―Estaba… ―dijo Cristian ―Estaba enamorada de mí… ―¿Y cuál es el problema? Hay muchas mujeres en el mundo, la solución es simple, busca un coño con quien desahogarte esta noche. Las palabras de Elliot molestaron a Jonathan, por lo que no se contuvo y arremetió contra él. ―Yo que tú no daría ese ti
CAPÍTULO 44. ―Stella, estos diseños son perfectos. Estoy seguro de que los ejecutivos de Diamond lo aprobaran. ―Connor dijo con una sonrisa. ―Bueno, no es solo mi mérito. Te quedaste conmigo muchas noches, una parte es gracias a ti. La última semana, Stella ha estado trabajando en un nuevo proyec
CAPÍTULO 45 ―Fue lo mismo que me dijo Jonathan. ―susurro Cristian. ―De todos tus amigos, Jonathan es el más sensato, el resto llegaron tarde a la repartición de cerebro, en especial Elliot. ―Abuelo. ―Cristian, camino hacia el sofá, se recostó y cerró los ojos antes de decir ―A ti no puedo ocultar
―Vamos, Stella. No te lo tomes a pecho, es solo un vestido. Ella guardó silencio y respiro para calmarse. ―¿Estás molesta, verdad? Está bien, me disculpo. No volverá a suceder. ―Eso espero. Voy a prepararme, te enviaré en cuanto esté lista. ―Estoy seguro de que serás la mujer más hermosa de la n
CAPÍTULO 46 Kendra, que los estaba viendo desde hace rato, no pudo soportarlo más. Cuando todos escucharon la voz, se giraron y vieron a Kendra caminar hacia ellos. Vestida con un diseño de última moda, se veía definitivamente hermosa. ―Cristian, estaba buscándote. ―ella le dio una mirada ligera
CAPÍTULO 47 Stella abrió el grifo, se enjuagó la boca y luego se presionó la cara para refrescarse. Mirándose en el espejo, se regañó a sí misma. «¿Qué demonios acabas de hacer, Stella?» Pensando en las palabras de Connor hace un momento, sintió que ahora más que nunca debía trazar una línea clar
CAPÍTULO 48 Cristian parpadeó, sin entender. Así que le pregunto de nuevo. ―¿Qué dijiste? ―su corazón comenzó a latir con violencia. ―Estoy embarazad, tal vez es una jugada del destino que sea ahora, en tres años nunca sucedió, incluso el médico dijo que… que sería imposible. Pero el hecho, es qu
CAPÍTULO 49 ―Cristian, ¿para qué me trajiste aquí? ―ella miró con recelo la mansión en la que había vivido los últimos tres años ― El día que me fui te dije que no volvería, y planeo cumplir mi promesa. Y menos ahora, que las cosas de Kendra, están allí. Se cruzó de brazos sin intención de bajarse