Ella no pudo controlar sus lágrimas, a lo lago de su vida, solo ha recibido desprecio y humillaciones, de las personas se suponían debían amarla. Primero su padre, en su codicia desmedida, le quito todo lo que le pertenecía y después Cristian, quien como su marido debió amarla y solo le dio un matri
CAPÍTULO 39 Al mismo tiempo en el hospital, Cristian volvió a la habitación de Kendra con una expresión sombría. De hecho, ella estaba de pie, el médico dijo que estaba fuera de peligro, ya que la herida no era profunda, y que solo por su físico parecía más grave. Solamente la dejo en observación
En un instante, ella pareció ser golpeada por un rayo, quedo inmóvil y todo su cuerpo se congeló en su lugar. Lo miro con incredulidad. «Entonces, ¿lo sabía? ¡No es de extrañas que esperara y esperara, pero al final entro con Stella!» Desde el principio hasta el final, Cristian ha sido claro en su
CAPÍTULO 40 ―Lo mejor es que descanses. El médico dijo que estarás bien y que serás dada de alta mañana. Kendra estaba molesta. ―Cris, ¿no vas a quedarte esta noche? ―No. Las enfermeras cuidarán bien de ti. Pero, para tu comodidad, pediré especialmente que se quede una acompañándote. Ella apret
Jake tenía una personalidad animada y siguió hablando con Stella, preguntándole sobre sus gustos musicales y qué tipo de comidas eran sus preferidas. Y Stella respondió a cada pregunta con una sonrisa. Cuando estaban hablando alegremente, hubo un sonido de pasos, ella levantó la cabeza y vio a Crist
CAPÍTULO 41 Stella respiro hondo y se volvió para mirar al anciano. ―Abuelo, de verdad quiero acompañarte, pero ya vez como se tornan las cosas. Y, además, este tipo de discusiones son malas para ti, lo mejor es que me vaya, te prometo que vendré a visitarte. Mientras hablaba paso junto a Cristia
CAPÍTULO 42 Cuando llego al hospital, camino hacia la puerta de la habitación y escucho una voz femenina gritando desde adentro. ―¿No entiendes el lenguaje humano? ¡Te dije que trajeras café descafeinado, no está basura que acabas de traer! ¡Inútil! ¡Eso me pasa por tener a mi lado a una pobretona
CAPÍTULO 43. Durante los últimos días, ha estado ocupado con los asuntos de la empresa y casi no ha visto a Stella. Sin embargo, los chismes entre los empleados de la mansión y la aceptación del abuelo, por poco, acaban con su cordura. Ese día se levantó temprano y después de su sesión matutina de