Jake tenía una personalidad animada y siguió hablando con Stella, preguntándole sobre sus gustos musicales y qué tipo de comidas eran sus preferidas. Y Stella respondió a cada pregunta con una sonrisa. Cuando estaban hablando alegremente, hubo un sonido de pasos, ella levantó la cabeza y vio a Crist
CAPÍTULO 41 Stella respiro hondo y se volvió para mirar al anciano. ―Abuelo, de verdad quiero acompañarte, pero ya vez como se tornan las cosas. Y, además, este tipo de discusiones son malas para ti, lo mejor es que me vaya, te prometo que vendré a visitarte. Mientras hablaba paso junto a Cristia
CAPÍTULO 42 Cuando llego al hospital, camino hacia la puerta de la habitación y escucho una voz femenina gritando desde adentro. ―¿No entiendes el lenguaje humano? ¡Te dije que trajeras café descafeinado, no está basura que acabas de traer! ¡Inútil! ¡Eso me pasa por tener a mi lado a una pobretona
CAPÍTULO 43. Durante los últimos días, ha estado ocupado con los asuntos de la empresa y casi no ha visto a Stella. Sin embargo, los chismes entre los empleados de la mansión y la aceptación del abuelo, por poco, acaban con su cordura. Ese día se levantó temprano y después de su sesión matutina de
―Estaba… ―dijo Cristian ―Estaba enamorada de mí… ―¿Y cuál es el problema? Hay muchas mujeres en el mundo, la solución es simple, busca un coño con quien desahogarte esta noche. Las palabras de Elliot molestaron a Jonathan, por lo que no se contuvo y arremetió contra él. ―Yo que tú no daría ese ti
CAPÍTULO 44. ―Stella, estos diseños son perfectos. Estoy seguro de que los ejecutivos de Diamond lo aprobaran. ―Connor dijo con una sonrisa. ―Bueno, no es solo mi mérito. Te quedaste conmigo muchas noches, una parte es gracias a ti. La última semana, Stella ha estado trabajando en un nuevo proyec
CAPÍTULO 45 ―Fue lo mismo que me dijo Jonathan. ―susurro Cristian. ―De todos tus amigos, Jonathan es el más sensato, el resto llegaron tarde a la repartición de cerebro, en especial Elliot. ―Abuelo. ―Cristian, camino hacia el sofá, se recostó y cerró los ojos antes de decir ―A ti no puedo ocultar
―Vamos, Stella. No te lo tomes a pecho, es solo un vestido. Ella guardó silencio y respiro para calmarse. ―¿Estás molesta, verdad? Está bien, me disculpo. No volverá a suceder. ―Eso espero. Voy a prepararme, te enviaré en cuanto esté lista. ―Estoy seguro de que serás la mujer más hermosa de la n