—No, no debe ser así…Tenía la sensación de que algo raro en todo eso.Marc me preguntó:—¿Qué está mal?Después de pensarlo detenidamente, le respondí:—Cuando el abuelo sufre la recaída de enfermedad, suele tomar sus medicinas de inmediato y la situación se mejora pronto. Pero esta vez, ¿por qué se desmayó así de repente?—Sí, cuando el señor venía a sus chequeos, siempre traía consigo sus medicinas. Si las hubiera tomado a tiempo, seguramente no se habría puesto tan grave —dijo el director.Lo miré con frialdad a Marc y le pregunté:—¿Y dónde está Ania?—Está descansando en su pabellón —me respondió, y su semblante se ensombreció bruscamente diciendo con seguridad—: ¿Sospechas de ella? Eso es imposible, aunque tiene un carácter no tan maduro, no es mala persona y siempre se ha portado bien ante el abuelo.Después de escucharlo, por primera vez no pude contener mi enojo.¿Ania no era una persona mala? ¿Y una persona buena tramaría con tanto empeño para apropiarse del esposo de otra?
—No te apures… —dijo Ania jalando de su manga—: Nada más quiero que te quedes conmigo un rato, ¿de acuerdo? Si no, ¡mejor déjame morir de una vez!—Pues muérete entonces —Marc le respondió secamente, pero aun así le sirvió un vaso de agua—. Tómatelo.Ania resopló:—El agua no cura.Me tambaleé un poco debido al empujón, casi me caí. Al levantar la vista, ahí estaban los dos, conversando de manera tan natural.Ella estaba dispuesta a fingir en cualquier momento, mientras el otro, dispuesto a creerlo... Salí del pabellón con una sonrisa burlona con plena amargura…***Después de que llevaron al abuelo a UCI, los doctores no recomendaron que lo fuéramos a visitar por el bien de su salud, así que me quedé parada en la puerta, viéndolo a través del cristal.El abuelo, un anciano siempre tan cariñoso y bondadoso, ahora solo podía respirar con una mascarilla de oxígeno. Me partía el corazón verlo así.De repente, ¡vi que sus dedos se movieron! Emocionada, le dije a Manuel:—¡Mira, el abuelo s
Pensé que el abuelo tal vez diría que no me divorciara de Marc. Pero no lo hizo. Podía sentir claramente que la vida del abuelo se estaba desvaneciendo, y su voz se volvía cada vez más débil y temblorosa:—De todas formas... no dejes que Ania se case con Marc, cuida bien a la familia por mí.—Está bien... —casi me derrumbé de pánico, asintiendo entre lágrimas—: ¿Acaso Ania le dijo algo y por eso de repente se desmayó?—Ella...Los ojos del abuelo reflejaron rastro de disgusto y enojo. Sin embargo, finalmente solo suspiró:—Recuerda bien lo que te dije, ¿de acuerdo?—De acuerdo… Abuelo, recordará cada palabra tuya… —respondí con la voz entrecortada, sin atreverme a preguntar más por miedo a enojarlo. Pero en mi corazón, ya nació una semillita de duda. Seguro que Ania le había dicho algo, lo que resultó todo eso.El abuelo, con el último aliento de fuerza, me sonrió con dulzura:—Mija, no te pongas triste, cuida bien a ese bebé en tu pancita... Así, puedo irme en paz...Bip-bip-bip…De r
Durante el trayecto, recordaba repetidamente las palabras que el abuelo me había encomendado. Antes, él no aceptaba que Marc y Ania estuvieran juntos, porque creía que ella era una persona manipuladora, pero hoy... parecía haber ocurrido algo completamente diferente.¿Qué fue lo que Ania finalmente le dijo?Cuando el coche entró en el patio de la mansión, me bajé de inmediato y me encaminé a irme, pero Marc me alcanzó rápidamente y me envolvió en sus brazos.Me tensé, porque él ya hundió su cabeza en mi hombro. Con cierta impotencia, me dijo:Delia, ¿podrías quedarte conmigo esta noche? Solo una noche, te lo suplico…Su voz me recordó los expedientes médicos que el abuelo me había mostrado en el estudio durante el día, y mi corazón se ablandó. No pude rechazarlo.—Está bien —le respondía, pero con frialdad.El ambiente en la mansión se volvió pesado. Solo faltaba la existencia del abuelo, pero toda la casa de pronto se volvió tan vacía en tan poco tiempo…De vuelta a la habitación, tom
