Como que no va a hacer falta seducción. ja, ja, ja.
CAPÍTULO 59 Él lamió sus pezones, apartando la tela de su sujetador. Con la otra mano acariciaba el otro pecho, apretando el pezón entre el pulgar y el corazón a través de la tela. Con cada lametón y cada caricia le sobrevenía una sensación punzante, mientras la degustaba y la degustaba. Ella dejó
No, no estaba preocupada, estaba aterrorizada del poder que Cristian tenía sobre ella. Hasta que aparecieron los primeros rayos del sol, el deseo y la rabia de Cristian no empezaron a calmarse, y su cerebro no pudo comenzar a funcionar de nuevo y con claridad. De hecho, tenía bastante en que pensar
CAPÍTULO 60 Dentro del cuarto, movía y guiaba su cuerpo como si estuviera bailando. Cuando su espalda choco contra la pared contigua a la cama, cogió el botón de su pantalón, lo desabrocho, abriéndolo e introdujo su mano entre sus bragas, jugo con sus pliegues húmedos y Stella sentía que explotaría
CAPÍTULO 61 Cuando Stella despertó, era casi el atardecer. Un poco somnolienta, se levantó y fue asearse y luego bajo las escaleras. ―Cristian. ―¿Cómo estás, dormilona? ―camino hacia ella y la beso ―Que bueno que despiertas, ya casi es hora de cenar y después quiero llevarte a un lugar. Stella r
―Nunca llegarás a cumplir esa amenaza. ―acaricio su rostro ―Solo te amo a ti. ―Más te vale. ―después de sonreír volvió a acostarse en su regazo. De repente sintió como una especie de aleteo en su vientre. ―¡Oh Dios! ―¿Qué pasa? ―Cristian se tensó ―¿Te sientes mal? ―Él bebe se está moviendo. ―¿
CAPÍTULO 62. De vuelta a la mansión vieja, el anciano los recibió con una comida especial y una significativa sonrisa en sus labios. El saber que finalmente Stella y su nieto retomarían su matrimonio, lo llenaba de tranquilidad. ―Estoy muy orgulloso de ti, Stella. Tienes un gran corazón y mucho am
CAPÍTULO 63 Temprano en la mañana, Connor leía sin prestar atención unos documentos. Stella caminaba pensativa hacia la oficina del presidente, reflexionando de qué manera le daría la noticia. Se detuvo frente a Lucy, la secretaria. ―Buenos días, Lucy. ¿Connor está en su oficina? La joven le dio
CAPÍTULO 64 En su oficina Cristian miraba el papel en su mano. ―¿Estás seguro de esto? ―Lo repetí dos veces y en ambas arrojo el mismo resultado. ―Jonathan ajusto el gemelo de su camisa ―Podemos acusarlo de intento de asesinato y llevarnos con él al médico y todo aquel que estuvo involucrado. Cr