―¡Deja de golpearlo, lo vas a matar!―¡Cállate! ¡Es demasiado tarde para que sientas culpa ahora!―¡¿Vas a matarlo?! ¡¿No ves que no se está defendiendo?!Por alguna razón, Cameron solo dejo que lo golpearan, sin embargo, era esa sonrisa y esos ojos victoriosos, fue lo que hizo que Elliot no tuviera
CAPÍTULO 34 Después de que entrara a la casa, Amara subió las escaleras de dos en dos, tenía intenciones de cerrar la puerta, pero cuando estaba a punto de hacerlo, un pie se interpuso evitando que la cerrara. Alzo la cabeza y se encontró con los ojos fulminantes de Elliot. ―¡Vete! ―¡Soy el dueño
CAPÍTULO 35 Después de que se fuera, Amara se dejó caer en la cama y se cubrió el rostro. Se metió al baño y se duchó, estaba a punto de cambiarse por algo más cómodo, cuando llamaron a la puerta. Sabía que no se trataba de Elliot, puesto que él no tendría la decencia de llamar. Cuando abrió se co
Sus palabras golpearon un punto débil, su corazón estaba lleno de un sentimiento que ni el mismo podía explicar. «¿No quieres venir conmigo, pero cuál es la verdadera razón? ¿El miedo o no volver a ver a Cameron? ¡Un año! ¡Un año y no has logrado olvidarlo! ¿Incluso si está comprometido con otra y
CAPÍTULO 36Cuanto más miraba Amara, más obsesionada estaba y más hundido e irredimible se volvía su corazón.«¡Maldita sea, debes estar loca, Amara! ¡Loca! ¿Qué significa esto que sientes? ¡¿Te has enamorado del diablo acaso?!»―No me mires de esa manera, de lo contrario pensaré que me estás seduci
Después de sufrir todo el camino, cuando llegaron, Amara quería bajar cuanto antes del automóvil, pero Elliot la detuvo, rodeo su cintura y dijo con mucha consideración.―Mi amor, lo correcto es que te lleve. Dicen que es mala suerte si la novia entra por sus propios pies.Ella lo miro como si estuv
No queriendo estar un segundo más en ese lugar, grito perdiendo el control.―¡Envíame de vuelta! ¡Envíame de vuelta ahora!Elliot se sorprendió por su arrebato y luego camino hacia ella y la tomo de los hombros.―Escúchame primero, no es lo que piensas…―¡No quiero! ¡No voy a quedarme en este asquer
CAPÍTULO 37Elliot se había quedado dormido en el sofá, en la mesa frente a él se encontraban dos botellas de vino vacías, bebió hasta perder el conocimiento. Cuando el sol entro por las ventanas y golpeo su cara, se despertó.Su cabeza parecía que iba a estallar, se puso de pie tambaleándose y fue