―Y… ¿Sospechas de alguien? Jonathan negó levemente. ―No. Pero sea quien sea, lo voy a descubrir. […] Al día siguiente, Aurora fue llevada a la sala de interrogatorios, el abogado contratado por Jonathan ya había llegado, Aurora extendió la mano para presentarse. ―Un placer conocerla, señora Kin
CAPÍTULO 47 Ese mismo día, Aurora fue puesta en libertad, sin embargo, se le pidió no salir del país, hasta que las investigaciones culminaran. Una vez que llegaron a la mansión, los empleados la recibieron con muchas sonrisas. ―Señora, que bueno que ya está de regreso. ―Gracias, Matilde. Danie
―¿Por qué no te largas? ¿Eh? ¿Quién dijo que quería una madre? ¡No te necesito! ¡Vete! ¡Lárgate de mi vista! ¡Me enfermas! La madre se cubrió la boca aguantando un sollozo y, aun así, trató de mediar con su hija. ―Cariño… ―¡Fuera! ― la mirada de Hande estaba cargada de hostilidad ―Entiende de una
CAPÍTULO 48 Cuando Jonathan regreso a casa, no imagino conseguirse con su esposa en la sala y una maleta junto a ella. ―¿Qué… que es todo esto? ―él se acercó en pocos pasos y Aurora simplemente se alejó de él. ―Jonathan… ―No. ―negó ligeramente ―No. No. No. ¡No! ―pronto comprendió de que se trata
Luego de una larga charla con la señora Michaels, se fue con Noah, se quedarían provisionalmente en otro departamento, aún tenía dinero del que Jonathan le había dado la primera vez y también sus tarjetas, pero no las usaría, eso solo le serviría para que pudiera encontrarla. ―Aurora, ¿no te irás d
CAPÍTULO 49 ―¿Tienes lo que te pedí? ―Hande se levantó de la cama envuelta en una sábana. Sircan abrió su billetera y saco la identificación, luego se las entrego. ―¿Qué es lo que piensas hacer? ―¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones? El hombre se echó a reír y chasqueo la lengua. ―No ha
―Ella no está con él. ―¿Y crees que va a ser así por mucho tiempo? Pronto, Jonathan irá por ella, y van a ser felices, algo que tú jamás podrás ser. Tienes muchas cargas sobre tu espalda, hermosa Hande. Y tarde o temprano, esas cargas terminarán por derrumbarte. Su sangre hirvió dentro de sus vena
CAPÍTULO 50 Cuando Aurora llegó nuevamente a la mansión, se le caía la cara de vergüenza y también estaba un poco enojada. Sin embargo, el pequeño Noah, estaba extasiado, mirando todo su alrededor con una gran sonrisa. ―Aurora, ¡esto es mejor que nuestro departamento! Ella sonrió y acarició la ca