¡¿Por qué Stella puede tener a Cristian, mientras, yo tengo que esconderme aquí?! ¡¿Por qué tuvo que aparecer?! Kendra hizo todo lo posible por controlarse para no gritar de frustración, apretó los puños con fuerza, clavándose las uñas en su palma. «Lo juro, te haré pagar cada humillación, ¡Stella
CAPÍTULO 33 Después de lo que pareció un siglo, Cristian bajo la cabeza y beso el hombro de Stella. ―No me toques… ―ella se cubrió con la sabana y quiso escapar. «¿Qué rayos hiciste?, ¡estúpida, estúpida, estúpida! Te dejaste llevar por el momento y permitiste que él… ¿Por qué no puedes ser más f
CAPÍTULO 34 Después de cambiarse de ropa estaba lista para bajar, pero no esperaba que, tan pronto abrió la puerta, vería a Cristian parado bloqueando su salida. La miro fijamente, con una mano apoyada en la pared. Ella no iba a perderse el desayuno, así que lo ignoro e intento pasar a su lado. S
CAPÍTULO 35 En el comedor. Cristian tomó la iniciativa de abrir la silla para Stella, tal caballerosidad nunca ha existido antes. Stella, susurro un gracias, y estaba un poco confundida por el repentino cambio de su marido. «¿Por de repente se volvió tan atento y cariñoso?» Había una sonrisa en
Las comisuras de los labios de Cristian se curvaron en una sonrisa triunfante y luego salió de casa. Al ver la cercanía entre los dos, el abuelo no podía dejar de sonreír de oreja a oreja, pero el rostro de Kendra era otra cosa, cualquiera diría que se había tragado una mosca. Stella, quien se sen
CAPÍTULO 36 ―¡Solo dices eso, porque sabes que Cristian me ama! Lo conocí primero. ¡Ni siquiera sabes cuantas cosas hizo por mí en silencio en ese entonces y cuantos momentos felices tuvimos! No merece estar contigo, solo lo haces infeliz. ―la voz de Kendra temblaba ― ¡Voy a decirle a Cristian que
CAPÍTULO 37 En la habitación Stella cerró la puerta con fuerza. «¡Eres una tonta!, ¿creíste que al menos te daría el beneficio de la duda?» Ella permaneció en silencio durante mucho tiempo, solo sintiendo que todo su cuerpo se enfriaba poco a poco, en especial su corazón, que parecía tener una he
―Stella… ―Solo vine a ver cómo está ―ella lo miró fijamente e hizo un último esfuerzo ―Cristian, de verdad no la lastime… Antes de que pudiera explicar más, él se presionó la frente como si tuviera dolor de cabeza. De verdad estaba agotado física y mentalmente. ―Stella, sé que no te llevas bien c