Capítulo 482
—No lo vas a entender.

—Inténtalo.

—Ayudarlo para perseguir a un amor.

Yolanda le lanzó una mirada y murmuró: —Nunca has amado de verdad, ¿cómo podrías entender?

Sebastián, de repente, se oscureció, como si hubiera perdido el hilo de la conversación: —¿Quién te dijo que no he amado a nadie?

—¿Quién?

Yolanda sonrió, con un tono seductor: —¿Yo?

...

Ese día, me levanté abrazando a un adormilado Diego y lo llevé al baño a lavarse.

Ema ya estaba en la cocina preparando el desayuno, y el aire se llenaba de un dulce aroma.

—¡Delia!

Olaia salió corriendo de la habitación, buscando mi atención con el celular en la mano, saltando de emoción en la puerta del baño:

—¡Volvimos a ser noticia!

La miré, con las ojeras de la resaca, y le pasé el cepillo de dientes con pasta a Diego. —¿De qué hablas?

—¡De Delian!

Olaia me pasó el celular: —¡Mira! Anoche, Eloy desfiló con el vestido que diseñaste y arrasó. En la entrevista mencionó a ti y a Delian, y su estudio publicó en Instagram etiquetándonos.

—Esta
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