Capítulo 142
Olaia volteó la cabeza rápidamente y me dirigió una insinuación indirecta. También me sentí un poco desconcertada, pero al ver la actitud despreocupada de Enzo, pensé que definitivamente no era el mismo significado que entendió Olaia.

Y además, Enzo tenía a alguien a quien amaba, a quien había amado durante veinte años, ¿cómo podría interesarse en mí, una recién divorciada?

Enzo me sirvió más jugo de maíz, mientras me decía:

—No te apures en responderme, considéralo bien.

—Está bien.

Todavía había un gran tumulto en mi corazón. Después de todo, era una marca que había anhelado durante tantos años, y de repente se había vuelto tan accesible, como si fuera un sueño irreal.

Después de comer, Olaia le pidió a Enzo que me llevara a casa con la excusa de tener que ir a otra fiesta.

Ya arriba del coche, le dije con resignación a Enzo:

—Lo siento por las molestias…

—Qué molestia ni qué nada. Después todo, me has invitado a cenar —bromeó sonriendo.

Me reí ligeramente.

—Ni siquiera me dejaste
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP