demás.—
Samantha se encontraba sirviendo algo de té. Le dolía un poco la cabeza, por loque tomaría té y algún analgésico. Mientras veía hacia un punto de aquella cocina pensaba en la actitud de Daniel y Lucas. No entendía en un principio el motivo de lo sucedido, pero ahora podía entender que el pequeño estaba celoso y por ende, su padre le siguió el juego.No era completamente justificable, pero entendía al niño. Su figura materna paseaba con otro chico fuera de su círculo social.Aún así, el pequeño debía acostumbrarse a las amistades de sus padres, no obligatoriamente, pero al menos ser educado y comprensible con ello.De pronto, su celular sonó. Al verlo, notó que se trataba de un mensaje de Vic.“Puede que te sirva.”Se trataba de una actividad patrocinado por el hospital. Era una actividad recreativa al aire libre.Samantha lo pensó un poco y creyó que era una excelente oportunidad para ir sacando a Lucas de su zona de confort en un ambiente que él podía disfrutar.—Sam. — Alzó su mirad
La primera actividad consistía en el lanzamiento de aros sobre botellas. Sam ayudó a Lucas a lanzar directo a las botellas obteniendo un peluche koala como premio.Luego de eso lo invitó a que participara junto con Samuel como equipo en una carrera de tres pies. Para su sorpresa, los niños se llevaron mejor que lo que pensaba. Lucas parecía contento y se notaba que estaba divirtiéndose.—Lucas es un niño muy tierno.—Lo sé. Y me alegra mucho que Samuel sea tan extrovertido, creo que eso ayuda mucho para que Lucas esté ahí jugando tan alegre. — Paul sonrió observando las mejillas sonrojadas de la joven. Se veía linda.Apretó los ojos recordando que la chica estaba casada. Era una lástima. Desde quela vio en aquel ascensor, actuando de forma tan valiente y cuidando de un niño que no conocía… se detuvo recordando ese momento. Ahora que lo pensaba, Lucas era idéntico a ese pequeño.—¿Es su hijo? — Le había preguntado antes de devolverle al pequeño que no parecía cómodo con él.—Ah no, él
Samantha se encontraba en la camilla esperando a que vinieran por ella para que le dieran los resultados de los exámenes. A su lado estaba Paul quien la veía con cierta culpabilidad.—Debí haberte protegido.—No es tu responsabilidad Paul—Pero era a mi hermana a la que iba a golpear.—Estabas intentando proteger a los niños, hiciste bien.—Aún así me siento culpable. — La joven sonrió y luego negó levemente.—Estaré bien.—Por aquí está la paciente, doctor Beau. — La joven frunció el entrecejo al escuchar aquel apellido tragó nerviosa. Cuando la enfermera corrió la cortina se encontró cara a cara con Thomas Beau, su exnovio.—¡Sam? — Parecía preocupado. Miró al joven a su lado y luego el tobillo de la peli café.—¿Qué es lo que sucede? — Preguntó ella cruzándose de brazos.—Oh, tienes un esguince en el tobillo. Deberás usar una bota y descansar. Será por al menos unas tres semanas. — La joven asintió.—Dejaré la receta médica en la farmacia.—Genial. — Se quedó ahí parado y la joven