Al día siguiente, cuando los sirvientes me detuvieron en la entrada, sin permitirme dar un paso fuera de la mansión, entonces lo entendí.Sus palabras realmente solo fueron un aviso para mí.Sabía que esta fue la orden de Marc y no tenía nada que ver con los sirvientes, por lo que solo les preguntaba con lo más paciencia posible:—¿Dónde está Marc?—El señor ya salió antes del amanecer.—¿Ha regresado Manuel?—Todavía no, está atendiendo los asuntos póstumos del viejo señor.Les dije con tranquilidad:—¿Y si insisto en salir ahora?—Señora, usted no lo logrará…Mientras me respondía, la sirvienta señaló hacia afuera del gran ventanal, donde había algunos guardaespaldas vestidos de negro.Me quedo estupefacta. Resultó que, en todos estos tres años, la hipocresía de Marc realmente no había cambiado nada. Él me había dicho que solo tendría que quedarme aquí una noche, y ahora ni siquiera me dejó cruzar la puerta…Por un momento, incluso llegué a pensar que tal vez él no fue el mismo joven
Temiendo que volviera a llamar a la policía, incluso no fue a la oficina por la tarde. En su lugar, empezó su videoconferencia desde su estudio.Me tenía tan tensa que pasé toda la tarde sentada en el patio, perdida en mis pensamientos.***Al día siguiente, se celebraba el funeral del abuelo. Un ambiente sombrío y lúgubre llenó toda la escena. Caía una llovizna fina y penetrante, calándome hasta los huesos.Debido al funeral, pude salir de la mansión. Seguía a Marc, quien me llevaba de la mano como si yo fuera una muñeca de trapo de él, acompañándolo a recibir a los invitados que venían a rendir homenaje.Estos últimos días había estado de muy mal humor, más que un cambio, parecía dejar escapar su verdadera naturaleza. No había forma de resistirme.Anoche volví a decirle que el abuelo no nos había pedido que debiéramos continuar con el matrimonio, sino que solo no quería que Ania se casara con él. Sin embargo, él no me creyó, diciendo que le estaba mintiendo.Exhausta como estaba, tam
Para ser honesta, cuando escuché sus palabras, también me sorprendí muchísimo, pero pronto lo entendí.Olaia, que tenía el ceño fruncido, me miró con confusión y me dijo en voz baja:—¿Qué le pasó? ¿Por qué cambió su actitud tan repentinamente?—No —miré cómo los guardaespaldas echaban a Ania, y me mordí suavemente el labio—. Él solo está abrumado y quiere compensar la cosa.Cuando el abuelo estaba en sus últimos momentos, como el nieto más amado de su abuelo, no estuvo a su lado. Incluso el día que el abuelo falleció, eso enfureció mucho al viejo. ¿Cómo no iba a sentir culpa, remordimiento y auto recriminación? Y la forma final en que expresó esas emociones en su corazón, fue simplemente accediendo a los deseos del abuelo, haciendo que yo fuera su esposa por vida. Sin embargo, todo eso no tenía nada que ver conmigo.***Después del funeral, regresé a la antigua mansión y junto con Manuel, organizando las pertenencias del abuelo con él. En realidad, los sirvientes ya las habían ordenad
Al escucharlo, las lágrimas comenzaron a brotar sin control y mis dedos temblaban al tomar las cajitas de terciopelo.Al abrirla, vi dos cruces de jade transparente, ambos de excelente calidad. Este tipo de jade era sumamente difícil de encontrar, lo que demostraba el cariño profundo del abuelo...Con sumo cuidado, cerré la tapa, aspirando un poco:—¿Cuándo se enteró de que estoy embarazada?Él lo sabía desde hace tanto tiempo, pero para no afectarme emocionalmente, nunca me lo preguntó. Aunque ya falleció, pero aún podía sentir su cariño y protección.Manuel me respondió:—Después de la última cena familiar, el señor mandó a alguien a revisar tus expedientes médicos. No te enojes con él, solo temía que hubiese algo malo con tu salud y que no quisiera contárselo por preocupación de su enfermedad.—Nunca me enojaría con él por eso... —lloraba cada vez más fuerte—: Es solo que me culpo a mí misma.Si le hubiera dicho antes, él habría estado feliz por más tiempo, y no tendría que haber si