― Sé que puedes cambiar, yo estaré a tu lado siempre que lo necesites ― le dijo Eloísa besando a Leo, por lo que él, la abraza tiernamente.

― Nunca te vayas de mi lado mi amor ― le dijo Leo juntando su frente con la de Eloísa.

― No lo haré mi amor ― le contesto Eloísa sonriendo.

― Perdón, si no hablo de mi familia, perdón, si muchas veces no permito que entres en mi vida ― le contesto Leo de vuelta, por lo que Eloísa le toma de las manos.

― Tú sabrás cuando dejarme entrar en tu vida ― le respondió Eloísa sonriendo.

Por lo que Leo la vuelve a abrazar para él era un ángel que Dios le había mandado era la única en la que no podía ser duro con ella muchas veces se arrepentía por ser brusco por ser agresivo aunque ella jamás se lo había reprochado Eloísa sabía que Leo en el fondo era buena persona, pero las circunstancias lo volvieron frío y de un carácter muy fuerte cuando en realidad él era lo contrario había veces que podía ser tierno amoroso dulce, pero muchas veces sacaba su lado agre