Capítulo 0713
Sujeté con firmeza su mano, que no dejaba de avanzar, y sentí cómo mi respiración se desordenaba.

Ya no lograba hablar de una sola vez, mis palabras salían entrecortadas, como si me costara tomar aire.

—Te estoy hablando… ¡Mateo! No hagas eso… no, mmm…

...

La noche ya había caído, y la brisa marina se sentía fresca.

Sin embargo, las grandes ventanas de vidrio estaban empañadas por la humedad.

Cuando mi mano descendió, una palma grande y cálida la cubrió, entrelazando nuestros dedos y volviendo a presionar la ventana con fuerza.

—¡Ay!

Un sonido inesperado interrumpió el momento, fue Beatriz.

Instintivamente, me aparté de los brazos de Mateo y corrí hacia la cuna.

Beatriz ya estaba despierta, jugando tranquilamente con sus pies, sin llorar ni mostrar signos de incomodidad.

Cuando me vio, me sonrió, y comenzó a hacer ruiditos como si intentara hablarme.

Mi corazón se ablandó al instante, extendí la mano para acariciar su carita, y rápidamente corrí al baño para darme una ducha.

Al salir,
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