Cristian y Jonathan escucharon el grito y se apresuraron. ―¡Kendra! ―los dos hombres la sujetaron, uno a la izquierda y el otro a la derecha, y la ayudaron a levantarse. ―¿Qué está pasando? ¿Estás herida? Ya había lágrimas cayendo por sus mejillas. Conoce a Cristian desde hace tiempo y también est
―¡Basta! ¡Elliot, te dije que te callaras! ―luego miro a Stella ―¡Y tú, discúlpate con Kendra! ―su tomo de voz era incuestionable. ―¿Quieres que me disculpe? ―ella sonrió a medias. ―Stella, por favor terminemos con esto. Discutían y la empujaste, ¿Qué otra explicación hay?―cerro los ojos y los abr
CAPÍTULO 29 ―Abuelo, Elliot vino a verte. ―Cristian dijo suavemente. El anciano asintió y no dijo nada. Luego todos fueron al comedor y desayunaron juntos. Después de la comida, Elliot recibió una llamada y se marchó. Stella miro que hacía un día soleado, y no tenía intenciones de seguir viendo
También era la primera vez que los dos aparecían en público, por lo que llamaron mucho la atención. En el pasado, Cristian ni siquiera pensaría en ir de compras y mucho menos vacacionar. Ahora ella únicamente lo encuentra irónico. No había mucha gente en el centro comercial y el empleado de una tie
CAPÍTULO 30 ―¡Cristian, suéltame! ―No quieres salir conmigo, pero sí con este, ¿verdad? Sin embargo, estás olvidando una cosa. ¡Todavía eres mi esposa! ―Suéltame… ―Stella hacia todo por liberarse, pero Cristian no le dio ninguna oportunidad y la arrastro hacia el café. Connor hizo un movimiento
CAPÍTULO 31.De repente Stella estallo de risa, y Cristian la miro sin comprender. ―Perdón, perdón, pero es lo más gracioso que he escuchado. ― extendió su mano y tomo el vaso con agua, después de beber un sorbo, se calmó y respiro profundo. ― ¿Hablas de una oportunidad, correcto? ―Sí. Stella, cre
CAPÍTULO 32. ―Está bien ―controlando su emoción, asintió con indiferencia. Cristian estaba a punto de continuar trabajando cuando la escucho decir. ―Por cierto, Cris, tengo algo que decirte. Ven a verme cuando hayas terminado. Te esperaré en la tercera habitación de invitados a la izquierda. Desp
¡¿Por qué Stella puede tener a Cristian, mientras, yo tengo que esconderme aquí?! ¡¿Por qué tuvo que aparecer?! Kendra hizo todo lo posible por controlarse para no gritar de frustración, apretó los puños con fuerza, clavándose las uñas en su palma. «Lo juro, te haré pagar cada humillación, ¡Stella